
¿Qué ocurre en el mundo digital con lo escrito? En este mundo la lectura es omnipresente, obsesiva, necesaria: lecturas de los intercambios electrónicos, lecturas de las redes sociales, lecturas frente a las pantallas del tiempo de la pandemia. ¿Cómo podemos ubicar esta situación en evoluciones anteriores? En la misma investigación ya citada sobre las prácticas culturales de los franceses hay otro dato muy interesante: uno de cada seis franceses afirma que su vida cultural tiene lugar por completo en el mundo digital, particularmente a través de las redes sociales, los videos online, o los juegos electrónicos. Leen o escriben solamente en las pantallas. La mitad de estos individuos, que ya desde antes de la pandemia vivían en condiciones similares a las pandémicas, tienen menos de 25 años. La cuestión es, por un lado, saber si sus prácticas culturales van a mantenerse exclusivamente online o si en algún momento van a salir del mundo digital para encontrarse con otras prácticas, culturales o no. Por otro lado, podríamos preguntarnos también si esta minoría de hoy prefigura la sociedad entera de los lectores del futuro.
Este primer diagnóstico muestra que ya antes de la pandemia existía la posibilidad de vivir digitalmente como en la pandemia... Frente a esto, por supuesto, puede hacerse un segundo diagnóstico, que es la contracara del primero. En cierto sentido, a pesar del crecimiento del mercado de los libros electrónicos, parece darse una situación paradójica: las lecturas efectivamente son digitales, pero sin la compra de libros electrónicos, que se descargan o se comparten en redes sociales. También aquí hay un desafío para el porvenir: esto es, detectar si aquellos lectores que han leído en este período más textos electrónicos que antes –pero sin necesariamente comprarlos– volverán después de la pandemia a sus prácticas cotidianas o, más bien, si el nuevo hábito se mantendrá, estimulado por los esfuerzos de los editores y distribuidores de libros electrónicos, que buscan transformar la situación excepcional de leer frente a la pantalla en una práctica ordinaria y común.
Una manera de pensar una respuesta es preguntarnos si los esfuerzos que se hacen en algunos países, por ejemplo en Brasil, para traer a los lectores al mundo digital, esfuerzos que se traducen en la distribución gratuita de e-books o descuentos importantes en su compra (sobre la base de que el libro electrónico es de más fácil acceso, precio más bajo y que resuelve los problemas, si no de la edición, por lo menos de la distribución de los libros) perfilan la situación del futuro. Y preguntarnos también si las personas después de la pandemia van a resistir la tentación del clic que permite comprar libros, sin hacer caso a las librerías abiertas nuevamente, si van a seguir prefiriendo la lectura de libros, revistas o diarios electrónicos antes que su forma impresa. Si, en suma, sobrevivirá esta tendencia a satisfacerse con la lectura de los textos disponibles en el universo digital, sin preocuparse por encontrar la versión impresa en las librerías o bibliotecas. Este es el desafío fundamental para el porvenir de las lecturas.
SEGUIR LEYENDO
Últimas Noticias
El Instituto Cervantes atesora el legado de Losada, faro editorial argentino y refugio de la cultura republicana española
La institución que promueve el idioma español en el mundo recibió primeras ediciones y documentos históricos del sello editor de Valle-Inclán, Unamuno y Rafael Alberti en tiempos de posguerra civil

“Fue sólo un accidente”, un thriller moral que ejerce como magistral comentario sobre el poder
La película de Jafar Panahi, ya estrenada en cines y que llegó al streaming esta semana, sorprende con su mirada irreverente sobre la autoridad, la culpa y la búsqueda de justicia en el Irán actual

Aquí está Jenni Fagan, la autora escocesa que Mariana Enriquez definió como “una bruja, una rockera, una mujer sin miedo”
La joven editorial Queequeg Press acaba de editar en español “Luckenbooth”, la historia de Jessie MacRae o “la hija del diablo”. Infobae Cultura publica un fragmento de esta inquietante novela

No me metí en el rock and roll para tocar rock and roll
El autor de “Qué hago con la noche” relata las influencias que lo llevaron a escribir la novela, y cómo fue el proceso creativo para explorar el lado más humano de un ambiente tóxico

Más que diseño: cómo la tipografía moldea la percepción, la memoria y hasta la conducta humana
Investigadores explican por qué la elección de una fuente puede llevar a ver un mensaje como fuerte, alegre, profesional o peligroso. De qué forma se percibe cada una, según un estudio


