Desde la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero urgió a las instituciones de educación superior garantizar un ambiente libre de violencia contra las mujeres.
En reunión virtual con representantes de otras instituciones públicas, la secretaria consideró que con esto, las mujeres podrán ejercer su autonomía como estudiantes o profesionistas “sin temor ni riesgo”.
“Con esta acción se están generando espacios seguros como cimiento para una nueva vida para las mujeres mexicanas. Cada tipo de violencia en cada ámbito tiene características específicas y no deberíamos permitirlas, por eso las estrategias instrumentadas deben considerar las características y contextos propios de cada tipo de violencia para tener mayores posibilidades de éxito en cada región del país”, consideró.
En este contexto, agregó que la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia considera a la violencia laboral y docente como una modalidad de violencia de género.
Por lo anterior, la funcionaria pública federal enfatizó que “el hostigamiento y el acoso sexual, consisten en el ejercicio abusivo del poder, ya sea en una relación de subordinación o no”.
Lo anterior, surgió en la primera reunión de coordinación interinstitucional entre la Secretaría de Gobernación, la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim); la Subsecretaría de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública (SEP); el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y los Centros de Justicia para las Mujeres (CJM).
El objetivo principal fue fortalecer y brindar servicios de orientación, atención y sanción para casos de hostigamiento sexual y de acoso sexual que se presenten en las Instituciones de Educación Superior (IES) mediante la colaboración de los CJM.
En este contexto, desde la Subsecretaría de Educación Superior, se informó de los casos más denunciados por las alumnas en las instituciones universitarias en lo que va de 2021:
En el primer puesto están las agresiones físicas con 35.7 por ciento, cometidas en su mayoría por compañeros.
En segundo lugar destacaron las actitudes discriminatorias y las agresiones emocionales con 18.4 por ciento, la mayoría cometidas por personal docente masculino.
Con el 4.2 % empataron el acecho, así como las insinuaciones sexuales o insultos vía mensaje o red social.
En el último lugar están los ataques con algún tipo de arma que acumuló el 1.5 % de las denuncias.
Sin embargo, advirtieron que desde la entrada de la Cuarta Transformación a la presidencia de México, se ha propuesto la transformación radical de los protocolos en la educación superior, con el objetivo de “hacer visible, atender y sancionar la violencia que sufren las mujeres en ese ámbito”.
“Es esencial que en todos los subsistemas de la educación superior, las mujeres puedan ejercer y hacer efectivo su derecho a la igualdad y justicia de género, y a la diversidad sexual”, puntualizó el secretario Concheiro Bórquez.
Por lo anterior, se estableció que la estrategia a seguir será en el marco de las Directrices para elaborar e implementar mecanismos para la prevención, atención y sanción del hostigamiento sexual y del acoso sexual en las Instituciones de Educación Superior.
“Éstas, al ser un eje de actuación general que tiene como objetivo brindar una atención oportuna a las víctimas de hostigamiento y acoso sexual, así como para instalar las capacidades en el personal que integra las IES, las cuales constituyen en el país un universo de 3 mil 231″, indicaron a través de un comunicado.
Finalmente, se acordó que en las próximas semanas se formalizará la vinculación de los CJM con las Instancias de las Mujeres en las Entidades Federativas (IMEF), para seguir fortaleciendo la atención integral de las víctimas en coordinación con las IES.
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