Juan Diego Peña, el único colombiano clasificado al Mundial de Bicipolo en Francia que trabaja como domiciliario para conseguir fondos

En entrevista con Infobae Colombia, el joven deportista busca apoyo urgente para viajar a Europa y disputar la competencia en agosto de 2023

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Campeonato Latinoamericano de Bicipolo Guadalajara 2017. Suministrada a Infobae Colombia
Campeonato Latinoamericano de Bicipolo Guadalajara 2017. Suministrada a Infobae Colombia

El bicipolo, también llamado ciclopolo y en inglés bikepolo, una variante del clásico polo a caballo, en el que los animales son reemplazados por bicicletas, “los caballitos de acero”.

El reglamento dice que en el bicipolo se enfrentan dos equipos, con tres participantes cada uno, aunque es válido disputar partidos hasta con cinco jugadores por equipo. Estos, montados en una bici, deben golpear una pelota con un bastón (conocido como mallet), pasarla a través de un arco y hacer un gol.

La cancha de cemento o césped tiene forma rectangular. A diferencia del fútbol, en este juego no hay arquero o portero. Y los jugadores no pueden bajarse de la bicicleta, pues tocar el suelo es una de las principales faltas.

Hoy día existen equipos oficiales de bicipolo en diferentes países del mundo. Inclusive, de manera periódica, se llevan a cabo ligas regionales, torneos nacionales e internacionales y mundiales.

En su actual modalidad de hardcourt bicipolo, el deporte se practica en Sudamérica en países como: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú y Uruguay.

El movimiento surgió alrededor de 2009 simultáneamente en Colombia y otros países de la región. En 2011 se realizó el primer torneo sudamericano en Santiago de Chile; el segundo fue en Buenos Aires (Argentina) en 2012, convocando un total de 35 equipos; y el tercero, fue en 2013 en São Paulo.

Sin embargo, la realidad es que esta actividad deportiva es desconocida para una inmensa mayoría de personas, a pesar de que nació en las calles, en un entorno en el que muchos jóvenes se reunían en sus tiempos libres para practicarlo.

Al ser el hardcourt una nueva tendencia, emergente y desconocida, hace que el apoyo sea escaso, que los aficionados sean pocos y que algunos de los mismos practicantes lo vean más como un pasatiempo que como un camino profesional. Sin embargo, no todos los deportistas desconocen el compromiso.

Juan Diego Peña Moreno es un joven bogotano de 27 años que ha dedicado parte de su vida al bicipolo. Su pasión por esta disciplina deportiva nació gracias a la influencia de dos amigos a quienes acostumbraba a ver jugar en los parques de la capital.

Movilizándose de un lado al otro en bicicleta, un día, por hobbie, quiso hacer inmersión propia y se metió a una cancha para disputar un partido de hardcourt bicipolo. Así lo relató para Infobae Colombia:

“Un viernes, mis amigos Sebastián y Fabián me invitaron a jugar. Les dije que sí y. entonces arrancamos a jugar. La primera vez que practiqué fue en el Parque El Tunal. Ese día me dio muy duro, por más que me movilizaba todos los días en bici, me dieron nervios. Fue difícil”, dijo.

Empezó de cero, habiendo oído del bicipolo en un pasar por el Parque Nacional, donde vio a otros jóvenes practicándolo. Su acercamiento directo con el deporte fue a principios de 2017. “Yo siempre he dicho que a mi no me gusta ver, sino me gusta estar dentro de la cancha.”

Al principio fue el “más malo” en los partidos, como él mismo dice, pero con el pasar del tiempo su interés por el deporte fue incrementando y sus ganas de practicarlo, también:

“Yo comencé a jugar y no sabía del alcance de este deporte. No sabía que habían mundiales, latinoamericanos… nada. En este momento sigo sin creerme hasta donde se puede llegar”, señaló.

En aquel 2017, al practicarlo con más frecuencia y considerar la posibilidad de ir a un torneo, Juan Diego y uno de sus amigos crearon su primer equipo de bicipolo llamado ‘Los Reyes Vagos’:

“Es el equipo que amo y siempre amaré. Jugar la primera liga en Bogotá y quedar subcampeones con equipo me exigió mucho más para dar. Se volvió una prioridad.”

Juan Diego Peña y su equipo en el Campeonato Distrital de Bicipolo en Bogotá 2019. Suministrada a Infobae Colombia
Juan Diego Peña y su equipo en el Campeonato Distrital de Bicipolo en Bogotá 2019. Suministrada a Infobae Colombia

Así fue, desde esa vez, le “echó más ganas”. Salía de la universidad, donde estudiaba periodismo, y se iba a entrenar. Tanto fue el compromiso de su parte, que le quedó gustando competir de manera profesional y junto con su equipo, decidieron dar el siguiente paso: ir al Latinoaricano en Guadalajara (México), ese mismo año.

Sin embargo, no contó con los inconvenientes que le esperaban. Si bien los logros que ha alcanzado Juan Diego, no son sólo de él y de su equipo, sino también lo son para el país que representa: Colombia, el apoyo que ha recibido del Gobierno nacional, del local y de empresas públicas o privadas, es nulo.

Prueba de ello ha sido el camino que ha forjado en el deporte con “uñas y dientes”: vendiendo camisetas, haciendo rifas, ahorrando de las onces para la universidad y dejando de comer muchas veces para poder costear los viáticos de cada competencia a la que ha ido. Lo que ha logrado, ha sido por mérito propio.

Además, a él, como a muchos atletas de bicipolo, le ha tocado hacer adaptaciones propias a su bicicleta y hasta construir sus propios mallets, pues proveedores de implementos deportivos para esta disciplina en Colombia no hay, y pedirlos desde Estados Unidos o cualquier otro país, resulta bastante costoso.

“El protector de disco es lo que más te exigen para competir, porque no tenerlo puede resultar peligroso en medio del contacto del juego. Yo no tuve hasta que llegué a México y lo pude comprar. Mientras tanto, le ponía un pedazo de cartón grueso de cajas.”

Y lo compró en un “gangazo”, una promoción de la que se enteró con sus compañeros de equipo, quienes reunieron entre todos para adquirirlo.

Si se desean características especiales que, sin duda facilitan la seguridad de los deportistas en la práctica del deporte, las bicicletas deberían tener los ejes cercanos, distancia pequeña entre rueda trasera y pedalier, tubo en posición casi vertical, frenos en las dos ruedas pero que respondan a un único comando y tapas de plástico para impedir que el mallet se trabe en los radios.

Así pues, la consigna del bicipolo ha sido “hágalo usted mismo”. Los mallets, por ejemplo, muchas veces se construyen con un tubo de aluminio, con un extremo plástico y un grip para mejorar el agarre. Las pelotas pueden ser las usadas en cualquiera de las variedades del hockey, pero al ser indispensables en el juego, igualmente, son costosas.

En su primer mundial, disputado en 2019 en Córdoba (Argentina), Juan Diego tuvo una participación destacada, ubicándose entre los diez mejores y siendo ‘Los Reyes Vagos’ el “Equipo Revelación” del torneo.

Mundial de Bicipolo Córdoba (Argentina) 2019. Juan Diego y 'Los Reyes Vagos' fueron el 'Equipo Revelación'. Suministrada a Infobae Colombia
Mundial de Bicipolo Córdoba (Argentina) 2019. Juan Diego y 'Los Reyes Vagos' fueron el 'Equipo Revelación'. Suministrada a Infobae Colombia

En 2022, fue invitado a un clasificatorio en México, uno de los torneos más competitivos de ese país. Allí, el objetivo era conseguir un equipo de grandes ligas que lo llevara a disputar más competencias internacionales. Y lo logró.

Actualmente, Juan Diego compite para el equipo Nahuales de México y es el único colombiano que clasificó al Mundial de Bicipolo en Francia, que se celebrará del 23 al 26 de agosto de 2023. De poder ir, sería su segundo mundial y el primero en Europa.

Clasificatorio de Bicipolo en México 2022. Suministrada a Infobae Colombia
Clasificatorio de Bicipolo en México 2022. Suministrada a Infobae Colombia

Tuvo que disputar dos torneos previos para llegar al mundial. En el clasificatorio en México debía llegar a la final para poder competir en un torneo norteamericano. Quedando subcampeones, en marzo de 2023, llegaron a San Luis Potosí:

“Ese norteamericano exigía mucho nivel, pues estadounidenses y canadienses eran potencia en el deporte. Allí teníamos que quedar entre los ocho primeros para clasificar al Mundial de Francia, y quedamos séptimos.”

Nahuales de México en el Norteamericano de Bicipolo 2023, en San Luis de Potosí (México). Suministrado a Infobae Colombia

Sus amigos, según dice, ya estaban mentalizados con lo que implicaba haber clasificado, pero él no. Él, en medio de la felicidad y de las ganas de llegar más lejos, lo sigue viendo como una posibilidad lejana:

“Yo tenía que salir de un viaje para meterme en otro. Al principio uno está muy feliz de haber clasificado, pero al aterrizar acá, uno se da cuenta que es muy difícil sin apoyo.”

Si bien el compromiso de sus compañeros de equipo y el apoyo de su familia y de algunos amigos ha sido vital para lograr que compita en otros países, en casi todas las oportunidades no ha sido suficiente.

Y es que, por más que se quiera ahorrar, ni Juan Diego, ni nadie, llega a este mundo “con el pan debajo del brazo”. Tiene anhelos de seguir compitiendo, de seguir disfrutando del bicipolo, pero también es consciente que tiene otras obligaciones y deudas, como todo el mundo.

Antes de disputar el propio Mundial de Francia, su gran batalla ahora es conseguir dinero para poder viajar. El equipo tiene hasta el sábado 10 de junio para confirmar su asistencia, de no ser así, podría poner en riesgo, incluso, a todo su equipo:

“Después de comparar precios y pensar que no voy a poder ir, la única opción sería decir que me lesioné para que mi equipo conserve el cupo al mundial, porque la organización exige que vayan todos los jugadores, los que clasificaron, no otros”.

Anda trabajando en Rappi por las noches para poder reunir hasta el último centavo posible de aquí al plazo de la confirmación. Su bici es la compañera 24 horas siete días a la semana, lo acompaña a entrenar, a competir, a dar una vuelta, pero también a trabajar.

En su mirada se le ve esperanza de lograr conseguir el apoyo que necesita, pero también se le ve cansancio. Juan Diego es un gran deportista, pero también ha luchado mucho por el deporte, casi siempre con la satisfacción de la victoria, pero con la frustración de no recibir ayuda:

“Siento que al ser un deporte tan desconocido, las instituciones no van a recibir un beneficio como con otros deportes masivos.”

Equipo Nahuales de México, donde compite el colombiano Juan Diego Peña. Suministrada a Infobae Colombia
Equipo Nahuales de México, donde compite el colombiano Juan Diego Peña. Suministrada a Infobae Colombia

Dice que esto que está haciendo por su carrera deportiva, es lo último. Y aunque en la voz se le nota el entusiasmo y amor por el bicipolo, si no recibe el apoyo que necesita para ir al mundial, consideraría renunciar al deporte.

Sin embargo, menciona que quedaría satisfecho de haber alzado la voz y pedir ayuda. Dar a conocer la dura realidad detrás de esta disciplina, dejará un legado:

“Esto más que por mí, lo hago por muchas otras personas que también hacen deportes alternativos o que no son conocidos y están en una situación similar.”, concluye.

¿Qué significado tiene el bicipolo en la vida de Juan Diego Peña?

¿Qué significado tiene el bicipolo en la vida de Juan Diego Peña? Infobae Colombia

Historia del bikepolo o bicipolo

A diferencia de lo que muchos creen, el bicipolo no es un deporte nuevo. Aunque actualmente hay variedades y nuevas tendencias en la disciplina, esta tuvo origen en Irlanda en 1891. Su creador fue Richar J. Mecredy, un irlandés que en su pasado había practicado ciclismo.

El primer partido se efectuó ese mismo año y para finales de siglo, se extendió a Gran Bretaña y Francia.

Richar J. Mecredy disputando uno de sus primeros partidos de bikepolo en 1891. Basement Bikes
Richar J. Mecredy disputando uno de sus primeros partidos de bikepolo en 1891. Basement Bikes

A comienzos del siglo XX, más exactamente en 1901, se llevó a cabo la primera competición internacional entre Irlanda e Inglaterra, y fue deporte de exhibición en los Juegos Olímpicos de Londres de 1908 con Irlanda como campeones en la final contra Alemania por tres goles a uno.

El bicipolo alcanzó su popularidad a mediados de los años 30, con la introducción de las ligas regionales en Gran Bretaña y en Francia con la creación de la liga francesa. Estos dos países se convirtieron en potencias mundiales en el deporte durante dicho periodo.

Pese a que la Segunda Guerra Mundial marcó el comienzo de la desaparición del Bikepolo en Gran Bretaña, la disciplina logró mantenerse en Francia.

En la década de 1980, el deporte se extendió a los continentes americano y asiático. Con este acontecimiento, surgieron dos nuevas potencias: la India y Estados Unidos. La Asociación de Polo del ciclo de la India fue creada oficialmente en 1966 y la Asociación de BikePolo de EUA fue creada en 1994.

Primer partido de Bikepolo en los Juegos Olímpicos de 1908. Soy Retro Blogspot
Primer partido de Bikepolo en los Juegos Olímpicos de 1908. Soy Retro Blogspot

En la década de 1990 empezó una escalada de partidos que culminó con el primer campeonato mundial organizado en 1996 en tierras estadounidenses. Equipos procedentes de la India, Estados Unidos y Canadá participaron con la victoria final de la India.

El siguiente campeonato se celebró en 1999 en Vancouver, Canadá, que también fue ganado por la selección India. A partir de entonces, el campeonato se convirtió en un acontecimiento periódico.

Un dato curioso del bicipolo, es que, tras su llegada a Norteamérica, quienes lo practicaban acostumbraban a utilizar las áreas de los parques públicos. Cuenta la leyenda que en Seattle (Estados Unidos), a uno de los deportistas lo vetaron las autoridades, por el estado en el que quedaba el césped después de los partidos.

Esta medida de protección que tomaron las autoridades hizo que surgiera la modalidad más popular del deporte en la actualidad, trasladándose a las calles, escenarios de asfalto y a veces de cemento.

El bicipolo tipo hardcourt, como su nombre lo indica, se juega en canchas duras: como las de tenis, hockey o fútbol de salón. En este caso, los equipos constan de 3 a 5 participantes, según la reglamentación local, que puede variar incluso entre ciudades o regiones en cada país. Las reglas generales establecen que:

  • Los jugadores no pueden tocar el suelo, el mallet, una bicicleta caída o ninguna otra superficie con el pie. Él que lo hace es penalizado.
  • El golpe para anotar debe ser un hit. Es decir, la bola solo puede ser golpeada con el extremo del palo, empuñado como un martillo.
  • Después del gol, el equipo anotador deberá permanecer en su extremo hasta que la bola o un individuo del equipo contrario supere la mitad de la cancha.
Equipo mixto Nahuales de México, con la participación del colombiano Juan Diego Peña. Norteamericano 2023. Suministrada a Infobae Colombia
Equipo mixto Nahuales de México, con la participación del colombiano Juan Diego Peña. Norteamericano 2023. Suministrada a Infobae Colombia

Actualmente, no es tan común ver equipos de bicipolo conformados por solo mujeres, pero en muchos países, incluido Colombia, y su capital Bogotá, existen equipos mixtos en donde las chicas también tienen destacada participación.