Sembrarán un millón de árboles en los andes ecuatorianos para reforestar las montañas y evitar aluviones

El plan de reforestación es una iniciativa interinstitucional que implica autoridades locales y a la academia

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El resultado de este proyecto será la reforestación de cerca de 1.000 hectáreas de terreno con árboles nativos y endémicos en diferentes provincias del país.
El resultado de este proyecto será la reforestación de cerca de 1.000 hectáreas de terreno con árboles nativos y endémicos en diferentes provincias del país.

La degradación de la tierra persiste a lo largo de las laderas occidentales de los Andes ecuatorianos pertenecientes a la región de Cotopaxi. Las lluvias estacionales desprenden la capa protectora superior de las faldas montañosas por falta de bosques debido a la tala excesiva y esto colapsa los sistemas de alcantarillado de las ciudades del entorno por los masivos sedimentos que descienden constantemente.

Las áreas afectadas, que podrían suponer hasta 3 mil hectáreas, incluyen pueblos de Latacunga, Pujilí, Salcedo, Saquisilí y partes del Valle de Cutuchi.

Las prefecturas de Cotopaxi, Chimborazo, Imbabura, Pichincha y Santo Domingo de los Tsáchilas en el centro norte del país se han adherido al plan de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) que tiene por objetivo la plantación de un millón de árboles en todo el país hasta el 2024. En Cotopaxi se planea reforestar 600 hectáreas hasta 2023, por ejemplo, y plantar más de 50.000 árboles hasta el 2024.

Las primeras zonas de intervención de este programa interinstitucional abarcan seis provincias donde se ubican las sedes de la PUCE en Esmeraldas, Imbabura, Manabí, Pichincha, Santo Domingo de los Tsáchilas y Tungurahua. Con este plan de reforestación se prevé reducir el proceso de erosión y deposición de sedimentos, que son los generadores de aluviones que amenazan a las zonas pobladas en el perímetro.

Pero la cobertura del programa universitario es nacional y depende de la firma de convenios con el gobierno nacional, con los gobiernos locales y con instituciones de la sociedad civil donde no hay una sede de la PUCE. Un ejemplo es el gobierno de la provincia de Cotopaxi, donde la siembra comenzará a fines de este mes en la zona rural Salache de Eloy Alfaro en el cantón Latacunga, en 50 hectáreas y 500 árboles por hectárea.

De la misma forma, las alcaldías de Cayambe, Pedro Moncayo y Sigchos también tienen firmados convenios de reforestación con la PUCE, que es una universidad fundada en 1946 por la Compañía de Jesús, congregación a la que pertenece el obispo de Roma, el Papa Francisco. La meta es llegar a 400.000 árboles plantados en lo que queda del año.

En región Sierra la reforestación arrancará a fin de mes y en la región Costa en noviembre y diciembre del próximo año. Los técnicos de la PUCE han definido el tipo de suelo a reforestar de acuerdo con el clima de la zona y a las especies arbóreas endémicas disponibles, por ejemplo, el guayacán y ceibo en los bosques secos de la Costa o el cholán en la Sierra. Inspeccionar el desarrollo las plantas sembradas forma parte del plan. El objetivo es alcanzar la siembra de un millón de árboles hasta junio de 2024, cuando el papa Francisco visite el Ecuador que será sede de la 53ª Congregación Eucarística.

También se puede sembrar arboles de forma privada. Las personas pueden plantar un árbol en su jardín o en su huerta, sacarle fotos y registrar la siembra en el sitio www.1milliondearboles.ec para recibir asesoría virtual en la post-siembra. La invitación a participar en los esfuerzos de reforestación está abierta a toda la comunidad y sociedad civil. Se pueden participar con donativos, con voluntariado o con siembras en espacios particulares. El propósito es sensibilizar al público sobre las consecuencias de la tala innecesaria.

La firma de los convenios de reforestación con la PUCE asegura el destino de las plantas disponibles en los viveros de los gobiernos provinciales. Esto es lo que sucederá, por ejemplo, con el plan de reforestación previsto para la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas que utilizará semillas, arboles para la plantación y procedimientos propios de las especies arbóreas endémicas del ecosistema del Chocó Andino que es el correspondiente a esta zona climática.

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