Libertad, crisis ambiental, redistribución e igualdad de género: las propuestas de Alejandro Gaviria

Por medio de una publicación en su página web oficial, el ahora candidato presidencial mostró su manera de ver a Colombia por medio de 60 puntos. En ellos, recoge pilares que ha aplicado en anteriores cargos de interés nacional

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Alejandro Gaviria oficializó su candidatura presidencial. Foto: Captura
Alejandro Gaviria oficializó su candidatura presidencial. Foto: Captura

Después de mucha incertidumbre, negarlo, considerarlo y, finalmente, renunciar a su cargo como rector de la Universidad de los Andes, Alejandro Gaviria decidió que se lanza a la Presidencia de la República para las elecciones de 2022. Lo que se conoce es que, por ahora, el exministro de Salud actuará como una fuerza independiente, pero, al mismo tiempo, no se descarta una posible alianza con los colectivos de centro perfilados para la contienda electoral.

Después de dejar un sentido video con una carta a los estudiantes y demás miembros de la institución educativa, el candidato a la presidencia publicó un ideario de 60 puntos que resume una buena parte de sus creencias y demás estándares en política.

“Este resumen no es un plan de gobierno; es un ideario personal que define mi forma de concebir la libertad, el cambio social, la política y el papel del Estado. No está escrito en piedra. Cambiará con el tiempo, la conversación y el aprendizaje diario”, indicó el ingeniero civil con posgrados en Economía.

Para esto, los 60 puntos están contenidos en 12 subtítulos con 5 postulados. Infobae Colombia resumió cada uno y extrajo lo más relevante para definir la posición del exrector de la universidad más influyente del país.

En primer lugar, el postulado con el que inicia la lista es que las formas importan en la política. En este, el exministro incluye que el respet y el diálogo civilizado son importantes. A su vez, cree en alejarse de la mentira y la calumnia como armas políticas.

En términos de cambios sociales, Gaviria considera que una buena vía para lograr dicho objetivo es la cultura. Al mismo tiempo, le da espacio en política a todas las emociones, teniendo en cuenta que el odio, miedo y rabia no son las únicas. Todo esto, con la base de que se debe respetar a quienes piensan distinto haciendo alusión a virtudes democráticas como el pluralismo.

Después, toma en consideración que el cambio social requiere voluntad y método. En favor a esto, no cree que dicho fenómeno consista en sustituir un modelo “corrupto” por uno “perfecto”. Además, refutó el sentir de que en cada presidencia que se posesiona se comienza de cero.

Como punto de partida, planteó que los problemas sociales se deben conocer a fondo y de ahí transitar a la solución de los problemas. Finalmente, rechazó la demagogia y recalcó que la “evolución de los modos de pensamiento” requieren de una visión a largo plazo.

En términos de libertad como valor supremo, el exrector de la Universidad de los Andes resaltó el liberalismo como fundamental para la defensa de la dignidad humana, además anotó que la independencia de la justicia “es un pilar de la democracia”.

Elaborando en materia, Gaviria planteó su creencia en valores como la libertad de pensamiento, expresión, de disentir, a morir dignamente, la interrupción voluntaria del embarazo y de culto. También, indicó que en “una sociedad decente” no hay cabida para estigmatización, xenofobia y discriminación. A su vez, habló de la descriminalización de las drogas hacia un enfoque regulatorio y la importancia del reto de la seguridad ciudadana.

Además, considera que la crisis ambiental es el principal desafío a mediano plazo. De acuerdo con el político, los diversos fenómenos que crean condiciones de cambio climático son una amenaza para la humanidad. Frente a esto, Colombia debería “parar la deforestación y proteger la biodiversidad”.

Planteó cambios en la economía como el impuesto al carbono, bioeconomía, incentivos para la transición energética y una “reconceptualización” del crecimiento económico y la productividad.

Un término llamativo dentro del ideario fue su compromiso con la redistribución como papel fundamental del Estado y clave para la generación de equidad. Para esto, planteó un “sistema tributario más progresivo” con impuestos a la riqueza y dividendos, así como la eliminación de muchas de las exenciones e inequidades del sistema actual.

Entre otras cosas, propuso un ingreso mínimo a familias vulnerables, reforma pensionar y que las reformas del sistema de la salud impliquen un fortalecimiento al derecho de acceder a la misma.

En términos de mercado y corrupción, el candidato es claro al decir que la economía de mercado y la libertad de empresa son “esenciales para el bienestar general”. De ese modo, también, llama a las empresas a tomar responsabilidades que trascienden de la “generación de valor para los accionistas” y que, también, generen valor a la sociedad.

Para el segundo concepto, para Gaviria no es suficiente la indignación para acabar con la corrupción. Entre lo más llamativo, recalcó que “algunos funcionarios en los organismos de control obedecen a menudo a intereses particulares” y que se debe luchar contra el fenómeno sin oportunismo.

Sobre igualdad de género, el político dice que es un elemento básico de la sociedad y recalcó temas como la salud sexual y reproductiva, los grupos vulnerables de mujeres, tasas de desempleo y la subempleabilidad. Entre las que más apoyo necesitan están “las empleadas domésticas, las madres solteras en condiciones de vulnerabilidad, y quienes son víctimas de abuso por parte de sus esposos o familiares”.

Las demandas sociales por parte de los jóvenes por un mejor futuro, para Gaviria, cuentan con validez y constituyen un derecho. Entre las problemáticas, destacó la falta de empleo, oportunidades, educación y brechas de aprendizaje. Además, recalcó que las universidades deberían ampliar su cobertura social y rango de acción.

Sobre desarrollo rural, el candidato considera que es clave para la superación definitiva del conflicto. En algunas comunidades periféricas, aseguró Gaviria, operan economías ilegales de las que dependen. Sin embargo, el exrector no dudó en sostener su postura durante el gobierno de Juan Manuel Santos: el rechazo categórico a la fumigación con glifosato.

En seguridad territorial, Gaviria recalcó que no se trata de derrotar a un enemigo, sino de proteger “permanente y eficaz de los derechos y libertades de los ciudadanos”. En este proceso, se deberá tener en cuenta la legitimidad y confianza ciudadana para recuperar la eficacia de la Fuerza Pública. Además, resaltó la importancia de la implementación del Acuerdo de Paz.

Finalmente, concluyó con que la ética de la verdad define su concepción de la política. Según el documento, esto se basa en “mantenerse leal a uno mismo, no renunciar a los principios por conveniencia o ambición”. Resaltó también la pedagogía pública y conservar cierta capacidad de reflexión durante la gestión.

“Mi objetivo es tratar de construir un país más justo, más decente, más digno y más sostenible. Colombia tiene futuro. Colombia tiene que tener futuro”, finalizó el documento.

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