Contaminación de quebrada en La Calera interrumpe abastecimiento de agua

La comunidad de la vereda de Quisquiza, en La Calera, Cundinamarca, denunció ante las autoridades competentes que la fuente de agua que los abastece estaba contaminada con una sustancia blanca y espesa.

Según la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), entidad encargada del estudio de las aguas de la quebrada Sauque, los hechos se habían dado por una excavación cercana al cauce.

El agua de Sauque abastece del líquido a cerca de 200 personas que, con la contaminación, no han podido hacer uso de ella ni consumirla hasta confirmarse qué es la sustancia y su procedencia exacta.

La representante legal del acueducto de la vereda de Quisquiza, Alba Pérez, manifestó que fue advertida de la noticia por parte de los ciudadanos, que alegaban que de sus grifos salía el agua contaminada con un líquido blanco anormal.

El secretario de ambiente de La Calera, Javier Barrantes, explicó que en el recorrido, durante el cual hallaron la contaminación de las aguas, encontraron que, efectivamente, se trataba de una excavación que habían hecho los funcionarios de una finca cercana, que obtiene ingresos de sus labores de agricultura, y que la excavación se había hecho para crear un pozo cerca del cauce que reforzaría sus actividades económicas.

Al cuestionar a los responsables del pozo, explicó Barrantes, le aseguraron a la autoridad que ellos contaban con permisos de la CAR (Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca) para la excavación, la misma organización que hizo el estudio para identificar el problema.

La CAR confirmó que, efectivamente, la finca tenía los permisos para la realización de un pozo pero, que era probable que los procedimientos no hubieran sido los adecuados, específicamente en el manejo de los sedimentos y el lodo extraído. Según la organización, es importante que, en el manejo de construcciones que incluyan movimiento de aguas, se haga un proceso riguroso de destilación. La CAR sospecha que los residuos resultantes en el proceso de excavación fueron “vertidos en un talud directamente a la quebrada”.

A esta teoría se une la del ingeniero de PerfoAguas, Carlos Rodríguez, quien le explicó al periódico El Tiempo que la contaminación de la quebrada se debió, probablemente, a las lluvias intensas de esos días. La humedad habría generado que los sedimentos se arrastraran de tal manera que contaminaron el agua.

Según Rodríguez, la sustancia que le habría dado la coloración blanca a la quebrada sería la bentonita, una arcilla de grano que se utiliza para el sostenimiento de tierras y para la extracción de agua, petróleo o gas natural cuando se hace perforación de pozos, “que no resulta ser muy tóxica al consumo humano”.

Sin embargo, por recomendaciones de la CAR, ningún habitante deberá consumir o hacer uso del agua hasta nuevo aviso, pues, la entidad está encargándose de poner en marcha “obras de reparación ambiental” sobre la quebrada.

Según un habitante de la zona, que también habló para ese diario y pidió proteger su identidad, la contaminación de la quebrada no sería un hecho novedoso, pues los trabajadores de la finca desechaban elementos de todo tipo en el caudal, habló incluso de haber visto excremento de los animales de esa finca en las aguas de Sauque.

“Siempre nos ha generado problemas con la contaminación de la quebrada. Antes tenía unas porquerizas, y cuando los cerdos se morían los mandaban cauce abajo, y lo mismo con los desechos de estos animales. Igual pasó con el establo que tenía. Al momento de hacerle aseo, el estiércol del ganado lo pasaban por una cuneta que terminaba cayendo en el agua”, denunció.

Según la CAR, no hay una fecha exacta estimada para la solución del problema pero se espera dar respuestas efectivas a la comunidad lo más pronto posible.