Colombia anunció que cerrará sus fronteras de cara a la jornada de protestas del 21 de noviembre

La medida regirá desde la medianoche del martes hasta la madrugada del viernes, e incluirá pasos terrestes y fluviales que separan al país de Ecuador, Perú, Brasil y Venezuela. La manifestación del jueves, que incluirá una huelga general, será una gran prueba política para el Gobierno de Iván Duque

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Un miembro del Ejército colombiano observa el paso fronterizo en el puente internacional Simon Bolivar (REUTERS/Luisa Gonzalez)
Un miembro del Ejército colombiano observa el paso fronterizo en el puente internacional Simon Bolivar (REUTERS/Luisa Gonzalez)

Desde el martes a la medianoche y hasta las 05:00, hora local, de la mañana del próximo viernes, 22 de noviembre, todos los pasos fronterizos terrestres y fluviales del país serán cerrados con motivo de la manifestación opositora convocada para el jueves 21.

La medida, que será aplicada en 12 puestos de Control Migratorio a lo largo de la frontera colombiana, fue definida, según el Gobierno de Iván Duque, con el objetivo de “garantizar la total normalidad en el desarrollo de las marchas que se adelantaran en diferentes regiones del país”. Así lo afirmaron en un comunicado publicado el martes.

Se espera que el jueves movimientos sociales, sectores sindicales y estudiantes protagonicen una masiva jornada de protesta contra el Gobierno, que incluirá huelgas y maifestaciones.

De acuerdo con el Director General de Migración Colombia, Christian Krüger Sarmiento, este cierre de frontera incluirá todos los pasos fronterizos (un total de 12) terrestres y fluviales, que separan a Colombia de Ecuador, Perú, Brasil y Venezuela.

Con el fin de atender cualquier situación que se pudiese llegar a presentar durante el cierre de frontera, Krüger Sarmiento anunció también la instalación de un Puesto de Mando Unificado en las instalaciones de la autoridad migratoria colombiana, en el cual se monitoreará permanentemente el comportamiento de los diferentes pasos fronterizos, así como el desarrollo de las marchas.

Un paso fronterizo entre Ecuador y Colombia (REUTERS/Daniel Tapia)
Un paso fronterizo entre Ecuador y Colombia (REUTERS/Daniel Tapia)

Así mismo, informó Krüger Sarmiento, se continuará con los procesos de verificación que se vienen adelantando en las diferentes regiones, con el fin de garantizar que los extranjeros que participen de las marchas lo hagan de acuerdo con lo establecido en nuestra Constitución, es decir de forma pacífica.

De igual forma, indicó el jefe de la autoridad migratoria colombiana, Migración Colombia estará presente en todos los Puestos de Mando Unificado a nivel nacional y estará presto a atender cualquier eventualidad que se pueda llegar a presentar.

Una vez se reabra la frontera, los diferentes pasos fronterizos serán reforzados con más Oficiales de Migración, con el fin de evitar que se vayan a presentar congestiones con aquellos viajeros que se encuentran represados dentro del territorio nacional.

Medidas de este tipo son comunes durante determinados procedimientos. En efecto, en octubre pasado, Krüger Sarmiento había anunció el cierre de las fronteras con el fin de “garantizar la total normalidad” en el desarrollo de las elecciones regionales que se llevaron a cabo el día 27.

Una jornada clave para Iván Duque

Con la jornada del jueves, el presidente Duque medirá la fuerza de sus políticas cuando sindicatos, estudiantes, indígenas y opositores protagonicen una gran marcha en Colombia en contra de su gobierno, que luce debilitado tras año y medio en el poder.

Con un abanico diverso de reivindicaciones y reclamos, los manifestantes colombianos se unen a la ola de descontento social, sin denominador común, que ha sacudido recientemente a Ecuador, Chile y Bolivia.

“La protesta social pacífica es un derecho constitucional, el cual garantizamos, pero seremos implacables con los actos de vandalismo”, dijo el mandatario este miércoles a la radio Candela.

El presidente de Colombia, Ivan Duque (AP Photo/Ivan Valencia)
El presidente de Colombia, Ivan Duque (AP Photo/Ivan Valencia)

Con un rechazo a su gestión en alza desde febrero, que a principio de este mes llegó al 69% según una encuesta de Gallup, el llamado paro nacional medirá el pulso de Duque, quien no ha podido consolidar una coalición en el Congreso y cuyo partido, el derechista Centro Democrático, encajó reveses en las elecciones locales de octubre.

La gran huelga fue convocada desde octubre por el Comando Nacional Unitario, que une a las principales centrales obreras, ante supuestas iniciativas gubernamentales para flexibilizar el mercado laboral y debilitar el fondo estatal de pensiones en favor de fondos privados y aumentar la edad de jubilación.

Duque niega que su administración vaya a presentar proyectos legislativos con esos fines, aunque los ministros de Trabajo y Hacienda se han mostrado favorables a reformas en esas líneas.

“La jornada nacional de protesta no tiene otra intencionalidad que presionar al gobierno, a la clase dirigente de este país, para que se les dé respuesta a los problemas de la clase trabajadora, del movimiento campesino, de los indígenas”, dijo a AFP Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación General del Trabajo.

Con información de AFP

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