Estados Unidos demostró preocupación por los asesinatos de líderes sociales en Colombia

El Departamento de Estado del país norteamericano señaló que, el respeto por los derechos humanos es una de sus prioridades máximas en términos de relaciones internacionales.

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Siguen los jalones de orejas para Colombia por el crudo escenario de los líderes sociales y defensores de derechos humanos en el territorio nacional. Luego del informe de Human Rights Watch (HWR), que califica la gestión del Gobierno Duque de “lenta y deficiente”, también se pronunció el Gobierno de Estados Unidos, que se declaró preocupado por la situación.

Así lo indicó este jueves durante una rueda de prensa el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, quien aseguró que aclarar los asesinatos de los líderes sociales colombianos es una de las “prioridades máximas” para el entrante gobierno de Joe Biden, en materia de las relaciones entre ambos países.

Estamos preocupados por la violencia en curso contra los defensores de los derechos humanos, quienes desempeñan un papel vital en la construcción de una paz justa y duradera en Colombia. La reducción de esta violencia y el procesamiento de estos crímenes, es una de las principales prioridades tanto para Estados Unidos como para Colombia. Es un tema que hemos trasladado al Gobierno colombiano”

De acuerdo con un reporte de la Agencia EFE, la dependencia norteamericana ya le habría informado de esa preocupación al gabinete del presidente Duque pues, de acuerdo con el funcionario, el respeto a los derechos humanos ha sido un tema recurrente en todos los intercambios que ha tenido el gobierno demócrata con los líderes estatales con los que ha tenido contacto hasta ahora. Eso sí, Price no especificó de qué manera se dio el intercambio entre Estados Unidos y Colombia.

Según el servicio de medios, el portavoz también habría señalado que Estados Unidos está “orgulloso de colaborar con las fuerzas de seguridad colombianas y la sociedad civil para fortalecer la protección a los derechos humanos y la seguridad en el ámbito rural, así como para luchar contra las rutas del narcotráfico que provocan violencia”.

Vale recordar que, de acuerdo con las cifras de la ONU, los asesinatos de líderes sociales y precursores de los derechos humanos aumentaron de 41 en 2015 a 108 en 2019; en 2020 documentó otros 53 casos y está verificando 70 más. A la par, otras organizaciones como Indepaz hablan de 22 líderes y defensores asesinadas en lo corrido de 2021 y un total de 1.138 desde que se firmó el Acuerdo Final de Paz entre el Estado colombiano y la guerrilla de las Farc.

Al respecto, HWR señaló en su último informe que “el Gobierno ha desplegado militares en muchas zonas del país, pero no ha logrado fortalecer el sistema de justicia, mejorar la protección de la población ni asegurar un acceso adecuado a oportunidades económicas y educativas y a servicios públicos”. Por ello, el director de la ONG para las Américas, José Miguel Vivanco, expresó esta semana que “el asesinato constante de líderes sociales constituye un fracaso para el Estado colombiano.

Sobre la situación se han pronunciado varios funcionarios de la Casa de Nariño, incluyendo a la consejera Presidencial para los Derechos Humanos, Nancy Patricia Gutiérrez, quien advirtió que “el Gobierno no ahorra esfuerzos para frenar la violencia contra los líderes sociales, comunales y defensores de derechos humanos”. También señaló que, “además de la contundencia contra las estructuras criminales y los avances en materia de justicia, se sigue trabajando en la consolidación de la institucionalidad del Estado en las regiones más afectadas por la violencia”.

A pesar de ello, y de los acercamientos del ministro del Interior, Daniel Palacios, para demostrar los avances que ha hecho el actual gobierno “en la protección de líderes sociales y la protección efectiva de los Derechos Humanos en Colombia”, tanto HWR como la Misión de la ONU en Colombia concuerdan en que el país tiene muchos retos que superar en dicha materia.

Con todo, la mejora en la protección de los líderes y defensores de derechos humanos se convertirá, entonces, en un factor determinante para el desarrollo armónico de las relaciones bilaterales entre Colombia y Estados Unidos, que han estado bajo especulación desde la posesión de Joe Biden en enero pasado.

Sobre esto último se pronunció Namita Biggings, otra portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., quien le dijo a La FM que “Colombia sigue siendo un socio muy importante, seguimos colaborando con el Gobierno de Iván Duque, tenemos un equipo en el Departamento de Estado que trabaja en las relaciones bilaterales y además tenemos al embajador en Colombia enfocado en eso”. También reiteró que el país es el tercer socio comercial más grande de Estados Unidos en América Latina, lo que se configura como una razón más para atender las prioridades de los vecinos del norte.

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