El asesino de Facebook Live se suicidó tras ser acorralado por la Policía

Steve Stephens fue perseguido por la policía hasta quedar rodeado en Pensilvania, donde antes de entregarse prefirió quitarse la vida con un disparo

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Steve Stephens
Steve Stephens

Steve Stephens, el asesino que transmitió su crimen a través de Facebook, fue hallado muerto este martes luego de una persecución policial en Pensilvania, según confirmó la policía estatal.

Las autoridades confirmaron el suicidio, realizado con un disparo, a través de su cuenta de Twitter.

La búsqueda del hombre que mató a un desconocido en Cleveland (Ohio) y colgó el video en Facebook se había ampliado este martes a todo el país, mientras que el FBI lo había incluido en su lista de los más buscados ofreciendo una recompensa de USD 50 mil.

Stephens compartió un video en el que acababa de un tiro con la vida de Robert Godwin, a quien supuestamente eligió al azar, mientras que en otros videos en la red social aseguraba haber matado a una docena de personas e iba a seguir con los asesinatos debido a un despecho amoroso.

La policía recibió más de 400 pistas sobre el paradero del sujeto desde diversos puntos del país, incluso a una distancia de cientos de kilómetros. Sin embargo, el prófugo solo se alejó algo más de 100 kilómetros con respecto al lugar del crimen. La Policía de Erie confirmó que Stephens fue hallado en el mismo Ford Fusion blanco en el que emprendió su huida el domingo.

Según detallaron, Stephens fue visto el martes por la mañana en el condado Erie, en el noroeste del estado. Las autoridades indicaron que trataron de hacer que Stephens parase su coche en repetidas oportunidades y que, luego de una breve persecución, el sospechoso se suicidó de un disparo.

Stephens, de 37 años y vecino de Cleveland, había escrito en su cuenta de Facebook antes del asesinato que quería matar y en sus mensajes culpaba a su ex novia, que identifica como Joy Lane, de las atrocidades que planeaba cometer.

En el segundo video, Stepehns muestra su placa de Beech Brook, donde trabajaba cuidando a adolescentes con problemas mentales, y también acusa a la organización de volverlo loco. Allí, Stephens trabajaba de "administrador de casos", un puesto en el cual estaba constantemente sometido a escuchar los problemas de otras personas. Y sentía que nadie quería escuchar los problemas que él mismo tenía.

Pese a que dijo que había matado a una docena de personas y que tenía pensado seguir cometiendo asesinatos por despecho, las autoridades no tienen indicios de que Stephens cometiera más asesinatos que el de Godwin.