El empresario Carlos Slim, estará presente en la cena que ofrecerá el mandatario estadounidense Donald Trump en Washington, como parte de su reunión con el presidente Andrés Manuel López Obrador y su comitiva.
En la agenda de la visita, está programada una cena, a la que además de los funcionarios, invitaron a empresarios de ambos países.
Entre los nombres, destaca el dueño de Grupo Carso, uno de los hombres más ricos de México y el mundo, Slim Helú, quien ha tenido una relación cercana con el mandatario de la Cuarta Transformación.
También participarán los empresarios mexicanos: Patricia Armendáriz Guerra de Financiera Sustentable; Carlos Bremer Gutiérrez de Grupo Financiero Value; Daniel Chávez Morán de Grupo Vidanta; Bernardo Gómez Martínez de Grupo Televisa; Francisco González Sánchez de Grupo Multimedios; Carlos Hank González, líder de Grupo Financiero Banorte; Miguel Rincón Arredondo de Bio Pappel; Ricardo Salinas Pliego, dueño de Grupo Salinas; Marcos Shabot Zonana de Arquitectura y Construcción y Olegario Vázquez Aldir de Grupo Empresarial Ángeles.
La reunión de los presidentes de México y Estados Unidos será para celebrar la entrada en vigor del nuevo tratado comercial de América del Norte, T-MEC, en el que también participa Canadá.
¿Quién es Slim y cuál es su relación con López Obrador?
De acuerdo con Forbes, Carlos Slim Helú, ocupa el puesto 12 de la lista de multimillonarios 2020, con una fortuna de 51,600 millones de dólares.
El ingeniero civil de 80 años de edad, controla, junto con su familia, Grupo Carso y el gigante de telecomunicaciones América Móvil, la cual tiene presencia en 18 países en América y 8 en Europa, con más de 277 millones de usuarios.
Algunas de las marcas que maneja son: Telcel, Telmex, Inbursa, Sanborns, Claro, entre otras más.
Al inicio de la actual administración había tensión entre el mandatario y el empresario.
López Obrador había criticado las iniciativas de sus predecesores, por la marcada participación de empresarios en la construcción de obras públicas, como fue el caso del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco en el que había invertido Slim.
Tras su cancelación el panorama empeoró. El millonario recomendó al tabasqueño continuar con su construcción e incluso le propuso terminarla y reducir costos para no usar recursos públicos, aunque López Obrador se negó.
Sin embargo, este no fue su único descontento. Otra piedra le cayó al magnate cuando el presidente cuestionó la asignación de contratos para la construcción de nueve gasoductos para suministrar a las plantas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), pues su empresa Carso Energy, estaba entre las que habían ganado la “ventajosa” licitación.
Tras ello, la firma respondió que había concursado entre muchas empresas nacionales e internacionales para obtener la licitación. Algo parecido ocurrió tiempo más tarde, cuando el presidente criticó el trabajo de las empresas de telecomunicaciones por no llevar servicios hasta las zonas rurales y lejanas del país, obteniendo como respuesta que se trataba de un trabajo más complicado de redes de comunicación que solo instalar cables.
“Se deben tener redes de comunicación avanzada de alta generación y muy alta penetración poblacional y territorial (...) es fundamental y eso no tiene que ver necesariamente con cablecitos y fibra óptica”, dijo el magnate.
No fue hasta agosto de 2019, cuando el panorama cambió por completo, luego de que el empresario se reuniera con el mandatario en Palacio Nacional.
A partir de entonces y en fechas posteriores, ambos aparecieron en actos públicos e incluso AMLO le entregó en noviembre de 2019 el Premio Nacional de Ingeniería.
Además, en fechas más recientes, se dio a conocer que Carlos Slim participará en los proyectos de López Obrador como la construcción del tramo 2 del Tren Maya en Campeche.
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