Armando Benedetti descartó su llegada a la Cancillería de Colombia: “Me gustaría, pero me voy a quedar en el Ministerio del Interior”

El 3 de julio de 2025, la excanciller Laura Sarabia anunció la renuncia a su cargo como líder del Ministerio de Relaciones Exteriores, señalando diferencias profundas que, según sus palabras, van más allá de desacuerdos menores o disputas de razón.

“En los últimos días, se han tomado decisiones que no comparto y que, por coherencia personal y respeto institucional, no puedo acompañar. No se trata de diferencias menores ni de quién tiene la razón. Se trata de un rumbo que, con todo el afecto y respeto que le tengo, ya no me es posible ejecutar”, explicó.

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Tras su salida, siguen sonando nombres para asumir el cargo. Entre ellos, el del ministro del Interior, Armando Benedetti, que desmintió los rumores y aclaró cuál será su rol en el Gobierno nacional liderado por el presidente de la República, Gustavo Petro.

En ese sentido, sostuvo que pese a que le gustaría ser canciller, está enfocado en impulsar la reforma tributaria y la reforma a la salud que presentó la actual administración.

“No, no tengo planeado ser canciller y no depende de mí, depende del fuero del presidente. Me gustaría, pero me voy a quedar en el Ministerio del Interior”, dijo el titular de la cartera en rueda de prensa.

Benedetti justificó la reforma tributaria por el gasto de anteriores gobiernos en el subsidio a la gasolina

El ministro Benedetti también habló sobre la reforma tributaria, que tiene similitudes con la presentada en 2021 por el entonces ministro de Hacienda del gobierno de Iván Duque, Alberto Carrasquilla, para recaudar $26 billones.

Cabe recordar que el Congreso de la República señaló que no hay ambiente para aprobar la propuesta tributaria planteada por la actual administración. Sin embargo, el titular de la cartera sostuvo que tiene fe en que se apruebe.

Así mismo, justificó la decisión del Gobierno nacional de presentar el proyecto de ley ante el Legislativo. De acuerdo con el alto funcionario, el Estado se vio obligado a plantear una nueva tributaria, por los gastos de anteriores gobiernos.

De igual manera, sostuvo que el país está inmerso en una crisis económica gracias a los multimillonarios pagos realizados por mantener a flote el subsidio al precio de la gasolina. Incluso, dijo que se gastaron $70 billones que pudieron ser invertidos en otros rubros.

“Para el presupuesto de la tributaria. Lo que hay que hacer es un esfuerzo de entendernos entre el Congreso deliberativo, que el país entienda en la crisis que hay económica, en el déficit que hay por haber pagado un subsidio a la gasolina, que no se debió haber pagado de 70 billones de pesos. Y ahí sí la gente tiene que entender que sí o sí se necesita esa ley de financiamiento”, explicó.

La visión conciliadora de Benedetti contrasta con la del presidente Petro, que advirtió que la negativa del Congreso de la República a tramitar la reforma tributaria propuesta por su Gobierno podría tener consecuencias graves para la estabilidad financiera del país.

Según Petro, la discusión sobre el momento adecuado para presentar una iniciativa de este tipo no debe depender de los calendarios electorales, sino del estado de las finanzas estatales. “El ambiente de la tributaria lo determina las finanzas estatales. Si el congreso no quiere condenar al país. Ya se negó el Congreso, el año pasado y la Corte tumbó media reforma aprobada en 2022”, puntualizó.

La postura del Ejecutivo surge tras las declaraciones del nuevo presidente del Senado, Lidio García, que manifestó que la cercanía de los comicios dificulta la aprobación de una reforma tributaria de gran calado. García explicó que, en su calidad de líder del cuerpo colegiado, su objetivo es garantizar un espacio para el debate y la discusión de iniciativas tanto parlamentarias como gubernamentales, pero reconoció que “es muy difícil en este momento donde estamos ad portas de unas elecciones, presentar una tributaria, no le veo tantas posibilidades”. El presidente del Senado subrayó la necesidad de verificar si existe el respaldo suficiente en el Congreso para que la reforma prospere en medio del ambiente electoral.