Padrastro de niños intoxicados en Soledad les habría pagado dos mil pesos para consumir gaseosa envenenada

Para el momento de los hechos, es de resaltar, los dos menores se encontraban en casa de su mamá, una vivienda ubicada en el barrio Nueva Esperanza

Compartir
Compartir articulo
Para el momento de los hechos, es de resaltar, los dos menores se encontraban en casa de su mamá, una vivienda ubicada en el barrio Nueva Esperanza
Para el momento de los hechos, es de resaltar, los dos menores se encontraban en casa de su mamá, una vivienda ubicada en el barrio Nueva Esperanza

De un posible envenenamiento se trataría la muerte de un niño de siete años, llamado Adolfo José, ocurrida en Soledad, Atlántico. El menor y su hermano, un menor de seis años identificado como Héctor David, resultaron intoxicados luego de beber una gaseosa. Este último logró salir con vida de los hechos, y ahora se convirtió en una pieza clave para esclarecer lo ocurrido. El niño asegura que quien les suministro la bebida fue su padrastro, quien les ofreció $2.000 a cada uno a cambio de tomar el contenido de la botella.

“Acabamos de conocer la información que suministró mi sobrino cuando despertó. Él asegura que fue el señor, la nueva pareja de la mamá, el que les entregó la gaseosa y les prometió $2.000 si se la tomaban enseguida (...) Mi sobrino le contó a su papá que él no quiso seguir tomándose esa gaseosa porque le sabía feo, como amargo, diferente a su hermanito que sí se tomó el vaso completo y fue el que terminó convulsionando, según cuentan los vecinos”, contó Néstor Romero, tío paterno de la víctima mortal en un diálogo con Blu Radio.

“Estamos a la espera de lo que nos informen desde Medicina Legal. No descartamos el envenenamiento porque mis sobrinos estaban bien. Vuelvo y repito, una gaseosa no da para eso. El líquido ya venía contaminado y se lo suministraron así a mis pobres sobrinos”, añadió en su charla con esa emisora.

Para el momento de los hechos, es de resaltar, los dos menores se encontraban en casa de su mamá, una vivienda ubicada en el barrio Nueva Esperanza. La investigación ya está en manos del CTI de la Fiscalía. Luego de que se reportara que los niños tenían afectaciones médicas, ambos fueron trasladados a la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos de la Clínica Adelita de Char de Soledad.

“El fallecimiento de uno de los niños que venía siendo atendido por intoxicación de alimentos es materia de investigación de la Secretaría de Salud. Venimos haciendo el acompañamiento a todas las autoridades con relación a la impresión diagnóstica que se tiene”, explicó, Manuel Navarro, secretario de Salud de Soledad.

 La investigación ya está en manos del CTI de la Fiscalía. Luego de que se reportara que los niños tenían afectaciones médicas, ambos fueron trasladados a la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos de la Clínica Adelita de Char de Soledad
La investigación ya está en manos del CTI de la Fiscalía. Luego de que se reportara que los niños tenían afectaciones médicas, ambos fueron trasladados a la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos de la Clínica Adelita de Char de Soledad

Según contó el familiar, el envenenamiento se dio el pasado viernes en la noche. “Recibimos la llamada en la que nos señalaron que los niños estaban mal porque se habían tomado una gaseosa, pero no entendemos bien lo que pasó porque el padrastro se perdió, como que huyó (...) Nunca pensamos que esto terminaría en la muerte de mi sobrino Adolfo José, pero enseguida nos dijeron que el padrastro tenía que ver. Al tipo lo cogieron, pero terminaron soltándolo a las tres o cuatro horas”, manifestó.

“Ellos no dejaban de vomitar. Me cuenta la enfermera que inicialmente los atendió, por eso no descartamos que hayan sido envenenados, porque una gaseosa o pony no da para eso”, recordó. Los niños entraron al hospital fuerte dolor abdominal, vómitos, deposiciones líquidas y falla respiratoria.

En una conversación con el diario local El Heraldo, la madre de los niños destacó: “Mi pequeño me dijo que el padrastro le estaba echando algo a la bebida, de hecho pensó que era picante porque probó y dijo que sabía a feo, pero el mayor se lo tomó todo. 2000 pesos les iba a dar al que se tomara primero la bebida, eso me dijo el niño (...) A mí me llamó el CTI para que denunciara, pero yo no voy a poner denuncia, no por defenderlo a él ni nada, solo que sé que le va a ir peor que lo que hizo a mis hijos. Él no se ha vuelto a comunicar conmigo, la última vez que lo vi fue cuando salió del hospital”.

SEGUIR LEYENDO: