La justicia belga examina la orden de detención europea contra el destituido presidente catalán Carles Puigdemont

Los abogados del líder alegan "histeria judicial" en España y rechazarán la ejecución de la orden al considerar que la detención es producto de un "juicio político"

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(AP)
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La justicia belga examina este viernes la orden de detención europea emitida hace dos semanas por la justicia española contra el presidente catalán destituido Carles Puigdemont y otros cuatro miembros de su gobierno presentes en Bélgica, que rechazan su entrega.

Los cinco dirigentes independentistas catalanes se instalaron en Bruselas después de que el Gobierno central español destituyera al Ejecutivo catalán, disolviera el Parlamento y convocara elecciones para el 21 de diciembre en reacción a la declaración unilateral de independencia del 27 de octubre.

Consideran que no cuentan con las garantías necesarias para un proceso justo en España, donde otros ocho miembros del Gobierno regional destituido fueron acusados y puestos en prisión provisional.

Sus abogados belgas, que denuncian una "histeria judicial" en España, rechazarán la ejecución de la euroorden de detención, que según ellos es fruto de un "juicio político".

Si se aprobara la demanda de Madrid, prevén agotar todos los recursos posibles, lo que podría prolongar el juicio al menos hasta enero.

Carles Puigdemont y su abogado, el belga Paul Bekaert, durante una audiencia con el juez en Bruselas (Reuters)
Carles Puigdemont y su abogado, el belga Paul Bekaert, durante una audiencia con el juez en Bruselas (Reuters)

La audiencia, prevista el viernes a las 14:00 ante la Cámara del Consejo, dependiente del tribunal de primera instancia flamenco de Bruselas, se celebrará a puerta cerrada. El juez único tendrá "entre ocho y 10 días" para pronunciarse, según los abogados.

Carles Puigdemont y los cuatro ex miembros de su Ejecutivo –Antoni Comín (Sanidad), Clara Ponsatí (Educación), Meritxell Serret (Agricultura) y Lluís Puig (Cultura)- deben estar presentes en la audiencia.

El 5 de noviembre, se entregaron a las autoridades belgas. Tras declarar, un juez de instrucción decidió ponerlos en libertad condicional con la prohibición de salir de Bélgica sin autorización del juez, obligación de comunicar su dirección y de obedecer a todas las citaciones de la justicia y la policía.

Los cinco responsables independentistas están acusados por la justicia española de "rebelión", "sedición" y "malversación". El delito de sedición es pasible de hasta 30 años de prisión.

La estancia de Carles Puigdemont en Bélgica puso en un aprieto al Gobierno belga y generó roces entre Bruselas y Madrid.

Si la justicia toma una decisión contraria a la petición española, habrá una crisis

El partido nacionalista Nueva Alianza Flamenca (N-VA) es uno de los pilares de la coalición en el poder, y varias de sus figuras emblemáticas, como el ministro del Interior, Jan Jambon, expresaron su simpatía con los catalanes.

"Si la justicia toma una decisión contraria a la petición española, habrá una crisis", vaticinó recientemente la politóloga belga Emilie Van Haute, interrogada por la AFP.

Su paso por Bruselas también hará que la campaña para las elecciones regionales del 21 de diciembre en Cataluña sea atípica.

El presidente destituido quiere ser candidato a las elecciones al frente de una lista "transversal" apoyada por su partido, el Partido Demócrata Catalán (PDeCAT, conservador).

Este viernes, los candidatos deben presentar oficialmente sus candidaturas.

El presidente de la asociación independentista Asamblea Nacional Catalana, Jordi Sánchez, quien se encuentra en prisión preventiva, suena como número dos de la lista.

Con información de AFP

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