El testimonio clave de Mateo Reyes, quien viajaba en el carro con Ana María Castro la noche de su muerte

El joven que viajaba junto a Ana María habló con las autoridades el mismo día del accidente en marzo de 2020, en el que ella murió. Su testimonio varía con lo que ya dijeron Paul Naranjo y Julián Ortegón.

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Ana María y Nidia, su madre.

Archivo Particular
Ana María y Nidia, su madre. Archivo Particular

Paul Naranjo y Julián Ortegón están imputados por feminicidio agravado por el caso de la joven Ana María Castro que murió el pasado 5 de marzo de 2020. Ellos iban en la parte delantera del carro del que, al parecer, fue lanzada causándole su muerte esa noche. Sin embargo, hay otro testimonio importante: el de Mateo Reyes, el hombre que iba en la parte trasera de la Kia Sportage negra con Castro. El Tiempo logró conocer en exclusiva la versión que dio este último el día de la tragedia.

El hombre aseguró que conoció a Ana María por amistades en común en la casa de un tal Andrés y que solo se veían en fiestas, por lo que el miércoles 4 de marzo a las 4:30 p.m. le envió un mensaje para que fueran a tomar con otros amigos. Ella llegó en un Uber que él le ayudó a pagar, en la calle 116, entre autopista y 19, afirmó. Luego explicó que alrededor de las 6:00 p.m. entraron a Zona 116, donde estuvieron hasta las 8:30 p.m. cuando se movieron a El Chupe, un bar cerca y, después de un tiempo, algunos amigos se fueron para sus casas y otros a comer. Mateo relató que él quiso irse también pero Ana María le insistió que se movieran a Cantina, el último establecimiento al que entraría la joven en su vida.

En su relato, Reyes afirma que esa noche compartieron con varios amigos que se encontró y con Ana, pero que ya no se sentía bien por la cantidad de licor que había ingerido. “Habíamos tomado whisky, aguardiente, cerveza. Entonces yo ya me sentía muy mal, no me acuerdo de la salida del bar”, expresó y, ante la insistencia de la Fiscalía, como conoció el diario capitalino, Mateo negó el consumo de drogas esa noche, pero se refirió a él, no sabe si los demás lo hicieron.

El hombre dijo que al emprender camino en la Sportage de Paul, (a quien niega conocer antes de ese momento) uno de los dos de adelante le dicen que no lo pueden llevar a su casa y se baja, junto con Ana, en la calle 80 con 69P, donde ocurrió todo, y explicó que la joven se quedó hablando con los ocupantes del carro por la ventana de la Kia, pero que no sabe si fue en la de adelante o la de atrás. “Oí discutir a Ana con alguno de ellos y les preguntaba ‘por qué, por qué' y de un momento a otro, el que iba manejando arranca y como Ana estaba recostaba contra la ventanilla, no sé si fue que quedó enganchada en el carro y como arrancó tan rápido, cayó al piso y se golpea la cabeza. Yo no sé si el carro la arrastra pero sí gira antes de caer”, se lee en el documento en poder de El Tiempo.

Esta versión no la han tocado ni Julián Ortegón ni Paul Naranjo, quienes explican que ella quedó viva en el andén junto con el hombre y que los bajaron del carro porque a Paul le molestó que se estuvieran besando y tocando cuando él pretendía a la joven. Sin embargo, el testimonio de Mateo tiene contradicciones o cambios en la narrativa porque según testigos que llegaron después, a Ana María la vieron en un charco de sangre y a Mateo, posiblemente, sobre el capó de un carro diciendo que los habían botado de la camioneta.

En su testimonio Mateo dice que no recuerda muchas cosas, ni lo que pasó entre el momento en que llamó a su novia Valeria para que le ayudara y que cuando esta llegó ya estaba él con la Policía y a la joven la habían trasladado a un hospital, por lo que se lo llevaron al Cai Las Ferias. “Valeria me dice que yo di muchas versiones, pero yo no me acuerdo”, puntualizó Mateo.

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