A qué empresas del CJNG estuvo ligada la hija del “Mencho” para ser enviada a prisión

Seis cuentas fueron señalas por una auditoría para acusarla de tener un esquema de lavado de dinero

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La misma persona que atestiguó esa reunión, también dijo que en 2013, el “Mencho” le encargó a su hija “coordinar el negocio completo” de las cabañas donde se habían reunido. (Foto: @DEAHQ / Twitter)
La misma persona que atestiguó esa reunión, también dijo que en 2013, el “Mencho” le encargó a su hija “coordinar el negocio completo” de las cabañas donde se habían reunido. (Foto: @DEAHQ / Twitter)

La hija de Nemesio Oseguera Cervantes, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, mejor conocido como el “Mencho”, fue sentenciada el pasado 11 de junio a dos años y medio de cárcel por hacer participado financieramente con el grupo del crimen organizado por medio de cinco empresas.

La mujer fue acusada por las autoridades estadounidenses de ser parte de un esquema de lavado de dinero del que formaron parte un restaurante, una marca de tequila, unas cabañas, una empresa agrónoma y una empresa de publicidad.

De acuerdo con Milenio, Jessica Oseguera González se reunió con su padre por lo menos en dos ocasiones en las cabañas de su propiedad y recibió el encargo de supervisar libros contables para atender ciertas preocupaciones de los robos del cártel, según un testigo.

Esto habría ocurrido en el 2011, pero, además, la misma persona que atestiguó esa reunión, también dijo que en 2013, el “Mencho” le encargó a su hija “coordinar el negocio completo” de las cabañas donde se habían reunido.

Mizu Sushi fue la empresa que tuvo mayor foco de la fiscalía estadounidense, pues aunque se encontraron inconsistencias con un esquema de lavado. Y es que para lograr reducir la sentencia, los abogados de Jessica contrataron a la empresa B. Riley, quien se especializa en casos de este tipo y habría llevado a cabo una auditoría de seis cuentas de la imputada.

Entre los alegatos a favor de Oseguera González, estuvo que las cuentas coincidían con las de una empresa pequeña. Además, el periodista Ángel Hernández señaló que los ingresos de esa cuenta venían de pagos con tarjetas bancarias y en pocas ocasiones con dinero en efectivo, a parte de que habría pagado sus impuesto al Servicio de Administración Tributaria (SAT).

A pesar de eso y de que no se encontraron pagos para las empresas Tequila Onze Black, las Cabañas Las Flores y JJGON, la empresa que terminó por llamarse Kenzo Sushi generó 30 millones de pesos en cinco años y tenía dos cuenta ligadas a Rosalinda González, madre de la mujer ahora privada de su libertad, quien también fue a la cárcel por nexos con el cártel.

La empresa que terminó por llamarse Kenzo Sushi generó 30 millones de pesos en cinco años  (Foto: Infobae México/Jovani Silva)
La empresa que terminó por llamarse Kenzo Sushi generó 30 millones de pesos en cinco años (Foto: Infobae México/Jovani Silva)

El medio mexicano recalcó que la auditoría se contradice, pues dos cuentas de Jessica Johana si tuvieron incremento de ingresos. Sin embargo la justificación fue que no era dinero, sino gastos de operación, en otras palabras, la fiscalía no contaba los gastos de mantenimiento y operación.

Antes de ser sentenciada, la hija del “Mencho”, su madre y su hijo mayor enviaron cartas a la jueza que prescindió el caso para pedirle piedad en la sentencia.

“Acepto la completa responsabilidad y estoy muy arrepentida por lo que he hecho”, escribió Oseguera González al iniciar su carta. Además, le dijo a la juez que ésta era una de las “experiencias más duras” de su vida, pues se vio obligada a separarse de sus hijos. “Es por eso que hoy pido perdón y sin ninguna duda me arrepiento”.

Por otro lado, contó su experiencia en confinamiento. “Nadie más habla español (...) me veo forzada a hablar en inglés todo el tiempo”, escribió antes de agregar que comenzó a tener problemas en la tiroides por el estrés de estar encarcelada, que tenía que limarse las uñas con las orillas de la cama y que no pudo cambiar sus sábanas por un largo periodo de tiempo.

“Debido a la pandemia, por más de un año hemos estado en aislamiento por 23 horas al día, ya que tenemos solo una hora fuera de nuestras celdas”, detalló la detenida, quién para pasar su tiempo libre se dedica a hacer ejercicio, leer, dibujar y tomar cursos en prisión.

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