Reportan como desaparecida a migrante hondureña que descalificó a los frijoles por considerarlos comida para cerdos

La familia de Miriam lleva cuatro días sin poder localizarla y temen por su integridad física

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La mujer desapareció desde el martes, lo último que supieron sus familiares es que se había subido a un taxi (Foto: Especial)
La mujer desapareció desde el martes, lo último que supieron sus familiares es que se había subido a un taxi (Foto: Especial)

La migrante que rechazó un plato de frijoles en un albergue en Tijauana por haberlo calificado como comida de cerdos, fue reportada como desaparecida, ya que desde el martes sus familiares no han han sabido nada de ella.

La hermana de Miriam Celaya, denunció que desde el 20 de noviembre no han tenido noticias de su hermana, con quien se comunicaban a través de un móvil que ella llevaba, además de que no se le ha visto integrada a la caravana migrante y nadie sabe ni de ella ni de sus hijas con las que viajaba.

"No me he vuelto a comunicar con ella. Su teléfono está apagado. Le mando mensajes, le llamo y no contesta. No sé nada de mi hermana desde ese día", contó Mirna Celaya a través de un video.

La familia teme por la integridad física de Miriam y sus hijas, ya que desde que apareció rechazando los frijoles, había recibido amenzas vía redes sociales por decenas de mexicanos que se sintieron ofendidos y amagaron con hacerle daño.

"Todos somos seres humanos, todos cometemos errores. Lo importante es que ella rectificó y pidió perdón. Quiero pedirle a los mexicanos que se toquen el corazón, tengan compasión de mi hermana", expresó Mirna Celaya, antes de romper en llanto.

La hermana de Miriam, también reprodujo un extracto de lo que habló por última vez con ella, donde ella había advertido a su familia que era víctima de acoso: "Mi hermana, te quiero mucho. Te amo. Que sea la voluntad de Dios, no la mía ni de nadie, sino la de Él, ¿ok?".

La familia de Miriam pidió a todos que si llegaran a tener una referencia de ella, dieran aviso inmediato, que no es una persona mala y que entiende que se había equivocado.

Estoy muy preocupada. Toda mi familia, mi papá está muy preocupado por mi hermana. No sabemos nada de ella ni de las niñas. Ya no sé ni qué pensar. Mi hermana está corriendo peligro por todo lo que ha pasado, lo que ha pasado en las redes, amenazas, todos los memes que han subido de ella, las fotografías.

"Mi hermana es una persona humilde, no le hace daño a nadie, su único error fue eso que dijo, pero mi hermana pidió disculpas. Pidió perdón. Ellas están corriendo peligro", añadió.

El pasado 15 de noviembre, un periodista alemán realizó un reportaje para ver las condiciones en las que se encontraba la caravana migrante en un albergue de Tijuana en el estado mexicano de Baja California, pero alguien extrajo unos segundos de la grabación en la que se ve a la mujer criticando la comida que les ofrecieron.

"Mira lo que están dando: puros frijoles molidos, como si le estuvieran dando de comer a los chanchos (cerdos). Y ni modo, hay que comernos esa comida porque si no, nos morimos de hambre", dijo Miriam Celaya en la grabación.

Esta grabación despertó furia a través de las redes sociales y la mujer comenzó a ser acosada con mensajes que dejaban en claro el odio y la molestia de los mexicanos.

A pesar de que el periodista que realizó la nota, Aitor Saez salió en la defensa de la migrante hondureña al decir que las declaraciones fueron sacadas de contexto y que se usó ese fragmento con malicia, miles de personas criticaron con dureza a Miriam y extrapolaron su discurso de odio antiinmigrante a toda la caravana.

Pocos días después, la hondureña apareció de nueva cuenta en un video pidiendo disculpas a los mexicanos y reconoció la solidaridad que la gente le ha mostrado hacia su camino a EEUU, donde desean hallar un tratamiento médico que le devuelva la audición a su hija.

"Hemos caminado por todo México y hemos recibido mucha ayuda. Tengo todo que agradecerles. Yo he criado a mis hijos con muchos esfuerzos y dándoles frijoles y tortillas", contó. "Nos han dado comida, ropa, medicina, cuando no era su obligación".

Pero para muchas personas esto no fue suficiente, porque la indignación y agresividad en contra de los migrantes ya estaba en su máximo apogeo.

Hubo desde quienes le exigieron regresar a su país y hasta otros más radicales que pedían su muerte como un escarmiento para los migrantes centroamericanos.

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