Promoviendo más niñas en la ciencia

En el mundo, solo el 35% de las personas que estudian carreras vinculadas a ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) en educación superior son mujeres

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Niñas en la ciencia. REUTERS/Fabrizio
Niñas en la ciencia. REUTERS/Fabrizio Bensch

El 11 de febrero es el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, con el objetivo de lograr el acceso y la participación plena y equitativa de las mujeres y niñas en la ciencia.

El acceso a los conocimientos y beneficios científicos sigue siendo desigual. Pese a ello, todos coincidimos en que la solución a los grandes retos de la humanidad, desde los problemas derivados del cambio climático, el acceso a alimentos, agua limpia y energía, hasta la protección frente a futuras pandemias o ataques a la seguridad de los países, pasan por el desarrollo científico y tecnológico.

En el mundo, solo el 35% de las personas que estudian carreras vinculadas a ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) en educación superior son mujeres y un exiguo 3% de las mujeres eligen disciplinas vinculadas a la tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Prueba de ello es que solo 17 mujeres han ganado el Premio Nobel de Física, Química o Medicina desde que en el año 1903 Marie Curie rompió el techo de cristal, en comparación con 572 nobeles masculinos. De hecho, todavía hoy el 72% de los investigadores en el mundo son hombres.

Esta inequidad no es fruto de la casualidad, existen razones culturales, sociales y educativas vinculadas a esta situación. El infome “Descifrar el código: La educación de las niñas y las mujeres en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM)” publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), analiza los factores individuales, familiares, escolares y sociales que pueden explicar la baja participación de las mujeres en la ciencia mundial, ya que la estructura y el desarrollo cerebral, la genética, la neurociencia y las hormonas, demuestra que la brecha de género en las áreas STEM no resulta de diferencias biológicas o en aptitudes innatas sino que el aprendizaje parece estar influenciado por la experiencia y puede mejorarse mediante intervenciones dirigidas, con mayor incidencia si se realizan desde edades tempranas.

Los resultados del último estudio PISA- el conocido estudio llevado a cabo por la OCDE que mide el rendimiento académico de los alumnos en matemáticas, ciencia y lectura en el mundo- datan lamentablemente del año 2018, pero ya evidenciaban una diferencia de 11 puntos entre el resultado promedio de las mujeres (406 puntos) y la de los hombres (395 puntos). Esta diferencia estadísticamente significativa es recurrente en las evaluaciones nacionales del área de comunicación desde 2016. Sin embargo, el puntaje en matemáticas de los niños da mejores resultados, con 16 puntos de brecha respecto a las niñas. Si bien en 2018 tanto hombres como mujeres incrementaron de manera significativa sus puntajes promedio con relación al ciclo anterior, esta mejora fue mayor para los hombres (17 puntos) que para las mujeres (10 puntos).

El talento de niñas y mujeres es crítico para sacar adelante todos los retos que afrontamos en el Perú. Las políticas para aumentar su participación en las disciplinas STEM han sido identificadas: sistemas de educación modernos e inclusivos, docentes especializados que traten a los alumnos y alumnas sin distinciones, contenidos y materiales que enlacen los conceptos abstractos con situaciones de la vida real, actividades extra escolares como campamentos, viajes a campo y otras prácticas que se alejen del puro trabajo memorístico y de repetición, ayudan a involucrar a niños y niñas. Además, desde las direcciones escolares, no se puede descuidar la protección física y psicológica de las niñas, con instalaciones sanitarias dignas, sistemas de aseguramiento de un entorno libre de bullying, violencia y abuso de los menores por parte del personal y entre estudiantes, y desde las familias y la sociedad, seguir colaborando para prevenir el embarazo adolescente y la discriminación de las niñas que abandonan el colegio por quedarse embarazadas o ser estigmatizadas como víctimas de algún abuso.

Todos los niños y niñas nacen con curiosidad por explorar el mundo que les rodea. Solo necesitan que les demos las herramientas necesarias, sin importar su origen rural o urbano, su género o su situación económica, y la libertad de poder utilizarlas en un entorno seguro, donde se promueva la autoestima y la igualdad con los cuidados adecuados para que crezcan soñando que serán los próximos Linus Carl Pauling o las siguientes Marie Curie.

(pág 26- INFORME UNESCO)

(pág 32-INFORME UNESCO)

(pág 96 informe PISA)

(pág 122 – INFORME PISA 2018)

Fuentes