Los secretos de Matt Dillon: por qué nunca viviría en Los Ángeles, el país que ama por su música y los días de pasión con Cameron Diaz

Desde su explosión en “Los marginados”, de Francis Ford Coppola, tuvo todo para seguir el mismo camino de su compañero Tom Cruise, pero eligió huir del estrellato y se negó a ser un sex symbol

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Matt Dillon cambió la fama por trabajos que lo apasionen y lejos de de Hollywood (Reuters)
Matt Dillon cambió la fama por trabajos que lo apasionen y lejos de de Hollywood (Reuters)

En los comienzos de su carrera, Matt Dillon era calificado como el James Dean de su era. Andy Warhol habló de “su aspecto asombrosamente atractivo”. Y el propio Francis Ford Coppola lo llenó de elogios y lo contrató sin dudar para “Los Marginados”, una película que abrió la puerta a una nueva generación de actores, que fueron llamados “Brat Pack”, un apodo para las estrellas juveniles que fueron los grandes protagonistas del cine en los ‘80.

“Es uno de los mejores actores de cine. Posee el secreto de no dar demasiado, o no intentarlo tanto como para distraernos de su performance”, dijo una vez el crítico Roger Ebert. Sin embargo, sus elecciones para salir de su status de estrella lo llevaron casi al anonimato. No tiene ni Twitter, ni Instagram ni comparte nada de su privada en las redes sociales. Incluso cuando relata su labor en la ONG Refugees International reconoce: “Los actores necesitamos estas cosas para quitarnos mierda de la cabeza”.

El nominado al Oscar siempre repite que no se hizo actor por la fama y que nunca se sintió cómodo con ser un galán o un ídolo juvenil. “La etiqueta de sex symbol para mí era una superficie, no era algo con lo que me pudiera identificar. Por supuesto, me gustaba tener la adulación de todas esas chicas jóvenes, pero decidí tomar un camino que me llevara a hacer lo mejor que pudiera con lo que tengo”, explicó al diario El País.

“Recuerdo que cuando iba a Lee Strasberg una vez fui al baño a fumar un cigarrillo y en la pared alguien había escrito ‘Al Pacino cagó aquí”. Nuestros héroes eran grandes actores. La generación De Niro, Al Pacino, Gene Hackman o Dustin Hoffman. Realmente los admirábamos y nos fijábamos en ellos. Ahora hay grandes actores, claro, pero algo ha cambiado”.

Cuando todavía era joven impuso la relación a distancia cuando cambió California por las clases de interpretación de Lee Strasberg en Nueva York. “No es que no me guste Los Ángeles”, dijo al diario El País. “Miro a Hollywood y me parece muy triste. Es realmente patético lo que veo, delirante. Hay más oportunidades afuera para contactar con la realidad y la mayor parte de lo que se hace es basura”.

Es una figura contradictoria, una estrella de cine cuyo primer instinto fue alejarse de la fama. “No es conveniente salir en las portadas. Yo no debería ser modelo para nadie. Tengo derecho a que mi vida no sea impecable”, decía tiempo atrás.

Su complicada relación con la fama

Matt Dillon, el actor rebelde que huyó del estrellato y se negó a ser un sex symbol (Getty Images)
Matt Dillon, el actor rebelde que huyó del estrellato y se negó a ser un sex symbol (Getty Images)

En una entrevista con el diario español El País, Dillon fue claro sobre por qué huye de la atención de las cámaras y la frivolidad que forma parte del trabajo que eligió: “Siempre he querido ser un tipo de persona que es accesible a los demás. Si algún día eso deja de suceder pensaré que me estoy perdiendo algo. Quizá por eso nunca he vivido en Los Ángeles. La fama es un fenómeno extraño para el que nadie te prepara. No significa nada para mí. No es importante”. Con esta idea tan clara sobre sobre su papel en Hollywood, Dillon armó su carrera en base a estas convicciones y se alejó de la imagen de sex symbol.

Desde sus primeros papeles juveniles en “The Outsiders” y “Rumble Fish” de Francis Ford Coppola o papeles más maduros como el líder de una familia de adictos en “Drugstore Cowboy” de Gus van Sant, el actor neoyorquino decidió cruzar el océano para profundizar su pasión por la actuación en el cine europeo. “Las películas europeas tienden a ser un poco más abiertas a la interpretación”, explicó en diálogo con The Guardian.

En los últimos años, Dillon ha explorado algunos caminos desafiantes del cine. Interpretó a un astronauta en “Próxima”, de la directora francesa Alice Winocour; fue escalofriante como un asesino en serie en “The House That Jack Built” de Lars von Trier; y trabajó con la célebre fotógrafa y cineasta iraní Shirin Neshat en la película “Land of Dreams”.

Tom Cruise, Matt Dillon, Emilio Estévez y Rob Lowe se convirtieron en ídolos y modelos de una generación. Cientos de adolescentes se enamoraban de ellos en "Los marginados" de Francis Ford Coppola 
(The Grosby Group)
Tom Cruise, Matt Dillon, Emilio Estévez y Rob Lowe se convirtieron en ídolos y modelos de una generación. Cientos de adolescentes se enamoraban de ellos en "Los marginados" de Francis Ford Coppola (The Grosby Group)

Era 1979 y con 15 años lo eligieron como adolescente rebelde en la película “Over the Edge. La historia cuenta que fue descubierto por un agente mientras dormía fuera de la escuela en Mamaroneck, en el condado de Westchester, en Nueva York. “No estaba en clase, se podría decir eso. Creo que terminé haciendo esa película porque me conecté mucho con el personaje. Reconocí a este niño, era un delincuente juvenil, probablemente estaba en un lugar mucho peor que yo”. La película sería la favorita de un músico que marcó los 90: Kurt Cobain, quien le rindió tributo con su canción “Smells like teen spirit”.

Dillon se hizo actor sin haberle interesado nunca el cine. El director Jonathan Kaplan, conocido por la serie “ER”, le comparó con Marlon Brando, pero él no sabía ni quién era.

Criado en una familia católica, el segundo de un total de seis hermanos, uno de los cuales también es actor, se convirtió en un ídolo de la pantalla en su adolescencia. En los años 80, se parecía tanto a una estrella de rock como cualquier actor de cine de su generación, adornando innumerables paredes de las habitaciones de adolescentes después de los papeles en las adaptaciones de Coppola “The Outsiders” y “Rumble Fish”.

Mientras daba sus primeros pasos le ofrecieron protagonizar “La laguna azul” con Brooke Shields. Cuando Matt leyó el guion le pareció que debía pasar demasiado tiempo desnudo y rechazó el papel. Jamás se arrepintió de rechazar esa oportunidad. Ya comenzaba a demostrar que prefería contar una buena historia que ser una estrella. El personaje fue finalmente para un desconocido Christopher Atkins, que luego se retiró del cine.

1980: Brooke Shields y Matt Dillon en Nueva York (Getty Images)
1980: Brooke Shields y Matt Dillon en Nueva York (Getty Images)

Desde los ‘80, la carrera de Dillon ha tenido sus altibajos que logró sobrellevar con éxitos como “There’s Something About Mary” de los hermanos Farrell y en una adaptación de 2005 de “Factótum”, una novela del escritor estadounidense Charles Bukowski.

En ese entonces, el artista dijo que se identificaba con el escritor, a quien considera “héroe de la clase trabajadora”, porque también tuvo que vender diarios y fue despedido de varios empleos. “Escribió sobre su mundo. Acerca de las personas que están prisioneras del trabajo, sus vidas miserables, escapando y sufriendo en un bar”. Antes de los 20 años ya había leído todos sus cuentos. “Quedé atrapado y devoré todas sus novelas”.

También fue el policía racista de Los Ángeles en “Crash” de Paul Haggis, que ganó el Oscar a la mejor película y le valió a Dillon una serie de nominaciones. Al principio, a Dillon le preocupaba que la gente lo identificara con el personaje. Ahora, conecta el papel con el momento actual en los Estados Unidos: “Pon tus manos contra la pared es cosa del pasado, ahora es tirarlo al suelo, estrangularlo y tal vez dispararle”.

Uno de los “rebeldes” de Coppola

Matt Dillon posa en las calles de New York a mediados de los años 90 (Photo by Oliver Morris/Getty Images)
Matt Dillon posa en las calles de New York a mediados de los años 90 (Photo by Oliver Morris/Getty Images)

El director de “El padrino” dijo que le recordaba “a los jóvenes inconformistas de los 50″. Francis Ford Coppola lo convirtió en un ex presidiario en “The Outsiders” (Rebeldes, 1983), junto a nuevos sex symbols como Tom Cruise, Rob Lowe, Ralph Macchio y Patrick Swayze. Aunque terminó harto del reconocido cineasta porque repitieron ese mismo año en “La ley de la calle”, junto a Diane Lane, Nicolas Cage y Mickey Rourke, que hacía de su hermano.

El proceso de audición de Coppola para “The Outsiders” también atrajo a estrellas como Scott Baio y Dennis Quaid. Dillon no estaba en el radar el director. Finalmente, Dillon se unió al elenco de la película como Dallas Winston gracias a la autora S.E. Hinton. “Le recomendé a Matt porque había trabajado con él en ‘Tex’. Francis decidió que era perfecto”.

En los inicios de la década del 90, Dillon ya estaba grande para el público adolescente y tenía que analizar para qué lado apuntaba en su carrera y decidió un rumbo que desconcertó a más de uno. Fue parte de “Criaturas salvajes” con Denise Richards y Neve Campbell, actuación que quedó desdibujada por la escena lésbica de esas musas de los 90.

En cierto modo, Dillon obtuvo lo que quería. Pasó buena parte de su carrera temprana tratando de evitar quedar encajado en el estereotipo del apuesto estadounidense. “No quiero ser encasillado en esa cosa del típico protagonista masculino... solo quiero conseguir buenos roles de personajes jugosos”, le dijo al diario The New York Times en una entrevista de 1983, realizada cuando todavía era un adolescente. Aún entonces, su entrevistador destacó la “profunda vergüenza” del actor sobre su estatus como “rompecorazones”.

En estos días, Dillon bien puede interpretar a asesinos seriales y policías racistas como los convencionales protagonistas románticos. Y trabaja frecuentemente por fuera de Hollywood: por ejemplo, colaborando con el director danés Lars von Trier en “The House that Jack Built”, de 2018. “No tengo ningún interés en los asesinos en serie, pero quería trabajar con un gran artista”, reconoció en una entrevista a The Guardian en 2020.

Admitió tener dudas sobre la película, sobre todo por una escena en la que aterroriza a una de sus víctimas, interpretada por Riley Keough. “Casi no hago la película debido a esa escena, fue difícil para mí pensar en eso. No fue por la violencia, fue por la forma en que le habló”. Incluso después de filmar, se mostró reacio a ver el producto terminado.

Dillon en el Festival de Venecia de 2021 ( REUTERS/Yara Nardi)
Dillon en el Festival de Venecia de 2021 ( REUTERS/Yara Nardi)

Dillon también ha estado persiguiendo otras pasiones cercanas a su corazón. En Festival de cine de San Sebastián, estrenó “El Gran Fellove”, su primer documental como director. Es un retrato del difunto Francisco Fellove Valdés, un cantante de jazz cubano. La película se basa en imágenes que Dillon filmó en 1999 cuando viajó a Ciudad de México para conocer a Fellove, de entonces 77 años y que vivía en el anonimato. Al principio, el cantante estaba desconcertado y no tenía idea de quién era Dillon, simplemente lo llamó “Mateo”, pero aceptó el desafío de hablar de su carrera en el exilio sin perder sus raíces.

Es un enamorado de Cuba y de su música. ¿Qué tiene esta música que te vuelve loco? Sabor, sabor, sabor, y nada más. Cuba es un milagro, una isla pequeña con una música increíble. Cuando aterrizas allí caes rendido a su forma de entender el mundo”, afirmó.

Algo pasa con Cameron Diaz

En los años 90, Dillon y Cameron Diaz vivieron una de las relaciones más populares de Hollywood  (Photo by Steve Granitz/WireImage)
En los años 90, Dillon y Cameron Diaz vivieron una de las relaciones más populares de Hollywood (Photo by Steve Granitz/WireImage)

En cuanto a su vida personal, y a diferencia de otros actores, Dillon ha sido muy discreto aunque ha tenido varias relaciones de alto perfil a lo largo de los años. En su afán de no aparecer en la tapa de las revistas del corazón consiguió que que sólo trascendiera su romance con Cameron Diaz.

En 1998 lo convocaron para ser parte de “Loco por Mary”, la exitosa comedia dirigida por los hermanos Bobby y Peter Farrell y protagonizada por Ben Stiller y Cameron Diaz. Fue en el rodaje que se enamoró de la rubia más divertida de Hollywood. Solían esconderse para fumar marihuana. Fue un amor a primera vista, aunque Diaz ni confirmaba ni desmentía quién era el afortunado cuando se le preguntaba por el tema. “Está en el negocio”, se limitaba a decir ante algún periodista curioso.

Poco a poco, la actriz fue más precisa y cuando se hizo público el noviazgo lo llenaba de elogios. En una entrevista para Rolling Stone en 1996, afirmó “Matty es el mejor. Es único en su estilo ... Nunca ha tomado la ruta más comercial. Es un ser humano inteligente, poético, pleno y real. Y tiene los pies en la tierra. Matt es el más grande”, dijo muy enamorada.

El amor entre ellos no pasaba desapercibido en el rodaje hasta una de las coprotagonistas, Lin Shaye, dijo no haber visto cosa igual en un set. “Matt venía y le frotaba los hombros si había sido un día largo. Los veía sentados juntos en un banco o a él estirándose con la cabeza de ella en su pecho. Eran muy cariñosos”.

Sin embargo, con el estreno de la película también llegó la ruptura. En mitad del exitazo comercial de la comedia, la prensa publicó que Cameron y Matt habían decidido poner fin a su amor.

Años más tarde, el actor habló del tema: “La amaba y estábamos muy unidos, pero simplemente todo siguió su curso. Los dos somos actores, ella vivía en Los Ángeles y yo vivía en Nueva York, y no quería comprometerme a mudarme allí”, explicó a la revista Rolling Stone.

Tuvieron un romance corto, pero que todavía se recuerda.

Diaz ha evitado comentar sus romances y separaciones. Cuando el presentador Andy Cohen la presionó para que hablara sobre su historial de citas en 2016, la actriz dijo: “Nada importa ahora que tengo a mi marido. Ni siquiera recuerdo nada de eso”, refiriéndose a Benji Madden, con quien se casó en 2015 y dio la bienvenida a su hija Raddix a fines de 2019. Tras más de una década retirada, la actriz vuelve al cine en la comedia de acción de Netflix, “Back in Action” junto a Jamie Foxx.

Matt Dillon con su pareja Roberta Mastromichele en el Festival de Venecia en 2020 (Photo by Elisabetta Villa/Getty Images)
Matt Dillon con su pareja Roberta Mastromichele en el Festival de Venecia en 2020 (Photo by Elisabetta Villa/Getty Images)

Tras ese famoso romance, Dillon levantó un muro sobre su vida y jamás se volvió a mostrar en pareja. Hasta el 2004 cuando se conoció que estaba de novio con la actriz y coreógrafa italiana Roberta Mastromichele . En estos días, pasa cada vez más tiempo en Roma.

En lo profesional, Dillon Ha estado en varias películas en los últimos años y está listo para participar de la próxima de Wes Anderson, “Asteroid City”, que se estrena en junio y tiene un elenco de actores de primera línea: Margot Robbie, Scarlett Johansson, Tom Hanks, Edward Norton, Bryan Cranston y Steve Carell, entre otros.

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