El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, firmó este lunes un decreto para prevenir el acopio de productos considerados esenciales en los esfuerzos del país contra el coronavirus, lo mismo que la manipulación de los precios de esos productos. “No vamos a dejar que aquellos que acopian y manipulan los precios dañen la salud de los Estados Unidos en este tiempo de necesidad”, indicó la secretaria de Prensa, Stephanie Grisham, en una publicación en su cuenta de Twitter.
Trump firmó la medida en privado, pero su administración proveyó más detalles sobre ella a través del fiscal general William Barr durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca. Barr explicó que la medida aplica al mercado mayorista, y no a los consumidores: “Si tienen una gran cantidad de papel higiénico en sus casas, no les va a pasar nada, pero si tienen un galpón lleno de barbijos, van a escuchar un llamado a sus puertas”, expresó Barr.
En otro pasaje de su locución, el titular del departamento de Justicia explicó que las 93 oficinas de fiscales del país tendrán un responsable a cargo de impulsar los distintos casos que puedan surgir en sus jurisdicciones. E indicó que ya se han iniciado investigaciones de “actividades que están alterando la cadena de suministros”.
A nivel nacional, Estados Unidos confirmó 41.708 casos positivos, convirtiéndose de esta manera en el tercer país con mayor cantidad de contagios, solo por detrás de China (81.496) e Italia (63.927). Además, confirmó 573 muertes, lo que ubica al país en el sexto lugar de la lúgubre lista a nivel mundial.
La pandemia ya alcanzó los 50 estados de la Unión. Nueva York, que tiene el 6 por ciento de la población de Estados Unidos, acumula alrededor de la mitad del total de positivos en el país. El estado tiene el mayor número de casos, con más de 20.000 contagiados y 157 muertos. No obstante, las cifras siguen en aumento y cambian rápidamente porque el estado tiene ahora capacidad para realizar más pruebas, con 200 laboratorios, públicos y privados operando.
Para frenar el rápido crecimiento, Nueva York elevó las restricciones, que entraron en vigencia este lunes, en un plan que el gobernador Andrew Cuomo ha llamado “Nueva York en Pausa” y afectará a unos 19 millones de personas. Al sumar los residentes de los otros estados que se encuentran en condiciones similares, el resultado implica que más de un tercio de la población del país está bajo medidas más o menos severas de confinamiento.
Sin embargo, autoridades locales y estatales en todo el país han advertido sobre un empeoramiento de las consecuencias, de no mediar una intervención federal más contundente, que ellos consideran necesaria.
“Lo peor aún está por venir”, dijo el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio. De Blasio predijo que los hospitales de la ciudad enfrentarán una escasez importante de equipamiento de protección en los próximos días a menos que se tomen acciones drásticas.
Al respecto, Trump anunció este domingo que ordenará la instalación de hospitales de campaña con un total de 4.000 camas en Nueva York, Washington y California, mientras republicanos y demócratas intentan ponerse de acuerdo para aprobar un plan de choque económico de cerca de un billón de dólares.
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