Lukas Rueda y el ballet, la historia de cómo el arte salvó la vida un niño colombiano

El bogotano, de tan solo 12 años, va tras los pasos del prestigioso bailarín colombiano Fernando Montaño. Al igual que él, su mayor sueño es llegar al Royal Ballet de Reino Unido.

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Desde el primer momento en que se cruzó con el ballet y sintió cómo este revolcó su corazón, Lukas Rueda le apostó ciegamente a un sueño por el que trabaja duro hoy en día.

Tiene 12 años y ya se perfila como uno de los mejores bailarines colombiano de ballet a nivel nacional e internacional. Sus pasos no son muy distintos a los de Fernando Montaño, el prestigioso bailarín de ballet bonaverense y solista del Royal Ballet del Reino Unido que tanto orgullo le ha traído al país.

Lukas Rueda en la actualidad se encuentra en los Estados Unidos gracias a una beca del cien por ciento que ganó con la Academia Fort Lauderdale Youth Ballet (FLYB). Con esta se prepara con los mejores bailarines y maestros siendo una digna representación de Colombia, con su perfecto baile, a kilómetros de distancia.

El bogotano está convencido de que el ballet es su propósito de vida, por lo que se le mide a lo que sea para demostrar de cuánto es capaz. Su meta, como la de Montaño, es el Royal Ballet. Por eso, siendo tan solo un niño, ni un problema de salud ni la falta de oportunidades lo han frenado en su camino.

El bogotano, de tan solo 12 años, va tras los pasos del prestigioso bailarín colombiano Fernando Montaño. Al igual que él, su mayor sueño es llegar al Royal Ballet de Reino Unido.

Un corazón acelerado

Con menos de cinco años, Lukas le decía a su mamá en las noches que le dolía el pecho y que sentía que se le iba a salir el corazón. El único remedio que encontró fue detenerse y esperar a que le pasara mientras soplaba una bolsa de papel por unos minutos, como le indicó su pediatra.

A petición de sus padres, los médicos realizaron varios exámenes para saber con exactitud qué le estaba pasando en su corazón. Pero nunca salía nada, el resultado aparentemente era normal.

Fueron tantos los intentos que al final uno de los análisis arrojó un resultado: ‘preexcitación por ablación’, lo que le causaba alteraciones en su ritmo cardiaco. Según los especialistas, la solución era una cirugía muy riesgosa por su edad o un medicamento de por vida. Su familia no eligió ninguna, a pesar de que le preocupaba que Lukas era un niño gordo y estaba cerca del primer grado de obesidad. Es decir, había más riesgo para su corazón.

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El niño siguió adelante de la mano de mejores hábitos, y para comenzar a adelgazar se hizo amigo de varias actividades como karate, patinaje y escalada. Sin embargo, una vez en un festival que organizó su colegio quedó sorprendido cuando vio a otros niños bailando ballet… De repente, algo se movió en su interior. Habló con su mamá porque quiso intentarlo, sin siquiera imaginarse lo que vendría después.

Ni su peso ni ser prácticamente nuevo en el ballet fueron impedimento. Desde el momento en que Lukas audicionó para entrar a una primera academia, impresionó a los demás con sus movimientos y su talento, por aquel entonces, escondido. No necesitó de más cosas para sentir que eso realmente pertenecía a él, que lo llevaba en la sangre.

Así fue como comenzó su búsqueda por formarse como bailarín de ballet. Gracias al apoyo de su familia han encontrado varios lugares y personas que han creído ciegamente en lo que Lukas Rueda hace con el baile y lo han guiado en su proceso. Entre ellos está Martha Pérez y Germán Dager, quienes más que sus maestros se han convertido en su inspiración.

El bogotano, de tan solo 12 años, va tras los pasos del prestigioso bailarín colombiano Fernando Montaño. Al igual que él, su mayor sueño es llegar al Royal Ballet de Reino Unido.

Día tras día, el bogotano de 12 años ha demostrado que su cuerpo nació para el ballet y, por su disciplina y convicción, rápidamente se le han abierto muchas puertas para participar en competencias, audiciones, festivales, talleres y hasta obras, siempre destacándose entre los demás.

Una de las becas más destacadas que Lukas Rueda obtuvo fue con la Vassiliev Academy of Classical Ballet, de Nueva York, en 2020. Esta constaba del 75 por ciento para el curso intensivo de verano, al cual lamentablemente no pudo asistir debido a la pandemia de covid-19. De hecho, hasta ahora el bailarín no ha tenido la oportunidad de concursar presencialmente sino que todo ha sido de forma virtual debido a la pandemia.

“Esto es muy importante, porque aparte de que es hoja de vida uno aprende de todo de eso, entonces uno ve a los compañeros y concursantes cómo bailan, también es muy buena la experiencia de ir a los concursos”, expresó el bailarín en diálogo con Infobae Colombia.

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Una disciplina inquebrantable

A las 8:00 a. m. comienza el día de Lukas Rueda. Después de un ligero desayuno vienen sus clases de estiramiento, ballet y práctica de variaciones y bailes para la gala en la que participará como bailarín invitado de la Academia FLYB en Florida. Tiene un descanso para almorzar y en horas de la tarde se concentra en otras lecciones de contemporáneo, pilates y ballet de nuevo. Prácticamente todo el día se lo dedica a su pasión.

Queda tan cansado que no le da la energía para salir con sus amigos ni hacer nada más. Apenas a las 10:00 p. m. de cada día cruza unos mensajes o videollamadas con sus papás, Esperanza y Andrés, quienes están pendientes de él desde Colombia.

“Uno tiene que ser integral porque si uno quiere hacer cosas tiene que hacer de todo, en cualquier momento lo necesitan para algo y saber hacer algo funciona”, añadió Lukas, quien a su vez admitió que es muy exigente con su comida, pues solo se permite comer proteínas, vegetales y muchas frutas.

“Es muy emocionante ver todo el progreso. De comenzar de nada a ser mejor cada día y pues me encanta, la verdad me encanta poder bailar, es como sentirse libre, ser uno mismo, transmitir emociones, es maravilloso y por algo lo escogí”.

Todo en la vida de Lukas Rueda es arte. No solo baila ballet sino que dibuja, escribe, canta y toca el piano. Para sus padres claramente es su mayor orgullo, especialmente para Esperanza, quien solía bailar aunque no lo hizo de manera profesional. Por ello, su sueño es llegar a ver a su hijo en un escenario como el mejor bailarín.

“Cuando baila tiene alma. Yo estoy segura que Lukas va a ser grandioso, él va a ser nuestro nuevo bailarín, nuestro nuevo Fernando Montaño va a ser él. Es tan trabajador, no es solo el talento, es extremo trabajando”, compartió la mamá de Lukas para Infobae Colombia.

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El encuentro con Fernando Montaño

El 23 de agosto de 2020, Lukas Rueda cumplió uno de sus sueños: estuvo muy cerca del reconocido bailarín de ballet colombiano Fernando Montaño, uno de sus favoritos. Participó de una clase magistral que el solista del Royal Ballet de Londres ofreció.

Fernando le enseñó la importancia de ser fuerte no solo física sino mentalmente y seguir trabajando duro, especialmente al momento de enfrentar a tantas personas que saldrán a juzgar y a criticar.

“Todos admiramos a Fernando Montaño, todo lo que ha alcanzado es maravilloso y pues tener una clase magistral con él es increíble. Todos los tips que te da, la inspiración… Me encantó, me marcó mucho y se lo agradezco de corazón”, dijo Lukas Rueda para Infobae Colombia.

El joven bailarín de ballet concluyó con un llamado al sector de la cultura en Colombia para que brinde mejores condiciones a los maestros y estudiantes de todas las técnicas de arte, con el fin de que en el país haya más oportunidades para los bailarines, actores, pintores, músicos y demás, para que nadie tenga que irse a otras tierras a luchar por un sueño.

Lukas Rueda a sus 12 años ya se visualiza en el escenario del Royal Ballet de Reino Unido siendo el bailarín principal de la obra que no puede sacarse de su cabeza: ‘Don Quijote’.

El bogotano, de tan solo 12 años, va tras los pasos del prestigioso bailarín colombiano Fernando Montaño. Al igual que él, su mayor sueño es llegar al Royal Ballet de Reino Unido.

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