Asesinato de la psicóloga Adriana Pinzón: encuentran pruebas de que la escena del crimen fue alterada

Cerca de 182 minutos pasaron desde que el hombre entró al edificio y al apartamento 203, en el que vivía su víctima, la hermana de su pareja

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Adriana Pinzón
Adriana Pinzón

El asesinato de la psicóloga Adriana Pinzón se mantiene todavía dentro del debate público del país. Su muerte violenta, en manos de su cuñado, todavía tiene preguntas sin resolver, y Jonathan Torres, confeso homicida, sigue dando versiones que confunden la búsqueda de la verdad. El noticiero del Canal RCN, en una de sus más recientes emisiones, reveló nuevos detalles del deceso de la mujer y de las últimas horas que estuvo con vida. Pinzón tenía 42 años; desapareció el pasado 7 de julio.

De acuerdo con lo que reveló ese medio de comunicación, para la tarde de su desaparición se encontraba con su cuñado. En las grabaciones que registraron las cámaras de seguridad, se ve a Torres entrando al apartamento de Adriana, vestido con una camiseta roja, unos jeans y un celular en sus manos. Pasaron tres horas desde la última vez que la cámara lo tuvo en su encuadre. Cerca de182 minutos pasaron desde que el hombre entró al edificio y al apartamento 203, en el que vivía la hermana de su pareja.

Las cámaras de nuevo lo captan a su salida, sin embargo, en esa ocasión, portando un morral negro y una tabla de madera. Con aquellos implementos, se sube al carro que era, en su momento, propiedad de Adriana. Desde el apartamento, en aquel vehículo, se dirige a la veterinaria que también era de su cuñada, ubicada en Zipaquirá, en Cundinamarca.

Setenta minutos después de esto, a Torres se le ve regresando al apartamento de Adriana vestido con ropa diferente y sin las cosas con las que había salido de allí. Tan solo cuatro minutos después de su ingreso, se le ve abandonado el inmueble con gran dificultad, pues, en sus brazos, llevaba una pesada bolsa de basura. Aquel paquete, tal y como se ve en las cámaras, es dejado por torres en la parte de atrás del automóvil.

Seguido a ello, detalla la investigación, a dos horas de lo ocurrido, se registró la entrada de torres a un concesionario ubicado en Chía. Allí, se supo, estuvo negociando con el vehículo que era propiedad de su cuñada. Hasta el lugar llegó con otra mujer: su pareja sentimental. Aunque sostenía una relación con una de las hermanas de su víctima, era pareja de otra persona al mismo tiempo. En ese lugar presentó a la mujer como su esposa. Torres Campos era la pareja de Pilar Pinzón, hermana menor de la familia.

Sandra Pinzón, hermana mayor de la víctima, reveló, en un diálogo con ese portal de noticias, que el carro por el que habría ocurrido el homicidio era el automóvil de los sueños de Adriana. “Yo me acuerdo que le insistí mucho a Jonathan sobre el carro ‘¿dónde están los papeles del carro?’ Lo primero que le pido es que me dé el nombre de la compraventa, pero no aparece en ningún lado y le insisto a él (...) Lo que él quiere hacer con el carro es una permuta y ‘él se lleva el otro carro porque es el regalo de cumpleaños para la esposa’ y yo pregunté ‘¿de la esposa?, pero si estamos en junio”, reveló.

Según conoció el noticiero, Adriana Pinzón estaba planeando un viaje para Turquía. Uno de sus objetivos era conocer gran parte del mundo, por lo que ya había estado es España, Bélgica, Francia, Holanda, Chile. “Ese martes, el 7, yo le escribí, pero ella no me contestó, entonces yo asumí que por temas laborales de pronto estaba ocupada (...) yo la llamé, no me contestó, pero pues digamos que ella idealmente, así como lo hablábamos, muy comprometida con su trabajo y tenía mucho trabajo, entonces yo dije; seguramente está ocupada. Entonces yo por eso no le presté mayor atención”, contó el primo de la víctima, Leonardo, en una entrevista con RCN, al acordarse de ese día.

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