Brasil anunció la compra de 100 millones de dosis de la vacuna de Pfizer contra el COVID-19 y 38 millones de Johnson & Johnson

El acuerdo para adquirir el inoculante que la farmacéutica estadounidense desarrolló con BioNtech llegó tras meses de negociaciones, que obligaron al Congreso a aprobar una ley que flexibilice el proceso. Los envíos de esta última comenzarían en abril, mientras que los del inmunizante de una sola dosis lo harán en el tercer trimestre

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Llegada de vacunas a Brasil (EFE)
Llegada de vacunas a Brasil (EFE)

El gobierno brasileño anunció este lunes la compra de 100 millones de dosis de la vacuna de Pfizer y BioNTech, que comenzarían a llegar al país en abril. El ministro de Salud, Eduardo Pazuello, indicó además que también se firmó un contrato con Johnson & Johnson para adquirir 38 millones de sus inoculantes, que requieren una sola dosis.

El funcionario aseguró que el país sudamericano se ha asegurado un total de 562 millones de dosis para fin de año, algunas de inoculantes que requieren dos inyecciones y otras solo una.

El acuerdo con Pfizer ya fue enviado a Estados Unidos para el análisis de la farmacéutica encargada de la distribución y se espera que sea enviado de regreso sin mayores modificaciones para la rúbrica final.

Según reportaron medios locales, el cronograma final de envíos indica que el primer cargamento, de 1 millón de dosis, tendrá lugar en abril. 2,5 millones llegarán en mayo, 10 en junio y julio, respectivamente, y el grueso sucederá en agosto y septiembre, con 30 y 46,5 millones.

El de Johnson & Johnson, en tanto, comenzará recién en el tercer trimestre, cuando se envíen 16,9 millones de dosis. Las 21 restantes arribarán durante los últimos tres meses del año.

La inmunización de Pfizer ya cuenta con la plena autorización de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) y, por lo tanto, puede ser aplicada en los brasileños, pero faltaba concretar la adquisición de las dosis.

Vacunación en Río de Janeiro (Reuters)
Vacunación en Río de Janeiro (Reuters)

El Gobierno del presidente Jair Bolsonaro, uno de los gobernantes más negacionistas sobre la gravedad de la pandemia, negociaba desde hace meses la compra de vacunas con Pfizer, pero las conversaciones no avanzaron debido a algunas cláusulas del contrato.

Según había explicado el ministro de Salud, Eduardo Pazuello, las conversaciones pudieron seguir adelante gracias a la aprobación de un proyecto de ley que flexibiliza la compra de vacunas y prevé que los gobiernos podrán ser demandados por eventuales efectos adversos provocados por la aplicación de los antídotos, eximiendo de responsabilidad a los laboratorios. “Ahora será posible incorporar nuevas vacunas que antes poseían impeditivos legales”, explicó Pazuello.

La vacuna contra el COVID-19 de Pfizer y BioNTech ha mostrado una alta capacidad para neutralizar la cepa de coronavirus que se propaga rápidamente en Brasil, según un nuevo estudio, pero la investigación se realizó en pruebas de laboratorio y todavía no hay datos a gran escala sobre su eficacia contra la variante.

Hasta el momento, Brasil ha estado vacunando con las fórmulas de Oxford/AstraZeneca y la china Sinovac, sumando 11,4 millones de dosis aplicadas, un 4% de la población.

Desde hace cerca de un mes y medio el promedio de decesos diarios en Brasil por el virus no baja del millar (en la última semana llegó a casi 2.000) y el de contagios se sitúa por los 50.000 por jornada.

El recrudecimiento de la enfermedad ha dejado a la mayoría de los estados brasileños al borde del colapso sanitario debido al repunte de hospitalizaciones por coronavirus tras las aglomeraciones registradas durante las fiestas de fin de año y del Carnaval.

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