Los escalofriantes audios de la abogada de los narcos brasileños asesinada en Paraguay: "Si me agarran, me licúan"

El diario paraguayo ABC Color divulgó los mensajes de voz que la argentina Laura Casuso le envió a una periodista, en los que le aseguraba que no podía revelar las pruebas que comprometían al gobierno de Horacio Cartes por miedo

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El asesinato de la abogada argentina Laura Casuso en el departamento de Amambay, en Paraguay, generó un fuerte revuelo en la cúpula política y dejó al descubierto la puja entre grupos narcotraficantes. El propio fiscal Javier Ibarra aseguró que luego del crimen, "mucha gente ha de estar preocupada".

Según consigna el diario paraguayo ABC Color, en septiembre de 2016, la abogada, que representó al narcotraficante brasileño Jarvis Chimenes Pavao, del Primer Comando Capital (PCC), y a Marcelo Pinheiro, alias "Piloto", presunto jefe del Comando Vermelho, había amenazado con dar a conocer pruebas que comprometían al gobierno de Horacio Cartes.

Casuso lanzó esa advertencia cuando la Justicia paraguaya analizaba la extradición de su cliente, Pavao, quien finalmente fue enviado a Brasil el 28 de diciembre de 2017.

Este miércoles, ABC Color publicó audios en los que la abogada argentina le explica a la periodista Mabel Rehnfeldt que no daba a conocer esas presuntas pruebas por "miedo". "Si me agarran, me licúan", aseguró en uno de los mensajes de voz enviados a través de su Whatsapp.

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La letrada fue atacada a tiros el pasado lunes por la tarde en Amambay por un hombre encapuchado. Con varios disparos en su cuerpo fue trasladada al Hospital Regional de Pedro Juan Caballero, donde horas más tarde murió.

Casuso había llegado a Paraguay días atrás, pero mantenía su residencia en Brasil.

A continuación, los audios que le mandó a la periodista del diario ABC Color el pasado 2 de abril, y las transcripciones:

AUDIO 1

Laura Casuso: Hola Mabel, ¿cómo estás? ¿Qué tal?

Mabel, no sé qué tanto serviría o no serviría. La cosa es la siguiente: yo tengo que permanecer en silencio porque esa gente hoy, hoy en todos los lugares que ellos frecuentan, con la gente que ellos frecuentan -estoy hablando de cuñados, de yernos, o sea, gente extremadamente ligada, ¿entendés?, gente que maneja el edificio del World (Trade) Center de Paraguay, de Asunción, entonces te estoy hablando del primer anillo-… Ellos, ellos son los que me están comentando que si me agarran me licúan. Me licúan, ¿me entendés? Y van a tener la excusa perfecta, sin que sean ellos, van a decir que es una cuestión de ajustes entre supuestamente gente de mala vida. Entonces yo no puedo, yo no puedo hablar, yo tengo que quedar en el olvido.

La vez pasada me hicieron salir. Agarré un avión y me llevaron a un lugar donde con una línea paraguaya pude hacer una llamada, ¿me entendés? Y era al solo efecto de decirle al General (Herminio Piñánez, retirado, padre del capitán de Ingeniería Enrique Piñánez, muerto el 26 de noviembre de 2014 en Cuero Fresco, en una explosión) que por Dios se calle, que por Dios se olvide de… ni yo sabía de las cosas que el señor le había comentado a él, porque él no tiene ocupaciones, él se iba, hablaba con el señor horas enteras, yo estaba trabajando, no me enteraba… después sabía porque el señor (Jarvis Chimenes Pavâo) me decía: "Vino fulano, vino mengano". Pero yo nunca supe lo que hablaban en las 24, las 36 o las que sean horas que hubieran estado juntos. Nunca supe lo que hablaron, ¿me entendés?

AUDIO 2

L.C.: Entonces… me duele porque se puso en peligro a mucha gente. En primer lugar al "cuarto hombre" (involucrado en el supuesto asesinato del Cap. Piñánez) porque se dio nombre y apellido, y él tiene toda la familia de él allá en el Paraguay, inclusive tiene hijos en el Paraguay. Así que imaginate en el problemón al que se metió a ese muchacho porque él no va a poder ir para el Paraguay ni a palos, porque lo van a licuar, en el primer "campo" de migración que hace, lo agarran.

AUDIO 3

L.C.: Segundo, entraron a hablar de la mamá de Jarvis y no sé cuánto… ¡Nunca jamás en la vida hubo semejante acuerdo! ¡No hubo acuerdo porque nunca jamás se hizo una cosa a cambio de otra! Eso es una mentira. El señor, el General Piñánez, hizo una afirmación que carece de verdad: "Nosotros vamos a ayudarle pero con esta condición…". ¡No fue así!

Muy por el contrario, ya se estaba trabajando.

Se me preguntó a mí en qué ellos podrían, eventualmente, en lo jurídico, ayudar. Que haríamos un gabinete jurídico y ellos me asesorarían y me darían el apoyo por el conocimiento que ellos tienen respecto al señor (Pavâo).

Y yo les dije: "Voy a averiguar, pero yo pienso que el señor (Pavâo) no necesita nada", le dije. "Si ustedes pueden hacer alguna cosa para que me garanten de que la madre de él (Pavâo) si yo la presento no va a quedar presa, es lo mucho que yo me quedaría feliz".

Entonces me dijeron: "Pero no, ¡pero eso es una tontería!, no sé qué, no sé cuánto!". Ahí me acuerdo que estaba Ibarra (Javier, ex viceministro del Interior) e Ibarra dijo: "Pero yo conozco ese expediente y yo sé que ella no tiene absolutamente nada, es una cuestión institucional, nada más", me dijo en su momento.

Entonces les dije: "Bueno, vean". Después yo me enfermé, me operaron y volví. Y cuando volví, nunca dieron el apoyo que supuestamente ofrecieron, porque ofrecieron, ¡nunca se les pidió a cambio!

AUDIO 4

L.C.: Después de eso, entonces, la señora estaba mal, mal, mal, mal… mal. Y el señor (Pavâo) me dijo: "Contra viento o marea, yo no voy a esperar que mi madre se muera para verla por última vez, vamos a presentarla", me dijo.

Y me dice él: "¿Te animás a pelear por mi mamá?". Y le dije: "¡Claro que me animo a pelear por tu madre!", le dije. "Pero ya ves lo canalla que hacen conmigo, ¿no lo van a hacer con ella?", me dijo. Le dije: "La posibilidad existe, pero vamos a ver qué es lo que va a pasar. Y me decretaron la prisión, y no la mandaron a la cárcel porque como ella estaba tan mal, yo la tenía, cuando yo me fui y la presenté, pedí la audiencia, y cuando pedí la audiencia yo la interné porque ella estaba re mal. ¡Y me decretaron la prisión! ¡Dentro del hospital, del sanatorio donde la tenía la dejaron presa, ¡presa! ¡Cuatro policías cuidándola!

Entonces es un absurdo lo que dijo el General (Piñánez), es un absurdo. El señor (Pavâo) pudo haberle comentado, pero entre que su español es todo desastroso, y la agonía del General, pudo haber entendido errado. Porque nunca fue un trueque. "¡Ah! ¿Ustedes dan eso?, nosotros queremos esto". ¡Nunca fue eso, de esa manera! Y de eso doy fe, doy fe, así como que me llamo Laura Marcela Casuso, doy fe, porque sí es como yo te estoy diciendo, no como el General dijo.

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