IPN diseñó microchips para diagnosticar COVID-19 en minutos y a bajo costo

Con el apoyo suficiente, el laboratorio donde se desarrolló sería capaz de fabricar hasta 500 microchips diarios, pero 90% más baratos.

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La estimación es que con el apoyo suficiente, el laboratorio donde se desarrolló sería capaz de fabricar hasta 500 microchips diarios (Reuters/Henry Romero)
La estimación es que con el apoyo suficiente, el laboratorio donde se desarrolló sería capaz de fabricar hasta 500 microchips diarios (Reuters/Henry Romero)

El Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) de Instituto Politécnico Nacional (IPN) logró el desarrollo de una prueba serológica para detectar el COVID-19.

José Luis García Cordero, investigador en bioingeniería y su equipo, colaboradores del Cinvestav en Monterrey dieron un paso más en la lucha contra el coronavirus al desarrollar un microchip para pruebas serológicas de diagnóstico rápidas y de bajo costo.

Su ´prueba podría, según las declaraciones de García Cordero a UnoTv, detectar la enfermedad en personas infectadas que no presentan síntomas, así como pacientes con sintomatología leve. Por otra parte, se abre la posibilidad a detectar pacientes que se hicieron inmunes en el proceso, pues sus anticuerpos podría utilizarse para los tratamientos de pacientes en estado crítico.

Para la prueba se requiere un análisis de sangre que detectará la presencia de anticuerpos contra un microorganismo, lo que permite determinar si una persona estuvo expuesta a un microorganismo en particular: SARS-CoV-2.

La operación del dispositivo es un trabajo en conjunto del Cinvestav con el Centro de Investigación Científica de Yucatán y el Centro de Investigaciones en Óptica (Foto: Cinvestav)
La operación del dispositivo es un trabajo en conjunto del Cinvestav con el Centro de Investigación Científica de Yucatán y el Centro de Investigaciones en Óptica (Foto: Cinvestav)

La tecnología del dispositivo se conforma por microcanales, de un diámetro del tamaño de un cabello, por donde se introduce una muestra de suero, obtenida de la sangre del paciente y cuenta con un biosensor para reconocer los anticuerpos.

Luego de tomar la muestra se incuba por 20 minutos, se lava y se aplica una molécula especial para obtener una señal fluorescente que indica si el paciente fue infectado por coronavirus. El resultado podría estar listo en 30 minutos.

A través de un comunicado, la institución reveló que al tratarse de una prueba especial para COVID-19 es más efectiva.

Todas las personas que adquieren el virus “secretan un anticuerpo que lo reconoce y quienes nunca han sido infectados carecen de él; por lo tanto, una ventaja de la propuesta es que identifica a todas las personas infectadas, aunque no presenten síntomas y no acudan a revisión médica, pero son portadoras o potenciales propagadoras del vector”.

Por el momento, los investigadores ya piensan en dos versiones para el microchip. La primera sería destinada para laboratorios, pues ahí es donde llegan las muestras de suero para pruebas múltiples. La segunda versión sería de uso personal y desechable para consultorios o casas.

los investigadores ya piensan en dos versiones para el microchip; una de laboratorio y otra de casa (Foto: Cuartoscuro)
los investigadores ya piensan en dos versiones para el microchip; una de laboratorio y otra de casa (Foto: Cuartoscuro)

Todo lo necesario para la operación del dispositivo es un trabajo en conjunto del Cinvestav con el Centro de Investigación Científica de Yucatán y el Centro de Investigaciones en Óptica, donde trabajan en el microscopio de fluorescencia a pequeña escala.

La estimación es que con el apoyo suficiente, el laboratorio donde se desarrolló sería capaz de fabricar hasta 500 microchips diarios, pero el costo sería parecido al de una muestra de embarazo, es decir, 90% menor al de pruebas actuales.

El plan es construir un instrumento de un tamaño menor a una caja para zapatos, donde se ubicaría el microchip, y el microscopio fluorescente lo escanearía para que una pantalla indique si el paciente se encuentra infectado o no; el trabajo conjunto permitirá crear un prototipo en el menor tiempo posible.

Por el momento, el desarrollo de la prueba está en fase de testeo. El Instituto de Diagnóstico y referencia Epidemiológicos (InDRE) y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) gestionan la validez del procedimiento, pero no requerirá una aprobación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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