El escalofriante secreto de la calle de Jesús María en el centro de la CDMX

Durante la época colonial hubo una joven recurrió a medidas extremas para evitar que sucedieran más muertes

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La quemada vivió en esta calle (Foto: Captura de pantalla/Google Maps)
La quemada vivió en esta calle (Foto: Captura de pantalla/Google Maps)

Caminar por el Centro Histórico de la Ciudad de México puede ser una experiencia única en su tipo para cualquiera, desde los rincones donde se venden todo tipo de útiles escolares, hasta los vestidos de novias o, incluso, lentes de todo tipo. Sin embargo, hay una calle en particular que es recordada por una antigua leyenda.

Se trata de la calle Jesús María y es ahí, cuando según cuentan las historias, en la época colonial vivía una mujer llamada Beatriz que era sumamente hermosa. De acuerdo con las descripciones que han hecho de ella se ha dicho que era de tez blanca, con facciones finas y cabello largo.

La joven vivía con su padre, Don Gonzalo Espinoza de Guevara, quién era muy reconocido en aquel entonces y además tenía mucho dinero.

Sin embargo, todo comenzó cuando las personas de alrededor notaron que Beatriz no sólo era muy bonita, sino que era amable. Entonces muchos hombres cayeron rápidamente flechados y comenzaron a cortejarla de todas las formas posibles.

Ante esta situación, su padre comenzó a preocuparse, ya que no deseaba que su hija entablara una relación con una mala persona o alguien que le hiciera daño. Por ello, habló con Beatriz y ella constantemente rechazaba a todos los pretendientes que acudían su casa para externarle su amor.

La mujer salía siempre con un velo (Foto: Dafne García)
La mujer salía siempre con un velo (Foto: Dafne García)

Pero todo cambió desde el momento en que llegó Martín de Seópolli, un joven italiano que no sólo era apuesto, sino que se enamoró de Beatriz al momento de verla y decidió hacer todo lo que estuviera en sus manos para enamorarla y poder estar con ella.

Así, se puso a pensar qué es lo que debía hacer para conseguir su objetivo y se dio cuenta que los demás pretendientes de la joven podrían resultarle un estorbo o dificultad para llegar al corazón de su amada. Fue así que Martín tomó la dura decisión de matar a cada hombre que la cortejara y sí ser la única opción viable.

El italiano esperaba en esta calle del Centro Histórico cada noche para poder pelear con aquellos que aparecieran con los mismos fines de conseguir el amor de la muchacha. No obstante, aunque para Martín todo parecía ir bien, el efecto que esta situación tuvo en Beatriz fue irreparable.

La joven, al despertarse cada mañana y ver que siempre había un hombre muerto a su puerta comenzó a sentirse mal y desesperada. Por ello, en un momento de arrebato tomó la decisión de poner punto final a esta situación.

El centro es un lugar con muchas historias (Foto: Mario Jasso/Cuartoscuro)
El centro es un lugar con muchas historias (Foto: Mario Jasso/Cuartoscuro)

Un día, el papá de Beatriz salió de la casa y ella aprovechó el momento para tomar un carbón y ponerlo al fuego. Así, cuando estuvo al rojo vivo, se lo puso en la cara para quemarse y quedar desfigurada de una vez por todas. Pero, los gritos de la muchacha al momento de incendiarse hicieron que los trabajadores de la casa fueran a auxiliarla. Desde entonces se le conoció como “La Quemada”.

Cuando Martín se enteró del acontecimiento, lo primero que hizo fue ir a visitarla y le dijo al papá de la joven que él estaba perdidamente enamorado de Beatriz, no sólo por su apariencia anterior, sino por su forma de ser. Ante tal revelación, Don Gonzalo dio su visto bueno y su hija comenzó a salir con el italiano.

Al poco tiempo, ambos se enamoraron y se casaron. Pero, algo que se recuerda es que desde el día del trágico momento, ella salía a la calle siempre con un velo en su rostro para que nadie pudiera verlo. Algunas personas se espantaban cuando la observaban, sin embargo, después de pocos segundos se daban cuenta que era Beatriz y el miedo se iba de sus caras.