Universidad de Harvard reconoce a médico colombiano

El galardón fue otorgado a Javier Romero Ogaza, médico colombiano y residente en Boston, por su constante ayuda a familias de escasos recursos.

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Javier Romero Ogaza, médico neurólogo y neuroradiólogo, director del Laboratorio Neurovascular R.H. Ackerman del Hospital General de Massachusetts, Estados Unidos, y profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, participó en el Foro “Derecho y Neurociencias: relación e impacto en el Proceso Penal”, realizado en el auditorio Zenú de la Universidad del Sinú-Elías Bechara Zainúm.

Cortesía: Universidad del Sinú.
Javier Romero Ogaza, médico neurólogo y neuroradiólogo, director del Laboratorio Neurovascular R.H. Ackerman del Hospital General de Massachusetts, Estados Unidos, y profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, participó en el Foro “Derecho y Neurociencias: relación e impacto en el Proceso Penal”, realizado en el auditorio Zenú de la Universidad del Sinú-Elías Bechara Zainúm. Cortesía: Universidad del Sinú.

La Universidad de Harvard, en Boston, Estados Unidos, le otorgó el premio 'Ernesto González’ al neurólogo, oriundo de Montería, Javier Romero Ogaza, por su trabajo con la Fundación Neacol, que apoya a familias colombianas de escasos recursos. El premio contó con el apoyo del Hospital General de Massachusetts, donde Romero Ogaza se desempeña como director del departamento de Neuro-radiología. La selección de este galardón se realiza cada año por parte de un grupo de voluntarios conocidos como el Comité de Iniciativas Latinas.

En diálogo con El Heraldo, el neurólogo cordobés aseguró que es gratificante poder ayudar a los otros. Con sus aportes, espera beneficiar a la juventud que no ha tenido muchas oportunidades. También señaló que, cuando le es posible, viene a Colombia a compartir con su familia, pues realiza campañas sociales para la comunidad vulnerable.

Romero Ogaza tiene 51 años y ha dedicado casi la mitad de su vida al estudio científico del cerebro. “Precisamente, hay muchos estudios que indican que la gratificación genera estimulaciones cerebrales, lo que activa un circuito de dopamina que produce euforia”, explicó el científico a El Heraldo.

Su fuerte deseo de ayudar a Colombia, a pesar de vivir en el extranjero, llevó al neurólogo cordobés y un grupo de colaboradores a crear la Fundación Neacol. “Yo quiero resaltar ese hecho porque a pesar de que se trata de un premio individual, realmente es un logro de muchas personas con las que hemos podido impactar la vida de 11.000 niños”, señaló.

Para Romero Ogaza, el caso más impactante fue el de un niño en el barrio El Pozón, en Cartagena. “Un muchacho talentoso con el violín, con una chispa que uno ve en todas las esquinas de Colombia, especialmente en la Costa Caribe. Una inteligencia no explotada”, aseguró. Con ayuda de la Fundación Neacol, el talentoso joven estuvo en Boston e interpretó su instrumento ante el director de la Sinfónica de Berlín, quien se impresionó con su talento.

Allí, el neurólogo cordobés se dio cuenta que el talento de los colombianos debe promocionarse. El joven cartagenero, hoy en día, vive de la música a pesar de ser proveniente de un barrio azotado por la violencia, recalcó. Este caso de éxito es uno de los muchos que han sido posibles gracias a Romero Ogaza.

La población beneficiada se localiza en ciudades como Bogotá, Medellín y Córdoba. Es toda una gama de proyectos incentivados por la fundación: fomento de valores a través del fútbol, desayunos a madres solteras desplazadas por la violencia, alimentación a familias abatidas por la pandemia, entre otros.

Aseguró que la inspiración ha sido su madre, Zoila Ogaza, voluntaria de la Liga Contra el Cáncer. “Ver esta dedicación y consagración me dio a mí realmente el impulso para poder ayudar a nuestros congéneres”. La pasión, en cambio, la adquirió gracias uno de sus tíos el cual también es médico.

Su más reciente trabajo de investigación permitió descubrir el método para prevenir la muerte por derrame cerebral. Aseguró, además, que el objetivo es traer esta tecnología a Latinoamérica.

En 2015, el doctor Romero también fue reconocido por la Harvard, pero esta vez, como mejor docente de la universidad.