Elecciones 2022: el latente peligro de atentar contra la democracia o reivindicarla

En México está documentado el acoso desde el poder a las autoridades electorales que han hecho posible la existencia de gobiernos municipales, estatales y federal, emanados de la legitimidad de las urnas

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Fotoarte: (Infobae México)
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En los últimos años se ha producido un deterioro en la salud de distintas democracias en el mundo. En México está documentado el acoso desde el poder a las autoridades electorales que han hecho posible la existencia de gobiernos municipales, estatales y federal, emanados de la legitimidad de las urnas. Los ataques no son sólo contra el Instituto Nacional Electoral (INE), al que en la iniciativa de reforma del Ejecutivo se propone quitar la facultad originaria de conformar el padrón electoral o desaparecer su estructura territorial permanente. También hay medidas contra los Organismos Públicos Locales electorales (OPLEs).

Una muestra de ello es lo ocurrido con el Instituto Electoral de la Ciudad de México, al que el Congreso de la capital le ha impuesto una reforma legislativa para desaparecer cinco áreas estratégicas para cumplir con su misión, medida que se suma a las acciones anticonstitucionales del gobierno capitalino de modificar de forma unilateral la solicitud presupuestal de un organismo autónomo.

A la vez, los OPLEs de Campeche, Colima, Morelos, Durango, Nayarit o Zacatecas sufren serios recortes presupuestales, retrasos en sus ministraciones o negativas de ampliaciones que ponen en riesgo el cumplimiento de sus atribuciones constitucionales y, peor aún, la sobrevivencia de un sistema electoral autónomo y profesional.

Por ello las elecciones de 2022 son una oportunidad para que la ciudadanía reivindique su vocación democrática a través de su participación. No existe mejor respaldo al sistema democrático que se ha construido en los últimos treinta años que votando. Así, en gerundio. No existe mejor defensa a las instituciones y normas electorales que como sociedad nos hemos dado que la de participar recibiendo y contando los sufragios de las mexicanas (os) y la de ejercer un derecho que produce un resultado extraordinario: la transmisión pacífica del poder.

El cinco de junio se eligen cuatrocientos treinta y cargos de elección popular. Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas renovarán sus gubernaturas, además de congresos locales (Quintana Roo, Tamaulipas) y Ayuntamientos (Durango y Tamaulipas).

Desde 2014, el INE tiene atribuciones en las elecciones locales. La reforma Constitucional de ese año diseñó un esquema que colocó al INE como rector del sistema electoral nacional. El objetivo fue homologar la calidad en la organización de las elecciones sin vulnerar el sistema federal en el que se basa nuestro orden político. A partir de entonces la coordinación entre el INE y los institutos electorales locales se ha perfeccionado. Y ha funcionado. Se han realizado de forma conjunta más de 300 comicios y se han renovado más de siete mil quinientos cargos, se han contabilizado más de 300 millones votos que han sido depositados en más de 700,000 casillas. Se ha dirimido el poder por los cauces institucionales, bajo el marco legal y respetando la pluralidad política que se recrea a nivel local.

Las elecciones de este año no serán la excepción: casi doce millones de personas podrán ejercer su derecho al voto. Además, seis mil son mexicanas y mexicanos que residen en el extranjero y que podrán votar por las gubernaturas de Aguascalientes, Durango, Oaxaca y Tamaulipas de forma postal o por internet ya que sus constituciones locales así lo permiten. Una novedad es que ciento treinta personas podrán sufragar desde prisión en Hidalgo por encontrarse en prisión preventiva y cumplir con los requisitos legales y ciento veintiocho ejercerán un voto anticipado en Aguascalientes. Respecto de esta modalidad, esta es la primera vez que se realiza una prueba piloto que ofrece a personas con alguna discapacidad la posibilidad de votar de forma anticipada vía postal para que no tengan que desplazarse o salir de su casa.

En los territorios de las seis entidades federativas con elecciones se instalarán más de veintiún mil casillas. De los lugares donde se instalarán, casi la mitad son escuelas y una tercera parte lugares públicos como parques o alamedas, y las demás estarán en oficinas o en domicilios particulares con los que también contribuye la ciudadanía. En todas se privilegia la cercanía y la accesibilidad de las y los mexicanos y en todas habrá una boleta esperando a ser marcada.

La autoridad electoral visitó a 1.6 millones de personas en sus domicilios para invitarlos a participar y capacitarlos como funcionarias (os) de casilla. Las mesas de votación volverán a ser los lugares más plurales y vigilados: son los vecinos y vecinas seleccionados al azar quienes recibirán, registrarán y contarán los votos, serán vigilados por más de 6 mil observadores (as) registrados y casi 400,000 representantes de partidos políticos y candidaturas independientes.

Por otro lado, los institutos locales registraron y aprobaron más de 3,000 candidaturas; participarán quince partidos políticos, ocho de ellos partidos locales, y veintidós candidaturas independientes.

La noche de la jornada electoral la ciudadanía conocerá de los resultados de la votación. Por un lado, el Programa de Resultados Electorales Preliminares operará a cargo de cada instituto local desde las 20:00 horas y será de acceso público a través de internet.

Asimismo, hacia las diez de la noche cada OPL dará a conocer los resultados de los conteos rápidos y el miércoles 8 de junio se realizarán los cómputos distritales.

No hay mejor escuela de democracia que las elecciones limpias. Son una sana costumbre en el horizonte mexicano que no podemos darnos el lujo de perder.

Teitter: @CiroMurayamaINE