Comenzó a trabajar el gobierno para la transición catalana designado por Mariano Rajoy

Los funcionarios elegidos por el Ejecutivo español comenzaron sus tareas. La vicepresidente Soraya Sáenz de Santamaría coordinará la gestión hasta las elecciones del 21 de diciembre

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(@M_Presidencia)
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El Ejecutivo español reunió sábado a los subsecretarios de los departamentos ministeriales que asumieron las competencias de las consellerias de la Generalitat de Cataluña para comenzar a planificar "las distintas actuaciones que se llevarán a cabo a partir de hoy", tras la entrada en vigor de las medidas contempladas en la activación del artículo 155 de la Constitución, detalló Europa Press.

En las imágenes difundidas por la Moncloa, aparecen el secretario de Estado para las Administraciones Territoriales, Roberto Bermúdez de Castro, presidiendo la reunión. El objetivo es devolverle al gobierno catalán "un orden constitucional y legal vigente" y de "garantizar el funcionamiento" de la administración pública autonómica y de sus empresas, organismos y servicios.

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Cataluña se despertó este sábado en calma y bajo control de la vicepresidenta del gobierno español Soraya Sáenz de Santamaría tras una declaración de independencia no reconocida internacionalmente.

El presidente del gobierno español, el conservador Mariano Rajoy, enfrentado al mayor desafío de la democracia española, se mueve con rapidez para evitar cualquier vacío de poder. Convocó elecciones regionales anticipadas para el 21 de diciembre y nombró a su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, para asumir los asuntos en Cataluña.

También destituyó al jefe de la policía regional, Josep Lluis Trapero, al mando operativo de 16.000 agentes, los Mossos d'Esquadra.

Decenas de altos funcionarios del gobierno catalán también cesarán en sus cargos y desaparecen algunos órganos de gobierno de la Generalitat, como las delegaciones en el extranjero o un consejo asesor para la transición nacional.

La fiscalía general prepara una querella contra el destituido presidente catalán Carles Puigdemont, de 54 años, por rebelión, que puede acarrear una pena de cárcel de hasta 30 años.

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