Fue al hospital por una tos y regresó a su hogar sin ambas piernas y un brazo

Una extraña enfermedad hizo que tras los síntomas de una pequeña infección fuera necesario amputar sus extremidades

Compartir
Compartir articulo
Jayne Carpenter, actualmente de 51 años de edad, solía ser una enfermera en Merthyr Tydfil, Gales (Foto: Instagram)
Jayne Carpenter, actualmente de 51 años de edad, solía ser una enfermera en Merthyr Tydfil, Gales (Foto: Instagram)

La vida de Jayne Carpenter dio un giro inesperado cuando la mujer originaria del sur de Gales fue al hospital por lo que pensó que era una simple tos, pero que fue, en realidad, una sepsis que le cambió la vida. 

Sus síntomas comenzaron en abril de 2016, cuando comenzó con dolores en la espalda y falta de aire al hacer simples movimientos. 

"Estaba caminando con mi esposo, Rob, y Harriet, nuestra perra, y empecé a sentir un dolor cuando respiraba, así que creí que era una infección, pero cuando me levanté al día siguiente, estaba tosiendo y tenía un tipo de flema muy oscura y no podía respirar, lo que era raro para mí, porque siempre he sido muy activa", dijo en una entrevista para la Universidad de Cardiff. 

Carpenter, cuyo trabajo antes de este suceso era de enfermera, reconoció que necesitaba antibióticos, sin embargo, no se imaginó que fuera un caso de sepsis. Así que llamó a una clínica cercana, donde le recomendaron ir a una sala de emergencias. 

A tres años de su enfermedad, Carpenter trata poco a poco de recuperar su vida (Foto: Instagram)
A tres años de su enfermedad, Carpenter trata poco a poco de recuperar su vida (Foto: Instagram)

Al llegar al hospital los doctores pensaron que se trataba de neumonía, pero su condición fue empeorando hasta que cayó en un coma debido al shock séptico, que hizo que sus órganos fallaran. 

Cuando despertó, Carpenter sufrió una amputación cuádruple, los doctores le advirtieron a su esposo que si no tomaban estas medidas, Carpenter no sobreviviría. 

En total la ex enfermera perdió las dos piernas, el brazo izquierdo justo debajo del codo y cuatro dedos de la mano derecha. Aunque su pulgar estaba siendo invadido por tejido necrótico, los doctores se empeñaron en salvar ese dedo restante, pues haría la diferencia entre la dependencia total o un poco más de autonomía.

Lee: La extraña enfermedad de Fabry, el padecimiento que afecta a solo 400 argentinos

"En estos tres años he batallado mucho, pensaba que mi vida no podría mejorar más allá de lo que veía al principio. Hubo tres veces en las que estuve cerca de terminar con mi vida, ha sido horrendo", dijo al diario Daily Mail.

Carpenter ha descrito el proceso como un largo período de luto en donde se ha tenido que despedir de la vida que antes tuvo y de la habilidad de poder hacer cosas, como poder ir a nadar. 

"No puedo ponerme mi joyería, dependo de mi esposo para ponerme zapatos, eso me quita feminidad. Trato de hacer lo que más puedo, pero le pido a Robert que haga mucho, y él ha sido mi verdadera roca", confesó Carpenter.

La mujer estuvo nueve semanas en coma (Foto: Instagram)
La mujer estuvo nueve semanas en coma (Foto: Instagram)

Sin embargo, no siempre lo vio de esa manera, puesto que recién operada ella no se creía lo suficiente para su esposo. "Le dije que podía dejarme si quería", confesó. 

Pero Rob no hizo caso a lo que su esposa le decía. "Me casé contigo no por tus piernas o por tus brazos, sino porque te amo", confesó. 

Por el momento Jayne está tratando de reunir GBP 265.000 (aproximadamente MXN 6 millones 420.552) a través de la página GoFundMe para unas prótesis de última tecnología.

"Cambiarían mi vida por completo, me podrían regresar mi libertad e independencia", concluyó Carpenter. 

Lee: Vivir con una enfermedad poco frecuente: 3 historias de vida y un desgastante común denominador

De acuerdo con el Centro Para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) la sepsis se puede disparar cuando una infección que ya estaba en el cuerpo desencadena una reacción alrededor de este, pero puede ser tratada si se descubre a tiempo. El 13 de septiembre es el Día Mundial de la Sepsis, para crear conciencia acerca de esta enfermedad.