
Se tienen identificados a ocho grupos, como los principales organizadores de las marchas, protestas, desmanes y daños que han desestabilizado en los últimos meses a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de acuerdo con los reportes de investigación que efectuó la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX), en coordinación con la Fiscalía General de la República (FGR).
Los principales grupos señalados por las autoridades, son: Biblioteca Social Reconstruir, Colectivo Anarquista (Escuela Nacional de Antropología e Historia), Centro Cultural Ocupado El Engrane, Okupa Ché, Cooperativa Café Victoria, Comparsa Chanti Ollin, Colectivo Reta y Colectivo Coordinador Estudiantil Anarquista.
De acuerdo con el seguimiento que han realizado las autoridades de investigación, las organizaciones están compuestas hasta por mil integrantes; algunos se distinguen porque cuentan con “adiestramiento” de corte “anarquista” de universidades de Sudamérica.
Los líderes sudamericanos, que tienen el apoyo de ciertos estudiantes de Ciudad Universitaria, se alojan en el auditorio Justo Sierra de la Facultad de Filosofía y Letras, el cual se volvió símbolo de la huelga de 1999 y que fue tomado desde el 2000 por grupos disidentes, y actualmente es mejor conocido como “el auditorio Che Guevara”.

En ese espacio organizan reuniones con el fin de establecer las actividades de protesta. Incluso, las autoridades locales y federales tienen fotografías de los participantes, sin embargo, no son detenidos porque no se les ha imputado ningún delito, debido a que no participan de manera activa en los actos violentos.
También se ha identificado que cada vez que se manifiestan fuera de Ciudad Universitaria, alrededor de un centenar de estudiantes y seguidores los resguarda, lo cual complica que se implemente un operativo en su contra. De igual manera, se sabe que portan droga y armas para evitar que sean agredidos por otros grupos rivales que se disputan el control de los estudiantes a fin de realizar protestas.
Las autoridades lograron identificarlos desde la marcha #NoMeCuidanMeViolan, donde se llevaron múltiples desmanes. Entre los organizadores más radicales de estos grupos se encuentran ex militares, narcomenudistas, ciudadanos extranjeros, ladrones y ex profesores de Ciudad Universitaria.

La FGJ-CDMX y la FGR informó que estas personas son consideradas infiltradas en las marchas, agitadores violentos y hasta delincuentes de alto peligro cuando hay manifestaciones.
Asimismo mantienen relación con organizaciones, como: Antorcha Campesina, el SME, Federación Libertaria de México, el Frente de los Pueblos en Defensa de la Tierra, grupos porriles, Individualistas Tendiendo a lo Salvaje, Círculo Eco-Extremista de Terrorismo y Sabotaje y Regeneración Radio.
De igual forma tienen constante comunicación y apoyos con colectivos de Chile, Grecia, Francia, España, Cuba, Inglaterra, Canadá e Italia, que van más allá del simple mensaje de solidaridad, según informes del gobierno capitalino.

Conflicto en la UNAM
Cabe recordar que esta casa de estudios vive una profunda crisis en donde 16 de sus escuelas y facultades se mantienen cerradas (algunas desde hace tres meses afectando a más de 160,000 alumnos) en protesta por las denuncias de más de mil casos de acoso sexual y violencia de género que se viven dentro de la institución.
Pese a que las demandas de las y los estudiantes son legítimas, algunos grupos que tienen tomadas las instalaciones universitarias han actuado de manera violenta y se niegan a permitir el regreso a clases hasta que no sean resueltas sus exigencias expuestas en pliegos petitorios.
Este miércoles 5 de febrero, el tema fue abordado por el presidente Andrés Manuel López Obrador quien señaló que “había una mano negra” en el conflicto de la UNAM. En los paros “siento que hay mano negra. Siempre hay quienes mueven la cuna, y hay que lamparearlos para no anden ahí en los sótanos”, dijo.

Más tarde, el rector de la UNAM, Enrique Graue, denunció que existen intereses ajenos que tratan de desestabilizar a la Universidad y están detrás del vandalismo registrado contra la institución.
Graue exigió a las autoridades competentes que no queden impunes los actos violentos del martes en Ciudad Universitaria, cuando encapuchados dañaron la Torre de Rectoría tras una marcha.
“Exigimos la investigación a fondo de los hechos, desenmascarar a los provocadores y el castigo a quienes resulten responsables”, dijo. Además, advirtió que no se combatirá la violencia con más violencia, al tiempo que anunció cinco ejes para fortalecer la prevención y atención de violencia de género.
En ambos discursos (el de AMLO y el de Graue) se asegura que existe una mano negra detrás del conflicto universitario, con la intención de dañar a la universidad.
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