Durán, situada a solo 9 kilómetros de Guayaquil, vuelve a ser el epicentro de la violencia. El pasado fin de semana, un asesinato múltiple conmocionó a sus habitantes: cuatro jóvenes fueron ejecutados por individuos que se hicieron pasar por policías.
La noche del 7 de septiembre, un grupo de falsos agentes policiales llegaron a la cooperativa 5 de Junio, en Durán e ingresaron a las viviendas de donde sacaron a Javier Villamahua, Jonathan Cruz, Jhon Vergara y José Irrazabal a la fuerza, según reportó Primicias. Los testigos relataron al medio local que, pese a las súplicas de los familiares de las víctimas, los criminales los trasladaron a un terreno baldío frente a sus casas. En ese lugar, los mataron. Tres de los asesinados eran primos.
Según testimonios recopilados por El Universo, los asesinos dijeron que eran policías de la Interpol: “Los familiares habían forcejeado con los sujetos desconocidos, no dejaban que sacaran a los tres hombres del domicilio a un terreno que era utilizado como chancha, y al otro de la casa de al frente también habían ingresado a sacarlo. Al ya tenerlos fuera de sus viviendas, los acostaron en el piso y les empezaron a disparar”, dijo uno de los testigos al diario local.
En medio del llanto de los parientes, los agentes de medicina legal y criminalística llegaron al lugar para realizar el levantamiento de los cuerpos. De acuerdo con medios locales, la motivación del asesinato estaría vinculada al tráfico interno de drogas.
A inicios de agosto también se registró otro asesinato múltiple en la misma ciudad. Entonces seis personas fueron asesinadas y otras cuatro resultaron heridas en una nueva masacre ejecutada por una banda criminal, según confirmaron las autoridades locales. De acuerdo a medios locales, un grupo de hombres armados irrumpió en una vivienda y abrió fuego contra sus ocupantes para luego darse a la fuga.
A pesar de que en los últimos años Ecuador ha vivido una creciente ola de violencia, los expertos señalan que la penetración del narcotráfico y el control territorial de las bandas han sido problemas de larga data. Este fenómeno se ha visto agravado por el abandono histórico del Estado, que no ha logrado proporcionar oportunidades ni servicios básicos en las zonas más violentas del país, como Durán.
Esta ciudad es conocida por ser un centro del narcotráfico, donde las bandas reclutan a niños desde temprana edad. Durán, considerada el “almacén de cocaína” según Insight Crime, sufre graves deficiencias en servicios básicos como agua potable y alcantarillado, lo que refleja el abandono estatal de casi 40 años. La pandemia del coronavirus fortaleció a las bandas criminales, como los Chone Killers, debido a la presión sobre las rutas de distribución de drogas, consolidando su poder en la región.
Los Chone Killers son una banda delictiva surgida de Los Ñetas, una pandilla transnacional de origen puertorriqueño, que se dedica principalmente al narcotráfico. Operan en la provincia del Guayas, especialmente en ciudades como Guayaquil, Daule y Durán, con su principal centro de operaciones en el sector El Arbolito, al norte de Durán. Los Chone Killers también son conocidos por cometer sicariatos, robos y asaltos.
La violencia que enfrenta Durán proviene de las disputas entre los Chone Killers y los Latin Kings, según Insight Crime, pues “se disputan el control de las rentas criminales de la ciudad”. De acuerdo con la investigación, la “actividad criminal, así como la violencia, parecen concentrarse en el centro industrial que sirve como zona de bodegaje para las mercancías legales e ilegales que circulan por el puerto de Guayaquil”.
De acuerdo con el sitio especializado, los narcos utilizan al río que atraviesa Durán para contaminar con droga los contenedores de exportación que viajan desde y hacia los puertos de Guayaquil. Entonces, Durán “es el punto de llegada, de almacenamiento, de salida y de distribución de las mercancías ilícitas”, según Katherine Herrera analista política y especializada en seguridad pública, que habló con Insight Crime.