Adiós a un mito argentino: informe privado asegura que las exportaciones no provocan faltante en el mercado interno

Según la Fundación Fada, la Argentina tiene uno de los consumos per cápita más altos del mundo en los productos que exporta. Además, señala que el mercado interno y externo son “compatibles y complementarios”

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Informe privado asegura que las exportaciones no provocan faltante en el mercado interno (Presidencia)
Informe privado asegura que las exportaciones no provocan faltante en el mercado interno (Presidencia)

Las exportaciones agroindustriales son vitales para la Argentina, ya que generan el ingreso de más del 70% de las divisas genuinas en un país, que cuenta con una recurrente historia de crisis por la falta de dólares. Sin embargo, hace tiempo se instaló un debate respecto a la incompatibilidad entre el mercado interno y externo. Es decir, existe el “mito de que un kilogramo que se exporta es un kilogramo que un argentino deja de consumir”.

Para la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) esto no solo es falso, sino que ambos mercados son compatibles y complementarios. “La problemática no es que el campo exporte, sino que al país le cuesta generar empleo de calidad y bien remunerado, por lo que la gente tiene poco poder adquisitivo, y eso provoca complicaciones para el acceso económico a los alimentos”, remarcó David Miazzo, economista Jefe de Fada, en diálogo con Infobae

Detalle del impacto de las exportaciones (FADA)
Detalle del impacto de las exportaciones (FADA)

Además, Miazzo puso de relieve que “la exportación viene a ayudar, porque genera puestos de trabajo y actividad económica. Sirve en ese sentido. En el caso del pan y de la carne vacuna, tenemos los consumos más altos del mundo, pero al mismo tiempo somos uno de los mayores exportadores mundiales. Entonces, consumimos y exportamos mucho en términos de cantidades, por lo que las dos cosas son posibles”.

Y agregó: “Las exportaciones agroindustriales son una cadena que mueve empleos directos e indirectos, desde los insumos, el productor, el contratista, el maquinista, el camionero, la industria, el comercio, etc., en cada una de esas áreas se generan a su vez empleos indirectos. Pero además cada uno de esos trabajadores, con esos ingresos, consume, compra, invierte, en sus regiones, lo que impacta moviendo a la economía desde todos lados”.

Según el “Monitor de Exportaciones Agroindustriales”, elaborado por Fada, “no sólo no existe una dicotomía entre la exportación y el mercado interno, sino que sin exportación existiría un menor nivel de empleo y actividad económica a nivel país, y en particular en las regiones donde cada una de las producciones tienen mayor importancia”.

En este sentido, se pueden utilizar dos ejemplos que reflejan la posibilidad de abastecer un mercado interno con alto consumo y al mismo tiempo realizar grandes exportaciones en volumen: el trigo y la carne vacuna.

En lo que respecta a la carne vacuna, Argentina es uno de los mayores exportadores a nivel mundial, ocupando el puesto número cinco en el ranking, con una exportación que alcanza el 27% del total producido. Pero, a la vez, el argentino es uno de los mayores consumidores de carne del mundo, con 51 kilogramos por persona al año.

Por el lado del pan, ocurre algo similar, ya que vendemos a otros países el 63% de la producción de trigo nacional, pero comemos 72 kilogramos de pan por persona. “Es decir que, podemos cubrir el consumo interno y al mismo tiempo exportar”, remarcó la entidad.

Por otro lado, Miazzo puso de relieve que cuando se intentó “cuidar la mesa de los argentinos” con restricciones a la exportación y un alto nivel de retenciones con el objetivo de abaratar el costo de los alimentos, no solo se desalentó la exportación y el consecuente ingreso de divisas, sino que también se afectó la producción de alimentos.

Según el informe, la Argentina comercializa a otros países el 63% de la producción de trigo, pero comemos 72 kilogramos de pan por persona (FADA)
Según el informe, la Argentina comercializa a otros países el 63% de la producción de trigo, pero comemos 72 kilogramos de pan por persona (FADA)

“Ante una mirada muy simple, se dice ’¿Por qué el precio del trigo tiene que estar atado al precio del dólar si lo producimos acá? ¿Para qué se lo exporta? o ¿Por qué mejor no lo exportamos así está más barato para los argentinos? De hecho los derechos de exportación y las restricciones para exportar eran para eso. Ese era el argumento, pero dichas soluciones son de muy corto plazo. No dejo exportar para que eso quede acá y cuando eso pasa tiende a bajar los precios al corto plazo, porque no hay donde colocarlo. Pero, a mediano y largo plazo lo que pasa con esta combinación de derechos de exportación, más las restricciones, es que llegamos a perder la mitad de la producción y pasar a tener el trigo más caro del mundo”, explicó Miazzo.

Inserción internacional

Argentina es uno de los principales agroexportadores del mundo, con una producción no solo orientada a satisfacer las necesidades internas, sino también a abastecer los mercados internacionales. Tal es así, que si se tiene en cuenta la producción de los 19 principales complejos agroindustriales en 2019, se puede verificar que el país exporta el 52% de lo que produce.

El complejo que encabeza el ranking de inserción internacional es el del té, con el 94% de su producción exportada, seguida por el del limón con 91% y ocupando el séptimo lugar entre los principales exportadores a nivel mundial y por el de las legumbres, con el 82% de lo que se produce que se destina al mercado externo.

En carne vacuna nuestro país exporta el 27% del total producido. Pero, a la vez, el argentino es uno de los mayores consumidores de carne del mundo, con 51 kilogramos por persona al año (FADA)
En carne vacuna nuestro país exporta el 27% del total producido. Pero, a la vez, el argentino es uno de los mayores consumidores de carne del mundo, con 51 kilogramos por persona al año (FADA)

Por su parte, los complejos de mayor importancia económica en lo que respecta a la generación de divisas por despachos al exterior, como lo son el sojero, maicero y triguero, también se destacan por su alta participación de las exportaciones en el total producido. Así, el 81% de la soja y subproductos tienen como destino la exportación, mientras que los productos embarcados del complejo maíz representan el 64% y el del trigo el 63%.

El informe de Fada también señaló que la agroindustria argentina aportó en concepto de retenciones durante el primer semestre del año más de 3.600 millones de dólares. Esto significa que del total exportado por el sector durante dicho período, que cerró en poco más de USD 20.000 millones, casi el 20% quedaron en las arcas del Estado nacional.

Según el desagregado publicado por Fada, el mayor aportante en concepto de retenciones fue el complejo sojero (la cadena que más tributa con un derecho de exportación del 33%) con USD 2.510 millones, concentrando el 69% del monto total de retenciones. A este le sigue en importancia, pero muy alejado, el complejo del maíz con USD 398 millones y más atrás el triguero, con USD 215 millones. Si a éstos se le suman la alícuota que paga la cebada, el girasol, el maní y el arroz, junto a sus subproductos, se puede decir que la cadena de cereales y oleaginosas representan el 89% del total aportado.

En lo que respecta a las exportaciones pecuarias, el complejo bovino es el más importante con 136 millones de dólares, seguido por el pesquero con USD 51 millones, el lácteo con USD 41 millones y el avícola con USD 15,7 millones , entre otros. En cuanto a economías regionales, el complejo de la uva aportó USD 19,5 millones, el del limón USD 12,1 millones y el de peras y manzanas, 11,6 millones de dólares.

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