A dos años del #MeToo, una línea directa para denuncias sobre acoso sexual en el ámbito laboral recibe cientos de denuncias. Aunque las fundadoras de esta sucursal del movimiento son Meryl Streep, Selena Gomez y Shonda Rhimes, el número +1-202-319-3053 corresponde a Washington, DC, y allí llegan cientos de llamadas desde todos los Estados Unidos: “Una trabajadora rural en California. Una cuidadora de personas en Texas. Una conductora de bus en Mississippi. Una cocinera de un hotel en Filadelfia”, enumeró The Lily.
La oficina funciona en las instalaciones del Fondo de Defensa Legal Time’s Up, en DC. No tiene el fulgor de las estrellas de Hollywood que la fundaron —de hecho, ni siquiera tiene ventanas— pero ofrece algo más importante: una escucha compasiva, sí, pero sobre todo una consulta legal, una demanda judicial y pasos posibles para continuarla.
“Queríamos concentrarnos en empleos de salarios bajos: vendedoras, personal de limpieza, trabajadoras del campo", explicó Fatima Goss Graves, presidenta y directora ejecutiva del Centro Legal Nacional de Mujeres, que ayudó en la organización de la hotline. Justo en el momento de auge inicial del #MeToo, la Alianza Nacional de Campesinas publicó una carta para las actrices, que decía: “Las escuchamos, las vemos, sabemos por lo que están pasando, porque es lo mismo por lo que pasamos nosotras”. En esa conjunción, en la que celebridades y trabajadoras del campo encontraron algo en común, comenzó a crecer esta idea.
Anna Black tiene 25 años y este empleo, que realiza bajo luces suaves, como si no fuera una oficina sino un confesionario. Algunas de las personas que llaman lo hacen llorando. La mayoría son mujeres. Todas han sufrido acoso sexual en el ámbito laboral. Black no es abogada, pero encontró este trabajo en RAINN, la red nacional para ayuda a personas que sufrieron violación, abuso o incesto. “Sabe cómo hablarle a las personas que han pasado por un trauma”, comentó The Lily.
Con ella trabaja también Ellie Driscoll, quien responde las denuncias realizadas en el formulario en línea. Las dos derivan los casos a abogados y abogadas en distintos puntos del país, cuya primera consulta es gratuita; a continuación se acuerdan los caminos posibles. Muchos continúan los casos ad honorem. Desde enero de 2018, cuando el fondo comenzó —tras el aporte inicial de las estrellas, reunió USD 24 millones en GoFundMe—, han manejado casi 4.000 casos y construido una red de 700 representantes legales.
Para muchas de las solicitantes de ayuda, la línea de llamada directa apareció cuando ya habían agotado sus recursos. Habían hecho la denuncia en el momento, sin que progresara; en realidad, en muchos casos, sobre todo en las industrias de la gastronomía y la hotelería, las había perseguido como un estigma que les había dificultado o impedido conseguir otro empleo.
Según cifras de Sharyn Tejani, directora del Fondo de Defensa Legal Time’s Up, el peso de la celebridad no sólo tuvo importancia a la hora de comenzar este proyecto, sino también para inspirar a las víctimas para que se movilizaran: en ocasión de la entrega de los Golden Globes, por ejemplo, recibieron 200 llamadas.
“El acoso sexual que se ha denunciado en los últimos dos años ha sido a la vez horrible e iluminador”, expresa la web del fondo. Por eso mismo, concluyeron las hacedoras, no sólo las llamadas han aumentado sostenidamente, sino que es probable la continuación de esa tendencia.
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