El mediocampista argentino Guillermo "Pol" Fernández llegó este jueves a la Ciudad de México después de un largo retraso en su vuelo para firmar con el Cruz Azul, pero el jugador ya habló como un jugador más de la "Máquina Celeste".
Fernández, de 27 años, no negó que el equipo tiene una gran presión para ser campeón y aseguró que es un reto importante en su carrera. El futbolista jugará por primera vez en un club que no es de su natal Argentina.
"Estoy muy contento por este paso en mi carrera, es un paso importantísimo. Estoy consciente de que (Cruz Azul) es un equipo muy grande y espero estar a la altura", dijo a los medios congregados en el Aeropuerto Internacional de la capital mexicana.
El ex Racing y Boca Juniors fue recibido por varios medios de comunicación, revelando la importancia y expectativa de su fichaje, y también por varios aficionados que se congregaron para saludar al refuerzo cruzazulino y pedirle una foto y un autógrafo.
Fernández no negó que este sea el reto más importante de su carrera. "Lo tomaría así", señaló. "Estoy muy contento, muy feliz de llegar acá. Cuando llegué al Racing también teníamos la necesidad de ser campeones y hoy Cruz Azul va por ese ansiado título", destacó.
El jugador se refirió a la pesada herencia que tiene Cruz Azul en la Liga MX. A pesar de ser considera uno de los equipos grandes del país, por títulos, afición e historia, acumula 21 años y seis meses sin ser campeón liguero.
Además, en su contra juega la cantidad de subcampeonatos que ha obtenido desde entonces: seis veces el conjunto cementero ha llegado a la final por el título, pero en todas las ocasiones ha perdido.
Por si fuera poco, en las últimas dos finales que disputó, cayó ante su clásico rival, el América, que con esas conquistas cimentó su superioridad a nivel nacional. Debido a todo esto, encima de Cruz Azul pesa una suerte de "maldición".
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En México, tradicionalmente, "hacer un Cruz Azul" o "cruzazulear" se refiere a estar cerca de un éxito o una victoria y no conseguirla, o perder con una sorpresa "sorprendente".
Las similaridades que mencionó Fernández con Racing de Avellaneda, su ex club, no se quedan en la necesidad de títulos. La institución argentina también pasó una larga sequía: entre 1966 y 2001, la Academia no sumó ninguna Liga.
Sin embargo, los albicelestes consiguieron dos títulos en relativamente poco tiempo: uno en el torneo de Liga 2014 y el de la Superliga de 2018-2019.
La última de esas conquistas tuvo a Fernández como una de las figuras de la plantilla comandada por Eduardo "Chacho" Coudet, quien también pasó por México como jugador y como técnico.
"Quiero devolver la confianza que han depositado en mí y vine a trabajar para eso. Voy a trabajar duro para aportar lo mejor de mí para que todos estén contentos conmigo", concluyó el jugador, que se pondrá a las órdenes del portugués Pedro Caixinha, entrenador de Cruz Azul.
Fernández debutó con Boca en 2011, pero su poca actividad lo obligó a emigrar a otros clubes en Argentina, incluidos Rosario Central (2013), Atlético de Rafaela (2014-2015), Godoy Cruz (2015-2018) y, finalmente, Racing (2018-2019).