La búsqueda del "mal menor" de los votantes brasileños para el polarizado ballotage

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(Reuters)
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Si bien la sociedad brasileña es menos dividida, electoralmente hablando, que la mayoría de las sociedades de América Latina, en las últimas elecciones vivieron la polarización sobre dos tipos de propuestas.

Una alternativa de izquierda moderada al menos en sus acciones, representadas por el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula da Silva y Dilma Rousseff; y otra de centro derecha, representada por el Partido Social Democrático do Brasil (PSDB) de Fernando Henrique Cardoso, Aecio Neves, Jose Serra y Geraldo Alckmin.

En la presente elección presidencial la polarización se amplió.

La izquierda apostó en una campaña mucho más a la izquierda para la primera vuelta, y lo hizo por medio de una propuesta conducida por Fernando Haddad. Los electores contrarios a esta opción, descreídos de las propuestas del tradicional centro-derecha, migraron masivamente para el candidato Jair Bolsonaro.

Al analizar las últimas encuestas para la segunda vuelta, que le dan el 59% a Bolsonaro y 41% a Haddad, se observa un increíble paralelismo en el porcentaje de la población brasileña que desea que el ex presidente Lula siga preso, salvo determinación judicial, contra el 39% que desea que salga en libertad por cualquier medio (judicial o indulto presidencial).

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De alguna manera, el crecimiento de esta propuesta de derecha y el fortalecimiento de Jair Bolsonaro pueden explicarse como el voto a la oposición ante un eventual regreso del Partido de los Trabajadores al poder.

La mayoría de los electores no le creen a Haddad cuando dice que es independiente y que gobernara por sus ideas y no por las de Lula ya que durante gran parte de la campaña afirmó que subiría la rampa del Palacio del Planalto (la Casa de Gobierno de Brasil) acompañado por Lula (sugiriendo que liberaría al ex presidente por medio de un indulto presidencial).

Esa idea se agudizó cuando al día siguiente de la primera vuelta, viajó a Curitiba para visitar al líder petista, lo que fue considerado por muchos electores que no habían votado por ninguna de las dos opciones políticas como un signo de debilidad política.

En función que la diferencia de votos entre uno y otro candidatos es tan expresiva respecto de los resultados en la primera vuelta, el cambio en la comunicación al elector deberá ser más fuerte por parte de Haddad que de Bolsonaro.

Haddad durante su discurso luego de recibir los resultados (AFP)
Haddad durante su discurso luego de recibir los resultados (AFP)

Las acciones ya comienzan a ser notadas

  1. La campaña Petista dejo de lado el color rojo para asumir el color verde y amarillo (con la intención de unir el país, como ya lo venía usando el Candidato Bolsonaro).
  2. Fernando Haddad dejó de mencionar el nombre de Lula da Silva en sus discursos por expreso pedido del ex presidente preso.
  3. El Partido de los Trabajadores se está esforzando para dar un guiño al centro en las propuestas económicas, sugiriendo que el próximo
  4. Ministro de Economía
  5. podría ser un empresario. Llegó a mencionar el nombre de
  6. Josue Alencar
  7. , empresario del sector textil, hijo del ex vicepresidente de Lula en su gobierno, quien rápidamente recuso el ofrecimiento.
  8. Haddad incluyó en sus discursos frases que afirman su compromiso en la lucha contra la corrupción, que a priori quedan opacadas por la situación judicial del líder del partido (Lula) y de gran parte de su dirigencia.
  9. Comenzó a hacer, por primera vez en la campaña electoral, algo de autocrítica sobre los errores de su partido, pero analistas políticos consideran que es tarde para todo este cambio de postura.
  10. A pesar de este cambio de timón en la campaña, el Partido de los Trabajadores corre el riesgo de quedar en el camino hasta con sus electores más tradicionales, ya que podría perder su identidad y junto con ello, más votos.
  11. No queda del todo claro si cuando Lula puso el nombre de Fernando Haddad como candidato lo hizo para obtener la victoria o para tener a alguien a quien culpar por una eventual derrota, y así esperar un error en un eventual gobierno de Bolsonaro para soñar con el milagro judicial de su libertad y ser una opción en el 2022.
  12. Por el lado de Bolsonaro, basta con no cometer errores para poder asegurase la victoria.
Jair Bolsonaro (AFP)
Jair Bolsonaro (AFP)

¿Por qué nace un Bolsonaro?

Jair Bolsonaro podría ser Gerson de Souza, Luciano Barbosa o Ricardo Andrade.

El candidato del PSL no representa a muchos de los electores que optaron por su propuesta.

La mayoría de los brasileños no es machista, ni homofóbico, mucho menos racista y por supuesto son pocos los que justifican la tortura. Siquiera simpatizan con Bolsonaro.

Desde el punto de vista de su sinceridad de pensamiento, el candidato de la derecha es el anti-candidato, ya que es precisamente machista, homofóbico, racista, justifica la tortura y no obstante no lo manifestó durante la campaña, sí lo hizo en diversos videos y entrevistas durante su gestión como diputado.

Entonces, ¿cómo explicar este fenómeno electoral? La respuesta es bastante lógica.

Bolsonaro surgió del campo de la misma izquierda brasileña, de la incapacidad política del partido de los trabajadores de hacer autocrítica, de cambiar opiniones con otros partidos, de insistir en acciones que intentaron por todos los medios de colocar a cualquier opción que no sea el propio partido de los trabajadores como un acto de conspiración al modelo de la igualdad social (nivelando para abajo, por supuesto).

Cuanto más el petismo acusaba a Bolsonaro de fascista, más crecía el poder electoral de su opositor.

Cuanto más el petismo acusaba a Bolsonaro de ser machista, racista y homofóbico, más crecía la preferencia electoral por Bolsonaro en esta franja de votantes.

Según encuestas recientes para la segunda vuelta, un 42% de las mujeres votarían a Bolsonaro, contra el 39% de mujeres que votarían por Haddad.

La candidata a Diputada Federal representando al Estado Provincial de Rio de Janeiro, Joice Hasselmann, fue electa con record de votos y pertenece al PSL de Bolsonaro y el Diputado Provincial, también con record de votos, Helio Fernando Barbosa Lopes, conocido como Helio Negão (Helio el negro) pertenece de igual forma al PSL de Bolsonaro.

Una gran cantidad de votantes gays optaron por Bolsonaro y no fue por simpatía al candidato sino por una opción ante la falta de opciones.

El elector que votó a Bolsonaro no lo votó porque dice cosas desagradables sino que lo votó, a pesar de eso.

Jair Bolsonaro y Fernando Haddad
Jair Bolsonaro y Fernando Haddad

No se trató de un voto a favor de la política de derecha sino que se trató de un voto contra la política de izquierda.

Fue un voto anti-sistema, un voto anti-corrupción.

En la percepción de muchos electores, la izquierda y la corrupción van de la mano y esa percepción favoreció a Bolsonaro por ser el único candidato libre de culpa y cargo en el Lava-Jato y sin causas por corrupción en su haber.

Bolsonaro nació y se desarrolló como candidato porque el Partido de los Trabajadores evitó a todo costo mirar para sus errores en la forma de hacer política, porque el PT quedó preso a nombres intocables mientras fueron gobierno pero que hoy salen en los diarios por las acusaciones judiciales en procesos por corrupción y lavado de dinero, porque se valió de formas ilegales de conquistar la mayoría en el Congreso (el caso conocido como el Mensalão, donde diputados de la base aliada del PT recibían valores mensuales para aprobar las leyes propuestas por el Gobierno Lula).

Creció más aun porque del lado del PT, la propuesta de gobierno se basó en usar el recurso público para colocar publicidad en determinados medios de prensa con la excusa de divulgar acciones de las empresas estatales, muchas de las cuales fueron inventadas y abiertas durante el gobierno de Lula y Dilma.

Creció también porque parte de los electores se dieron cuenta que el Partido de los Trabajadores criticaba a las "elites capitalistas" pero muchos de sus dirigentes viajaban en vuelos privados y usaban relojes caros en su vestimenta habitual.

(El propio Fernando Haddad usa un reloj cuyo costo es cien veces más caro que el reloj de plástico del candidato Jair Bolsonaro)

Finalmente, Bolsonaro confirmó su crecimiento cuando gran parte de los electores entendieron que el Partido de los Trabajadores había dejado su esencia en la lucha por una sociedad igualitaria, para convertirse en un partido de un solo dueño, con el agravante que ese dueño se encuentra preso por corrupto y enfrenta otros cinco procesos penales por acusaciones parecidas.

Todo esto explica cómo un partido que se desvió del camino de lo legal terminó favoreciendo a un candidato que desde la lógica nunca habría podido llegar a donde llegó.

Volviendo al fascismo

El economista Austriaco Ludwig Von Mises definió el fascismo como "un sistema de gobierno que opera en complicidad con las grandes empresas, a las cuales favorece económicamente, que carteliza al sector privado, planea centralizadamente la economía, subsidiando determinados sectores y grandes empresarios que tengan buenas conexiones con el gobierno, exalta el poder estatal como siendo la única fuente de todo el orden, niega derechos y libertades fundamentales a los individuos (como por ejemplo la libertad de emprender, de importar o de comprar dólares si así lo desea -este a parte no hace parte de la definición y si del pensamiento del autor de esta nota-) y torna al poder ejecutivo el señor irrestricto de la sociedad".

Luego de leer esta definición, es fácil suponer que el error del Partido de los Trabajadores en Brasil puede ser replicado por muchos partidos de varios países en América Latina

..basta que nazcan otros Bolsonaros.

(*) Socio de Center Group

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