La administración Biden está entregando cerca de mil millones de dólares para que 85 aeropuertos en el país se expandan y mejoren sus instalaciones. El dinero proviene del paquete aprobado por el Congreso el año pasado bajo el proyecto conocido como la ley de infraestructura, para la que se designaron un trillón de dólares.
El secretario de transporte de la nación, Pete Buttigieg, fue el encargado de dar el anuncio y aseguró que los proyectos que se estarán financiando con estos fondos ayudarán a mejorar la oferta de servicios de vuelo creando un mercado más eficiente y seguro.
“No creo que nadie que mire a los aeropuertos en Estados Unidos en este momento pueda decir que el estado en el que se encuentran y el nivel de fondos que se le destinan es el adecuado”, afirmaba a la prensa Buttigieg durante el anuncio.
Dentro del gran proyecto de infraestructura firmado por el presidente Joe Biden el pasado mes de noviembre, hay 5 mil millones de dólares destinados a los aeropuertos. La primera partida de esos fondos son estos mil millones de dólares iniciales, que irán a proyectos que ya han sido aprobados por la administración federal.
Entre los principales proyectos que se financiarán se encuentran 60 millones de dólares para mejorar las terminales y reemplazar el sistema de entrega de maletas en el Aeropuerto Internacional de Denver, 50 millones para renovar el Aeropuerto Logan de Boston, y otros 50 millones para el mismo fin en el Aeropuerto Internacional de Orlando. Otros 49,6 millones de dólares se destinarán al Aeropuerto Dulles, en las afueras de la capital del país, donde se construirá una terminal nueva. El Aeropuerto Internacional de Pittsburgh también construirá una nueva terminal, pero en ese caso el presupuesto es de 20 millones de dólares. Detroit y Filadelfia recibirán cada uno 20 millones de dólares, con los que renovarán todos los baños de los aeropuertos.
Según informó la FAA, 532 aeropuertos en el país habían sometido sus propuestas en un total de 658 proyectos, que si todos hubiesen sido aprobados tendrían un costo de 14 mil millones de dólares.
Históricamente, el gobierno federal solía pagar por las renovaciones de las pistas y las torres de vuelo y las terminales solían mantenerse con el dinero que ellas mismas generaban, ya sean en servicios a pasajeros, o el impuesto que cobran por vuelo (las aerolíneas pagan alrededor de 4 dólares y medio al aeropuerto por cada pasajero que transportan). Los aeropuertos llevan años en negociación con las aerolíneas para aumentar el monto por pasajero, pero aún no llegan a un acuerdo.
Buttigieg justificó que se pague con dinero de los contribuyentes proyectos que tradicionalmente estaban financiados de manera independiente al asegurar que “existe una necesidad de renovación, los contribuyentes lo esperan y lo quieren”.
Las encuestas, en general, apoyan lo que el secretario de transporte decía, ya que al ser consultados los estadounidenses suelen indicar que están disconformes con el estado de sus aeropuertos.
SEGUIR LEYENDO