Parque Tayrona: guías turísticos encienden alarma por desorden y descuido de las vías

Además, es recurrente la denuncia de los turistas sobre el mal estado de los senderos y el mal manejo de estos al interior del área protegida

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Cabo San Juan, Parque Nacional Natural Tayrona. Foto: María José Cogollo M.
Cabo San Juan, Parque Nacional Natural Tayrona. Foto: María José Cogollo M.

El Parque Nacional Natural Tayrona es uno de los atractivos naturales más visitados de Colombia. Sus hermosas playas y enorme biodiversidad, lo hacen un paraíso imperdible para turistas que llegan allí desde diversas partes del mundo.

Y en esta temporada de vacaciones, este territorio ancestral, donde aún vive la comunidad indígena de los kogui, se colma de visitantes, algo que incide en empeorar las condiciones de las vías y los caminos, que según denunciaron guías turísticos de la zona, son deplorables.

Cabe aclarar que el área protegida cuenta con tres vías de acceso para automóviles que llevan a sus maravillosas playas:

-De Santa Marta a Bahía Concha: 8 kilómetros.

-Troncal del Caribe a Neguanje: 14,2 kilómetros.

-El Zaíno a Cañaveral: 5 kilómetros.

El común denominador en cada una de ellas es el descuido. Son vías destapadas, que significan un desafío para cualquier automóvil común, más aún cuando llegan las lluvias. Solo la del Zaino, la entrada principal por que la los visitantes suelen entrar al famoso cabo San Juan, cuenta con una porción pavimentada.

Sobre el tema, el diario El Tiempo habló con Darío Mosquera presidente seccional de la Fundación de Guías de Colombia (Fundaguias), quien encendió una alarma ante “la desorganización y el mal estado en el que se encuentra el parque Tayrona”.

“El Tayrona tiene millonarios ingresos diarios; sin embargo; Unidad de Parques tiene el lugar descuidado y en desorden. No hay una correcta logística de atención al visitante”, señaló Mosquera en el medio nacional.

Asimismo, manifestó que ha visitado otros parques naturales de Colombia y le asombra darse cuenta lo diferente que es la experiencia, ”he realizado un recorrido por el Quindío visitando el parque Cocora, Salento, el Parque del Café y otros en donde uno queda admirado al ver sus ambulancias, más de 5 baños públicos y todo el dispositivo de seguridad con personal autorizado cuidando la flora y fauna”, precisó.

También señaló que el personal con el que cuenta el Tayrona no es suficiente para prestar un servicio de calidad al turista, así como para mantener la zona en buenas condiciones, “hay un abandono total e inaceptable teniendo en cuenta que el Parque Tayrona es el más visitado y el que mayores ingresos percibe, pero lastimosamente no se observan las inversiones”, detalló.

Lo que dicen las autoridades ante el problema

Para Mosquera, intervenir las vías es una urgencia vital, pero también darle un orden más adecuado a la entrada al área protegida. “Estas carreteras se asemejan a una trocha de cualquier municipio del Magdalena. Lo peor es que al momento de intervenirlas se echan la pelotica”, puntualizó en el diario nacional.

Ante el tema, según precisó El Tiempo, Parques Nacionales Naturales se ha manifestado diciendo que, “el dinero que reciben por concepto de entradas son usados para el mantenimiento de las reservas naturales, áreas concesionadas y de los senderos del parque, gastos de funcionamiento y obras de infraestructura”.

En ese sentido, “el mejoramiento de las carreteras es responsabilidad directa de la Gobernación de Magdalena. Las tres carreteras pertenecen al departamento desde el año 1997 cuando la Nación le entregó a varios entes territoriales las vías terciarias y algunas secundarias, situación que impide intervenciones mayores sobre la misma”, recogió el medio nacional.

Aún así, es claro que para los turistas la entrada que pagan para ingresar no garantiza una buena experiencia, ya que sumado a la mala calidad de las vías, los senderos carecen de mantenimiento; sin mencionar el tema de los caminos ecuestres que se confunden con los peatonales, convirtiéndolos en verdaderos lodazales, casi imposibles de transitar.

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