
Tiene garras en lugar de manos, de su boca brota un gran chorro de sangre. Hay cráneos en sus codos y rodillas y su cabello, rojo oscuro, es símbolo del inframundo. Así fue como los mexicas representaron a Tlaltecuhtli, “Señor” o “Señora de la Tierra”, la madre que da vida a todas las criaturas, pero también un ser temible que las devora al momento de su muerte.
“Los devoraba y pasaban a su matriz para ser paridos en el lugar que les deparaba el destino. La diosa en sí misma tenía esa función dual, devorar y parir a los seres que proceden de la tierra. Por esa doble misión, Tlaltecuhtli tuvo un fuerte impacto en el pueblo mexica, se le tuvo respeto y miedo, semejante a la diosa Kali de la India”, explicó el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma en una conferencia del ciclo Los Dioses en los Códices, de 2009.
Y precisamente esa imagen fue la que vieron los investigadores del Programa de Arqueología Urbana que se toparon con la monumental pieza el 2 de octubre de 2006, cuando Tlaltecuhtli fue descubierta en una zona en la esquina de las calles de Argentina y Guatemala, en el Centro Histórico de la capital mexicana, justo frente al Templo Mayor, un sitio donde se sabía que estaban las cenizas de Axayácatl, Tizoc y Ahuizotl.
La representación femenina de Tlaltecuhtli es el monolito mexica más grande hallado hasta ahora. Se trata de una pieza gigantesca de 4.17 metros de altura por 3.62 de ancho. Con unos 40 centímetros de grosor y 12 toneladas de peso. Su tamaño es mayor al de la famosa Piedra del Sol (conocida como Calendario Azteca) y a la Coyolxauhqui, un monolito hallado en 1978.
Y es que los mexicas tenían una fascinación por las piezas monumentales. “El mexica gustaba de impresionar, con cosas que impactan, es poco probable que las olvides después de verlas”, dijo en entrevista para Infobae México Patricia Ledesma Bouchan, directora del Museo del Templo Mayor.

Cuando los investigadores encontraron la pieza supieron que estaban ante un gran hallazgo y por eso tomaron de inmediato las medidas pertinentes para su conservación. Con sus colores originales aún visibles, como el rojo y el amarillo, al monolito le removieron la arcilla y argamasa que acumuló durante los casi cinco siglos que estuvo oculto. Durante cerca de un año le colocaron materiales aislantes y amortiguadores para que secara de manera gradual y evitar así que sufriera nuevos deterioros.
Finalmente fue trasladada al interior del Museo del Templo Mayor, donde ahora maravilla a los miles de visitantes que cada año recorren el recinto.
Los símbolos de Tlaltecuhtli
El monolito representa a un ser de cuerpo entero, en posición de parto y de frente. Tiene el cabello rizado característico de las deidades de la oscuridad, la tierra y el inframundo.

En su caballera hay banderas de papel que simbolizan el sacrificio y en sus mejillas se pueden ver los círculos característicos de la diosa de la tierra.
Como la deidad tenía una naturaleza femenina y masculina se le podía representar de ambas maneras. En el caso del monolito, fue representada en su aspecto femenino: sus dos senos flácidos y los pliegues que atraviesan el abdomen la califican como una madre prolífica. Justo en el vientre se puede notar una incisión de la que brota sangre, la misma qe llega hasta la boca.En su falda, Tlaltecuhtli tiene cráneos y huesos cruzados.

El cielo estrellado y plumas también fueron representados en la pieza. En la garra de la pierna derechaestá el signo Conejo con el numeral 12. Acerca del agujero en el centro del monolito, se cree que fue destruida de manera involuntaria por los propios mexicas, al parecer, en ese sitio al centro de su abdomen estaba representado algún dios o gobernante.
Más Noticias
700 años de Tenochtitlan: cómo un pueblo errante y repudiado se convirtió en el poderoso imperio de América
La fascinante la historia de cómo un puñado de personas con un sueño buscaron su identidad, fueron obligados a vivir en un islote marginal y lograron alianzas poderosas en el continente

La mujer que dobló al sistema y llevó el feminicidio a la SCJN para hacer justicia por su hija, que no se suicidó
La incansable lucha de Irinea Buendía hizo que las autoridades judiciales reconocieran la negligencia del caso de su hija Mariana Lima, pero además la gravedad del problema y las omisiones de las autoridades

David Alfaro Siqueiros en la prisión de Lecumberri: vida y obra del muralista en el “Palacio Negro”
El artista fue detenido acusado de disolución social y del intento de asesinato de Trotski. Esta es la historia poco conocida de su etapa como interno en una de las prisiones más duras en la historia

Qué es la meningitis, cuáles son sus síntomas y cómo tratarla
En algunos casos, esta enfermedad mejora sin tratamiento en algunas semanas, pero en otros pueden poner en riesgo la vida y requerir tratamiento con antibióticos de emergencia

Hermila Galindo: sufragista mexicana, activista feminista y primera candidata a diputada federal
La histórica activista feminista fue clave en la reforma al artículo 34 de la Constitución que permitió a las mujeres votar y ser votadas



