“De aquí no nos vamos a mover”: madres de familia y grupos feministas mantienen tomada la sede de la CNDH

Exigen justicia en los casos de sus familiares desaparecidos, víctimas de feminicidios o que sufrieron abuso sexual

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Madres de familia y colectivos feministas mantiene tomadas las oficinas de la CNDH ubicadas en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Exigen justicia para sus familiares (Foto: @hoysololeslie)
Madres de familia y colectivos feministas mantiene tomadas las oficinas de la CNDH ubicadas en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Exigen justicia para sus familiares (Foto: @hoysololeslie)

Madres de familia, activistas y colectivos feministas advirtieron que mantendrán tomadas las instalaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ubicadas en el Centro Hisórico de la Ciudad de México, hasta que las autoridades no las atiendan en su exigencia de justicia en los casos de sus familiares desaparecidos, víctimas de feminicidios o que sufrieron abuso sexual.

Desde el pasado miércoles 2 de septiembre, alrededor de 15 personas llegaron a la sede de la CNDH, ubicada en República de Cuba 60, para una reunión con la ombudsperson, Rosario Piedra Ibarra.

Pero ante la falta de respuestas favorables a sus demandas, la señora Marcela Alemán, madre de una niña víctima de abuso sexual, decidió amarrarse a una silla y se rehusó a dejar las instalaciones de la CNDH.

Otras mujeres se sumaron a la protesta, por lo que desde la tarde del miércoles, han realizado pintas, colocado pancartas y barricadas, e incluso han aventado algunas sillas a la calle y les prendieron fuego.

(Foto: especial)
(Foto: especial)

De acuerdo con las imágenes que han sido difundidas en redes sociales, varias personas han llegado hasta la sede de la CNDH para dejarles víveres a las mujeres que protestan.

“De aquí no nos vamos a mover y van a seguir llegando más madres de toda la República. Somos un chingo y somos de todo el país, y así tengamos que quemar las pinches fiscalías, lo vamos a hacer. ¡Hagan su maldito trabajo, fiscales y ministerios públicos! Y si no pueden, tengan tantita dignidad y renuncien”, gritó esta mañana desde el balcón del inmueble Yesenia Zamudio, madre de María de Jesús Jaimes Zamudio, víctima de feminicidio en enero de 2016 en la Ciudad de México.

“Vamos a seguir tomando las sedes, con respuestas y sin respuestas. Si no para la violencia hacia nuestro género y hacia las niñas y niños vamos a empezar a hacerlo en todo el país, a tomar las fiscalías y las oficinas que decidamos. Que sepan que estamos en revolución, que las familias por fin estamos totalmente unidas y organizadas y no vamos a permitir que se sigan burlando de nosotros”, recalcó.

La mañana de este sábado, la CNDH emitió un comunicado en el señaló que el día 2 de septiembre la ombudsperson Rosario Piedra Ibarra “atendió una petición de audiencia de 18 personas víctimas de diversas violaciones a derechos humanos, que permanecen en plantón en las instalaciones de la CEAV” (Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas).

Madres de familia exigen justicia (Foto: @hoysololeslie)
Madres de familia exigen justicia (Foto: @hoysololeslie)

“Se dialogó ampliamente con cada una de ellas, y a ese diálogo se sumó la directora general de la CEAV, quien personalmente se presentó en las instalaciones de Cuba 60, y el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, quien recibió a una de las víctimas la mañana siguiente y programó audiencia con el resto, de manera que se trazó una ruta para atender sus peticiones”.

La CNDH aseguró que “ha estado buscando el diálogo con ellas y ellos, sin resultados hasta el día de hoy, por lo que reiteramos nuestra disposición e invitamos a las representantes de esta lucha a iniciar cuanto antes a un diálogo constructivo y respetuoso, al que podrían sumarse representantes del gobierno federal para encontrar juntos los mejores caminos de solución”.

Nosotros no somos el enemigo a vencer. Somos sus aliados. Desde que asumió la presidencia Rosario Piedra Ibarra anunció que las puertas de la CNDH se abrían para todas y todos. Así ha sido, y así seguirá siendo. Porque creemos en el pueblo, y porque mil veces preferible correr el riesgo de que pasen cosas como estas, la toma de instalaciones, que regresar a las instituciones de fachada, que aparentemente ‘servían al pueblo’, pero que siempre permanecieron cerradas al pueblo”, señala el comunicado.

Sin embargo, Rosario Piedra Ibarra no se ha presentado en el inmueble para atender a las manifestantes.

El caso de Lya

Marcela Alemán se amarró a una silla de las oficinas de la CNDH, ubicadas en el Centro Histórico de la CDMX, para exigir justicia para su niña, que fue violada por sus profesoras en el colegio que asistía, ubicado en San Luis Potosí (Foto: especial)
Marcela Alemán se amarró a una silla de las oficinas de la CNDH, ubicadas en el Centro Histórico de la CDMX, para exigir justicia para su niña, que fue violada por sus profesoras en el colegio que asistía, ubicado en San Luis Potosí (Foto: especial)

En 2017, cuando Lya (hija de Marcela Alemán) tenía 5 años de edad, fue víctima de abuso sexual por sus propias maestras dentro del colegio al que asistía, ubicado en el estado de San Luis Potosí.

De acuerdo con un fragmento de la denuncia presentada por su madre y dada a conocer por algunos medios de comunicación, la tarde del 8 de marzo de ese año, la pequeña le narró que fue golpeada por su maestra en los senos, estómago y en sus partes íntimas (le introdujeron un dedo).

Aunque María de Teresa de Jesús R. G. e Ivette del Carmen M. Z. fueron identificadas como presuntas implicadas, solo María de Teresa de Jesús fue procesada, pero fue liberada un año y ocho meses después por tres jueces, quienes resolvieron que las pruebas en su contra “no estaban claras”, aunque existía un dictamen médico y psicológico que acreditaba la violación.

Es por eso que la señora Marcela Alemán acudió a las instalaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, en la Ciudad de México, para sostener una reunión con la ombudsperson, Rosario Piedra Ibarra, el pasado 2 de septiembre.

Durante la conversación, la mujer exigió justicia para su hija, pero en la CNDH le dijeron que debía interponer una nueva denuncia. Fue cuando decidió amarrarse a una silla.

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