En la mañana del 10 de diciembre se conoció que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fue sometido a una intervención quirúrgica de emergencia en São Paulo debido a una hemorragia intracraneal.
Este episodio, consecuencia de una caída ocurrida en octubre, lo mantiene en observación médica tras una cirugía que, según el Hospital Sírio-Libanés, transcurrió sin complicaciones. Actualmente, Lula se encuentra despierto y en condiciones estables bajo cuidados intensivos.
El presidente Gustavo Petro, cercano ideológicamente a su homólogo brasileño, se pronunció deseándole pronta recuperación. “Espero el restablecimiento del gran líder obrero y presidente progresista de la República del Brasil. ¡Fuerza compañero!”, escribió en su cuenta de X.
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Un diagnóstico inesperado tras dolor de cabeza
La noche del lunes, Lula, de 79 años, buscó atención médica en Brasilia después de experimentar un persistente dolor de cabeza.
Una resonancia magnética reveló la presencia de una hemorragia intracraneal, lo que llevó a su traslado inmediato a São Paulo para una intervención quirúrgica destinada a drenar el hematoma. Según los reportes médicos, la operación se desarrolló exitosamente, y el mandatario fue ingresado en la unidad de cuidados intensivos para su recuperación y monitoreo.
Antecedentes del incidente
La hemorragia intracraneal está relacionada con una caída sufrida por el presidente el 19 de octubre en el Palacio de la Alvorada, su residencia oficial en Brasilia.
En esa ocasión, Lula recibió cinco puntos de sutura en la nuca. Aunque las revisiones posteriores no indicaron complicaciones mayores, los médicos recomendaron que evitara viajar en avión durante un periodo por precaución. A pesar de estas recomendaciones, el mandatario continuó con su agenda oficial tras su recuperación inicial.
La caída obligó al presidente a cancelar un viaje a Rusia en octubre, donde iba a participar en la cumbre de los Brics.
Sin embargo, después de recibir el alta médica, retomó sus compromisos internacionales, incluyendo eventos de alta relevancia como la cumbre del G20 en Río de Janeiro y la reunión semestral de líderes del Mercosur en Montevideo.
Recuperación bajo observación
El hospital ha anunciado que se ofrecerá más información sobre su estado en una rueda de prensa programada. Por ahora, los médicos monitorean de cerca su recuperación tras una agenda que, en los últimos meses, se caracterizó por un intenso ritmo de trabajo desde su regreso al poder en enero de 2023. La expectativa es que Lula pueda recuperarse completamente tras este contratiempo de salud.
Esta situación subraya la importancia del cuidado médico continuo, especialmente para líderes cuya responsabilidad implica demandas físicas y emocionales significativas.
El vicepresidente brasileño Geraldo Alckmin será quien asumirá las funciones presidenciales, mientras el presidente Luiz Inácio Lula da Silva se recupera de la cirugía y recibe el alta médica.
Pronunciamientos oficiales el gobierno brasileño
Según indicó en conferencia de prensa el doctor Roberto Kalil, el mandatario ya se encuentra despierto, habla normalmente, come y no ha tenido consecuencias. Informó que permanecerá en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) durante 48 horas por precaución.
“Lula está estable, habla normalmente, come... No sufrió ninguna lesión cerebral, no tiene ningún riesgo cerebral”, acotó Kalil.
Por su parte, el neurocirujano Marcos Stavale explicó que el procedimiento al que se sometió Lula se llama trepanación, que es una pequeña perforación en el cráneo en la que se hacen pequeños agujeros para extraer la herida en el cerebro, y no fue necesaria una apertura más compleja de la cabeza.
“La cirugía duró alrededor de dos horas, el sangrado se localiza entre el cerebro y la membrana meníngea llamada duramadre, comprimiendo el cerebro. Se eliminó el hematoma, se descomprimió el cerebro y se conservaron sus funciones neurológicas”, detalló Stavale.
En tanto, la doctora Helena Germoglio contó haber acompañado al presidente en el vuelo desde el Palacio de Alvorada hasta San Pablo y que siempre estuvo lúcido. “Decidimos juntos trasladarnos al Sirio-Libanés, en San Pablo. Durante todo el vuelo el presidente estuvo lúcido, tal como lo está ahora”, sostuvo.