Las fotos sonriendo de “Otoniel” ponen en duda la entrega del líder del Clan del Golfo

Otoniel se ve sonriendo en una serie de imágenes que se conocieron tras su captura

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Dairo Antonio Usuga David, alias "Otoniel", top leader of the Gulf clan, is escorted by policemen after being captured, in Bogota, Colombia October 23, 2021. Picture taken October 23, 2021. Colombian Police/Handout via REUTERS  ATTENTION EDITORS - THIS IMAGE HAS BEEN SUPPLIED BY A THIRD PARTY.  MANDATORY CREDIT  NO RESALES NO ARCHIVES
Dairo Antonio Usuga David, alias "Otoniel", top leader of the Gulf clan, is escorted by policemen after being captured, in Bogota, Colombia October 23, 2021. Picture taken October 23, 2021. Colombian Police/Handout via REUTERS ATTENTION EDITORS - THIS IMAGE HAS BEEN SUPPLIED BY A THIRD PARTY. MANDATORY CREDIT NO RESALES NO ARCHIVES

El pasado sábado 24, las autoridades colombianas capturaron a Dairo Antonio Úsuga, alias “Otoniel”, el narcotraficante más buscado del país. Úsuga, máximo líder de la organización criminal Clan del Golfo, se mantuvo prófugo durante más de una década sobornando a funcionarios estatales y alineándose con combatientes de izquierda y derecha en el país.

“Es el golpe más contundente que se le ha propiciado al narcotráfico en este siglo. Solo es comparable con la caída de Pablo Escobar... (a inicios de) los años 90″, dijo el presidente Iván Duque al confirmar la captura en una declaración oficial acompañado de su cúpula militar.

Las fuerzas militares colombianas presentaron a Úsuga ante los medios esposado y vistiendo botas pantaneras; luego de la captura empezaron a circular imágenes del narcotraficante sonriendo y compartiendo relajado con los miembros del equipo que logró la detención.

Dairo Antonio Usuga David, alias "Otoniel", top leader of the Gulf clan, poses for a photo while  escorted by Colombian military soldiers inside a helicopter after being captured, in Turbo, Colombia October 23, 2021. Colombian Defense Ministry/Handout via REUTERS ATTENTION EDITORS - THIS IMAGE HAS BEEN SUPPLIED BY A THIRD PARTY. MANDATORY CREDIT. NO RESALES. NO ARCHIVES.
Dairo Antonio Usuga David, alias "Otoniel", top leader of the Gulf clan, poses for a photo while escorted by Colombian military soldiers inside a helicopter after being captured, in Turbo, Colombia October 23, 2021. Colombian Defense Ministry/Handout via REUTERS ATTENTION EDITORS - THIS IMAGE HAS BEEN SUPPLIED BY A THIRD PARTY. MANDATORY CREDIT. NO RESALES. NO ARCHIVES.

Estas fotos han creado escepticismo entre algunos ciudadanos, incluso el sacerdote José Weimar Moreno, de Chigorodó, Antioquia, habló con Revista Semana y se refirió a estas dudas.

El religioso, que trabaja en una de las zonas con más influencias del Clan Del Golfo, sostuvo que muchos feligreses dicen que hay dudas por la captura.

Algunos fieles han dicho que tenía un rostro muy tranquilo, hasta sonriente. Al menos así se le ve en las noticias y fotografías que ha divulgado la prensa. Dicen que no tenía anillos de seguridad fuertes. Entonces, alguna gente dice: ¿se entregó o lo cogieron?

Además, afirmó que los habitantes de la región también temen represalias de los integrantes del Clan del Golfo e invitó a los hombres que quedan de este grupo criminal que “respeten a la población civil” y los invitó a negociar.

Les digo además que se entreguen, se desmovilicen, que empiecen a hacer negociaciones. Y que respeten a la población civil, a los ciudadanos, que tengan en consideración a las fuerzas del orden porque ellos están cumpliendo con su deber, es su trabajo, su labor.

En redes sociales, también los usuarios se preguntaron el porqué de la actitud del peligroso criminal. Incluso, Ángela María Robledo, miembro de la oposición dijo que las imágenes parecían más un de un hombre que negoció su entrega.

Estos son algunos de los trinos:

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Úsuga, mejor conocido por su alias “Otoniel”, es el presunto líder del temido Clan del Golfo, cuyo ejército de asesinos ha aterrorizado gran parte del norte de Colombia para tomar el control de las rutas importantes para el tráfico de cocaína a través de selvas espesas al norte de Centroamérica y hacia Estados Unidos.

Desde hace mucho aparecía en la lista de prófugos más buscados por la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés), para cuya captura había ofrecido una recompensa de cinco millones de dólares. Úsuga, de 50 años, es solicitado por el Distrito Sur de Nueva York por delitos asociados al narcotráfico, cargos levantados en su contra en 2009.

También tiene otras acusaciones pendientes en cortes federales en Miami, Tampa y Brooklyn, donde lo señalaron de enviar 73 toneladas de cocaína a Estados Unidos entre 2003 y 2014 a través de varios países, incluyendo Venezuela, Guatemala, México, Panamá y Honduras.

Las autoridades colombianas estuvieron tras la pista de alias “Otoniel” por casi siete años, lo consideraban un “objetivo de máximo valor” y ofrecían hasta 3.000 millones de pesos (aproximadamente 795.000 dólares) por información que ayudara a dar con su paradero.

El presidente Duque resaltó el trabajo de la fuerza pública y de inteligencia e indicó que compartieron “información con agencias de los Estados Unidos y del Reino Unido, dada la peligrosidad de este delincuente”.

Alias “Otoniel”, señalado por delitos como narcotráfico, homicidio, tráfico de armas, reclutamiento forzado y abuso de menores, tiene 128 órdenes de captura y sentencias condenatorias en Colombia y dos circulares rojas de Interpol, informó la policía en un comunicado.

Otoniel abusaba sexualmente de menores de edad que llevaba hasta sus campamentos, una práctica que replicaban otros cabecillas e integrantes de menor rango en el Clan del Golfo.

El Ejército divulgó fotografías de Otoniel esposado y custodiado. El comandante de las Fuerzas Militares, general Luis Fernando Navarro, indicó que la operación fue planeada el 15 de octubre en una guarnición militar en Bogotá y ejecutada en la madrugada de este viernes por más de 500 integrantes de las fuerzas especiales.

“Fuimos develando los anillos de seguridad, entendiendo de mejor manera los corredores de movilidad y nos fuimos colocando de manera estratégica en el terreno... cada vez el bandido iba perdiendo más su esquema de seguridad”, dijo Navarro.

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