Colombia y Panamá sellan histórico acuerdo para conectar sus redes eléctricas: así funcionará

Colombia y Panamá dieron un paso clave hacia la consolidación de un sistema eléctrico regional más integrado y eficiente. Con la firma de un acuerdo regulatorio bilateral, ambos países avanzan en la materialización del ambicioso proyecto de interconexión eléctrica, una iniciativa estratégica que busca conectar sus redes de transmisión y abrir nuevas posibilidades para el comercio binacional de energía.

La Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), en representación de Colombia, viajó a Ciudad de Panamá para formalizar el acuerdo con la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (Asep), en lo que se considera un hito para la región. La alianza establece las reglas de juego para operar esta futura conexión eléctrica, que busca fortalecer la seguridad energética y acelerar la transición hacia fuentes más limpias y sostenibles.

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Entre los puntos centrales del documento figuran mecanismos claros para transacciones de energía, tanto en el corto como en el largo plazo, incluyendo modalidades firmes. Se establecen lineamientos generales para el funcionamiento de la interconexión, así como protocolos de resolución de conflictos, normas de divulgación de información y medidas para asegurar la transparencia y la participación de los agentes del mercado eléctrico de ambos países.

También se creará un Comité Binacional de Reguladores, encargado de dar seguimiento al proyecto y definir su propio modelo de gobernanza. Esta figura será clave para garantizar la coordinación entre los entes responsables y ajustar los marcos normativos cuando sea necesario. A nivel regional, la participación en plataformas como el Mercado Eléctrico Regional de Centroamérica (Mer-Can) será promovida activamente.

Las implicaciones ambientales tampoco fueron pasadas por alto. El acuerdo contempla directrices sobre las condiciones ecológicas vinculadas al desarrollo de la infraestructura y su operación, reconociendo que cualquier avance en materia energética debe ir de la mano de la sostenibilidad ambiental, social y técnica.

Zelmar Rodríguez Crespo, administradora general de la Asep, señaló que el documento fue elaborado bajo principios que priorizan el beneficio mutuo, la eficiencia económica y la transparencia. “Se trabajó con una visión regional, que reconoce el valor de la cooperación entre países vecinos para asegurar un desarrollo equilibrado y sostenible”, afirmó.

El proyecto de interconexión en sí mismo representa una inversión estimada de 800 millones de dólares y contempla la construcción de una línea de transmisión de 500 kilómetros. El tramo colombiano, de aproximadamente 150 kilómetros, saldrá desde la subestación Cerromatoso, ubicada en el departamento de Córdoba. Por su parte, el recorrido en territorio panameño será de 350 kilómetros, divididos en 220 kilómetros terrestres y un segmento marino de 130 kilómetros, hasta llegar a la subestación Panamá II.

La capacidad de transmisión prevista es de 400 megavatios, y la línea operará a una tensión de 500 kilovoltios. Este diseño permitirá un intercambio energético estable y de alto volumen, abriendo la puerta para una integración más dinámica del mercado eléctrico regional.

Más allá de los aspectos técnicos, este acuerdo es un reflejo del compromiso de ambos países con una agenda energética moderna. Al permitir el flujo de energía entre Colombia y Panamá, se genera un entorno más resiliente frente a posibles crisis o demandas imprevistas, y se optimizan los recursos disponibles para enfrentar los retos del cambio climático.

Además, la interconexión hace parte dentro de una visión más amplia que busca avanzar hacia un sistema energético latinoamericano más conectado, competitivo y con mayor capacidad de adaptación. A mediano y largo plazo, este tipo de alianzas permitirá reducir costos, mejorar la calidad del servicio eléctrico, facilitar el ingreso de energías renovables a las redes nacionales y consolidar un mercado regional más competitivo y resiliente.