Por qué Wall Street tuvo su peor caída desde 2020 y lleva uno de los peores comienzos de año de la historia

En los mercados internacionales volvió el temor por la elevada inflación, la suba de tasas y la desaceleración económica. El Nasdaq se hundió 4,7% y el Dow Jones, un 3,6%

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Wall Street retomó una pronunciada tendencia negativa
Wall Street retomó una pronunciada tendencia negativa

Los mercados en Nueva York operaron con intenso nerviosismo, con una fuerte tendencia bajista debido a que la preocupación por el crecimiento y el avance de la inflación deterioraban la confianza de los mercados.

Al cierre, los índices de Wall Street acusaron las bajas más pronunciadas en dos años. El tecnológico Nasdaq resignó un 4,7%, el S&P 500, un 4%, y el Dow Jones de Industriales, un 3,6 por ciento. En lo que va del 2020, el Nasdaq se hunde un 27%; el referente S&P 500, un 17%, y el Dow Jones, un 13% en uno de los peores comienzos de un año bursátil desde la crisis del ‘30.

¿Por qué se desploma Wall Street?

Básicamente, los agentes bursátiles se anticipan a una desaceleración económica y restricción del crédito por una suba de las tasas para controlar la inflación.

Los precios están aumentando rápidamente en todo el mundo, lo que obliga a los bancos centrales a subir las tasas de interés a pesar del posible impacto en el PIB, como sugiere una modesta disminución en la construcción de viviendas en Estados Unidos en abril. A esto se sumaron otros datos negativos vinculados a la inflación, tales como un alza de 9% en los precios al consumidor en Reino Unido y una escalada similar registrada en Canadá.

Los precios altos y la escasez de materiales ya han afectado a la construcción de viviendas en los EEUU, el sector de la economía más sensible a las tasas. Pero el informe del Departamento de Comercio también mostró una acumulación récord de casas por construir, lo que indica que una baja en la edificación de casas sería potencialmente marginal.

Estados Unidos registra una inflación anual de 8,3%, aún en máximos desde 1982, al igual que la inflación británica, debido a que se dispararon las facturas de energía, y los precios en Canadá subieron un 6,8% el mes pasado, en gran parte por el alza de los precios de los alimentos y la vivienda, según datos de Statistics Canada.

“El mercado todavía se dirige a la baja este verano boreal por las razones que estamos viendo con estos grandes minoristas. Todavía tenemos un problema de inflación”, dijo a Reuters Andrew Slimmon, gerente senior de carteras de Morgan Stanley Investment Management.

Para fin de año, el S&P 500 estará más cerca de 5.000 puntos que de 4.000, dijo, pero “aún no hemos superado la parte difícil porque la Fed solo subió las tasas 75 puntos básicos. Les queda más por hacer”, explicó el experto, en referencia a la política de ajuste monetario del banco central estadounidense.

A los problemas causados por la inflación se sumaron los magros resultados de Target Corporation, cuyas ganancias trimestrales se redujeron a la mitad, al advertir de un mayor gasto este año por el aumento de los costos de combustible y fletes.

Las acciones de Target se desplomaron 24,9%, un día después de Walmart advirtió de dificultades similares para sus márgenes de utilidades. La fortuna de la familia Walton se desplomó casi 19.000 millones de dólares después de que Walmart Inc. recortara sus perspectivas de ganancias. Se trata de la peor caída registrada en un solo día de la fortuna familiar desde 1987.

Pocos analistas están dispuestos a predecir el final de la ola de ventas después de unos duros primeros cinco meses del año para los activos de riesgo, en vista de la incertidumbre macroeconómica.

“El sentimiento y la confianza de los inversores siguen siendo inestables y, como resultado, es probable que veamos mercados volátiles y agitados hasta que tengamos más claridad sobre tres aspectos clave: tasas, recesión y riesgos”, dijo a Reuters Mark Haefele, director de inversiones de UBS Global.

El dólar estadounidense se fortalecía e iba camino de romper una racha de pérdidas de tres sesiones, un día después de que el presidente de la Fed, Jerome Powell, prometiera que el banco central aumentaría las tasas tanto como sea necesario para combatir la inflación creciente.

Los rendimientos de los bonos del Tesoro caían. Un camino empinado para las tasas siguió siendo el consenso predominante en el mercado, ya que el rendimiento de la nota de referencia a 10 años alcanzó un máximo de una semana de 3,015%, después de los comentarios de Powell.

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