Transfeminicidios, los crímenes ignorados por las autoridades

La organización Casa de las Muñecas Tiresias realizó una manifestación para exigir respuesta del gobierno

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(Foto: captura video Twitter @albertopradilla)
(Foto: captura video Twitter @albertopradilla)

“Estamos cansadas de ser invisibilizadas, cansadas de que nos violenten, cansadas de que no nos den oportunidades de salir adelante, nosotras también mantenemos a nuestras familias. A nosotras también nos esperan nuestros familiares y a nadie le importa”, dijo la activista Kenya Cuevas, mujer transexual directora de la asociación Casa de las Muñecas Tiresias, mientras realizaba un bloqueo en Periférico Sur el 13 de enero.

Encabezó a un grupo de miembros de la comunidad que se manifestaron frente a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), luego de que las autoridades ignoraran, durante siete meses, una recomendación que realizó el organismo local sobre el transfeminicidio de Paola Buenrostro.

En ella se acusa a la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (ahora Fiscalía) de no reconocer la identidad de género de la víctima y de Kenya Citlali Cuevas Fuentes, víctima indirecta del crimen, así como de discriminarlas por ser mujeres trans y trabajadoras sexuales. También señalaron que incumplieron en investigar con perspectiva de género, negligencia en la imputación dentro de la audiencia inicial, levantamiento de indicios y cadena de custodia, entre otras faltas.

Kenya Cuevas (Foto: Facebook Casa de las Muñecas Tiresias, AC)
Kenya Cuevas (Foto: Facebook Casa de las Muñecas Tiresias, AC)

Por lo que el organismo recomendó reparar el daño a través de la indemnización de los perjuicios derivados de las violaciones de derechos humanos susceptibles de ser cuantificables. También se debe dar rehabilitación a las personas afectadas por el asesinado, a través de ayuda psicológica, jurídica y social.

Igualmente, se deben emplear medidas de satisfacción: “contribuyen a mitigar el daño ocasionado a las víctimas mediante su dignificación, la determinación de la verdad, el acceso a la justicia y el reconocimiento de responsabilidades, las cuales son enunciativas más no limitativas”, dictó la Comisión.

Asimismo, la ahora Fiscalía deberá dar garantías de no repetición, que incluyan revisión y reformas de leyes que contribuyan a violaciones, control efectivo de las dependencias e instituciones de seguridad pública, respeto al debido proceso, entre otras.

Sin embargo, las autoridades no han atendido el caso, por lo que la organización convocó a una marcha para pedir una reunión con la fiscal de la capital del país, Ernestina Godoy, y con la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum.

Casa hogar Paola Buenrostro (Foto: Twitter Subsecretaría de Derechos Humanos)
Casa hogar Paola Buenrostro (Foto: Twitter Subsecretaría de Derechos Humanos)

Además, la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM) solicitó a las autoridades realizar un acto público de disculpa y reconocer su responsabilidad, pero no sucedió.

“La Procuraduría tenía 60 días para dar una disculpa pública, que regrese la dignidad de Paola y a mí y no se hizo. No se ha logrado una reunión con la Procuraduría. En la reunión (que acordaron previamente) me dejaron plantada, un mes después de la recomendación (sic)”, dijo Kenya Cuevas en entrevista con Pie de Página.

Durante su protesta, mujeres trans cargaron un ataúd como reclamo a la impunidad en los asesinatos. Después, arribaron a la CNDH para presentar una nueva queja sobre el acceso a la justicia.

Luego de la manifestación, la fiscal Ernestina Godoy prometió entregar avances sobre los transfemicidios la próxima semana.

Ernestina Godoy, procuradora de la Ciudad de México (Foto: Archivo)
Ernestina Godoy, procuradora de la Ciudad de México (Foto: Archivo)

Transfeminicidio en la Ciudad de México

Paola Buenrostro fue asesinada el 29 de septiembre de 2016 a la altura de Puente de Alvarado e Insurgentes en la aclaldía Cuauhtémoc, Ciudad de México. Estaba con Kenya Cuevas cuando un auto se les acercó y ella aceptó al cliente. Pero después de haber abordado el vehículo se escucharon disparos. El sujeto dentro del automóvil sacó el arma y quiso dispararle también a Cuevas, pero logró escapar.

El crimen fue denunciado y arribaron elementos de la policía capitalina. Arrestaron al agresor, pero dos días después quedó en libertad por falta de pruebas. Un par de años más tarde se convirtió en el primer transfemicidio reconocido en la Ciudad de México.

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