Colados en Transmilenio están dejando un déficit que se sanea con los impuestos de Bogotá

La estrategia de la empresa para evitar la evasión es colocar puertas y torniquetes para evitar esta problemática

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Déficit de los colados en Transmileno estaría siendo saneado con impuestos. Archivo particular.
Déficit de los colados en Transmileno estaría siendo saneado con impuestos. Archivo particular.

Los colados en Transmilenio se convirtieron en un problema que ni Alcaldía de Bogotá ha podido controlar. A pesar de las campañas y múltiples estrategias, los ciudadanos encuentran la forma de burlar al sistema. Las pérdidas semanales que genera esta evasión rondan entre los 8 mil y 11 mil millones de pesos. La empresa ya ha instalado puertas y talanqueras que evitan esta conducta, pero aun así se siguen presentando estos eventos.

Varios de los usuarios que son sorprendidos en estos hechos ya no se preocupan, la sistematización con la que se realiza ha creado una especie de normalización de esta evasión. Esto se evidencia en múltiples videos y reportajes donde se ve que los funcionarios regañan a los infractores, e incluso frente a las autoridades, pero aun así se siguen colando.

Las cifras semanales de pérdidas son millonarias, según el “Informe de evasión en el componente troncal 2022″ que realiza Transmilenio. Desde el 2019 hasta el año pasado, los colados en el sistema pasaron a ser del 16,7 al 29,6 %. En promedio semanalmente se pierden 10.600 millones de pesos. Dichas pérdidas explican el gerente de la entidad, Orlando Santiago Cely, está siendo saneada con dinero de los impuestos que recoge la ciudad.

Sumado a esto, Probogotá Región aseguró que en el 2022 se pudieron perder unos 551.200 millones de pesos, más del 100 % de lo que registró previo al inicio de la contingencia sanitaria derivada por el Covid-19.

Aunque muchos usuarios se excusan en que las tarifas del sistema son muy altas, razón por la cual evaden; la administración local asegura que es una de las causas principales de la crisis financiera que vive Transmilenio.

Estaría tan reconocida la problemática que se establece que del 100 % de los usuarios, el 29,66 % son colados. El 15 % de los evasores que ingresan por torniquetes, mientras 10 % se aprovecha de los accesos para discapacitados y el 4 % restante entra por las puertas laterales.

Las estaciones de la troncal de la Avenida Caracas y la Carrera décima es donde más casos se evidencian los colados.

Puertas y torniquetes anticolados parecen ser las soluciones para los evasores. @HugoASeguridad
Puertas y torniquetes anticolados parecen ser las soluciones para los evasores. @HugoASeguridad

Puertas y torniquetes anticolados, la estrategia para acabar con el problema en Transmilenio

Desde hace meses la empresa ha empezado a adoptar una política más severa con los evasores. Solo por tomar de referencia el caso del exgerente de la entidad, Álvaro José Rengifo, quien identificó a unos colados y los denunció ante sus empleadores esta conducta que les terminó costando el trabajo:

“Vi dos mujeres evadiendo el pasaje, aparte de ponerles la multa, llamé a la empresa y a una de las personas que evadió, la despidieron. Estamos identificando a personas de distintas empresas, esperamos que el problema de evasión sea un problema de ciudad, la multa no está generando ningún un impacto, pero si uno supiera que evadir el pasaje lo puede generar que lo despidan (...) Estoy hablando con universidades para que esto le pueda generar matricula condicional a estudiantes universitarios”, lo manifestó ante el Concejo de Bogotá.

En la nueva administración de la entidad se ha avanzado con la instalación de las puertas y talanqueras anticolados, una estrategia que ha sido aplaudida por la ciudadanía, pues restringe por completo la evasión; además que mitiga los riegos que toman los evasores por intentar acceder al sistema sin pagar.

La idea es colocar 693 puertas automáticas y torniquetes que cubren el suelo y van hasta el techo, los cuales evitan los colados. No obstante, algunas de las que ya se instalaron ya reportan fallas y al igual que las entradas ordinarias, quedan completamente abiertas, lo que ha llamado la atención de algunos ciudadanos y concejales de Bogotá.

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