La envidia puede ser fuente de inspiración para mejorar el rendimiento laboral

Un sentimiento considerado negativo puede mejorar el desempeño profesional. Estudios recientes de la Universidad de Minnesota y de Tilburg, en Holanda, demostraron que puede ser un motor para aumentar la productividad

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La envidia puede inspirar a las personas a trabajar hacia la superación personal y establecer metas más altas, según un estudio de la Universidad de Minnesota (Getty Images)
La envidia puede inspirar a las personas a trabajar hacia la superación personal y establecer metas más altas, según un estudio de la Universidad de Minnesota (Getty Images)

Para muchas personas la envidia representa un sentimiento negativo que erosiona la confianza, socava la creatividad y empaña la capacidad. Puede sentirse como un obstáculo en cierto momento, pero también puede impulsar las propias habilidades e intereses.

La envidia puede tener repercusiones positivas y negativas. “Los lugares de trabajo donde los gerentes hacen un punto de comparación (publicar tablas de clasificación o nombrar a los empleados del mes) brindan un terreno fértil para cultivar la envidia”, aseguró Michelle Duffy, analista del comportamiento organizacional en la Escuela de Administración Carlson de la Universidad de Minnesota. Puede fomentar entornos en los que las personas actúan de forma deshonesta y menosprecian o ponen distancia a sus colegas, o incluso sabotean su trabajo. La envidia en el trabajo puede dañar la productividad, la creatividad y la cooperación.

Si dejamos las consideraciones convencionales sobre este sentimiento y lo analizamos desde otro ángulo, la envidia puede, por otro lado, inspirar a las personas a trabajar hacia la superación personal y establecer metas más altas. ¿Qué marca la diferencia? Las investigaciones científicas sobre la envidia en el lugar de trabajo han aumentado en los últimos años , como lo describieron Duffy y sus colegas en un artículo reciente en la Revisión anual de psicología organizacional y comportamiento organizacional. Los académicos estudiaron cómo es posible administrar la envidia y canalizar sus impactos de manera positiva. Después de todo, los empleados no son autómatas. “La gente tiene emociones y las lleva al trabajo”, señalaron los investigadores.

Si la buena y la mala envidia son dos emociones separadas o simplemente dos manifestaciones diferentes de una sola emoción universal es un tema central para los investigadores
Si la buena y la mala envidia son dos emociones separadas o simplemente dos manifestaciones diferentes de una sola emoción universal es un tema central para los investigadores

La envidia y el dolor físico activan algunos de los mismos circuitos en el cerebro. En una investigación del especialista en emociones Niels van de Ven y sus colegas de la Universidad de Tilburg en los Países Bajos, entrevistaron a estudiantes sobre sus recuerdos de eventos que provocaron envidia, holandeses que utilizan dos términos para definir ese mismo sentimiento: uno positivo (benijden) y otro negativo (afgunst). Luego compararon sus respuestas con las de estudiantes de Estados Unidos y España, países donde el idioma predominante tiene solo una palabra para envidia. Independientemente de su lengua materna, los estudiantes exhibieron una variedad de reacciones a los momentos de envidia recordados, desde sentirse inspirados o motivados para trabajar más duro hasta querer lastimar a quienes envidiaban o esperar que su fracaso.

Si la buena y la mala envidia son dos emociones separadas o simplemente dos manifestaciones diferentes de una sola emoción universal es un tema central para los investigadores. Van de Ven manifestó que es útil tratarlos como emociones separadas, pero no todos están de acuerdo. “A mi modo de ver, la envidia es envidia -argumenta el psicólogo Yochi Cohen-Charash del Baruch College de la City University de Nueva York-. Son solo las respuestas las que difieren”.

Los investigadores de la Universidad de Minnesota determinaron que la envidia puede inspirar a las personas a trabajar hacia la superación personal y establecer metas más altas si se encausa correctamente (Getty Images)
Los investigadores de la Universidad de Minnesota determinaron que la envidia puede inspirar a las personas a trabajar hacia la superación personal y establecer metas más altas si se encausa correctamente (Getty Images)

Los especialistas de la Universidad de Minnesota entrevistaron a varios trabajadores para investigar cómo se desarrollan esas respuestas en el ambiente laboral. Duffy y sus colegas detectaron, por ejemplo, que la envidia profesional puede hacer que algunas personas sean más propensas a mentir en sus currículum vitae. El equipo estudió a 335 desempleados en el sureste de los Estados Unidos que calificaron, de forma anónima, cuánto envidiaban a otros solicitantes y si habían exagerado sus CV para su solicitud de empleo más reciente. Los investigadores predijeron que las personas serían más propensas a exagerar las credenciales cuando las oportunidades de empleo fueran más escasas. En cambio, encontraron lo contrario: las personas envidiosas eran más propensas a adornar o fabricar elementos en sus CV cuando las oportunidades laborales eran abundantes.

Los investigadores también encuestaron a estudiantes graduados sobre sus pasantías y búsquedas de trabajo posteriores a la graduación. Los estudiantes de posgrado con altos niveles de envidia eran más propensos a mentir en sus currículums cuando solicitaban los trabajos que en las pasantías, lo que sugiere que en esta población, la envidia motivaba el fraude de currículums cuando lo que estaba en juego era más alto, no más bajo.

Es clave identificar algunos aspectos positivos de la envidia en el lugar de trabajo para motivar a las empleados a hacer el bien y mejorar (Getty)
Es clave identificar algunos aspectos positivos de la envidia en el lugar de trabajo para motivar a las empleados a hacer el bien y mejorar (Getty)

El trabajo de Duffy también ha identificado algunos aspectos positivos de la envidia en el lugar de trabajo. “Realmente puede motivar a las personas a hacer el bien y mejorar”, manifestó. Un estudio del que fue coautora junto el psicólogo organizacional KiYoung Lee de la Universidad de Yonsei en Corea del Sur encuestó a trabajadores en tres entornos laborales competitivos en ese país: una compañía de cosméticos, un banco y una empresa de seguros. Los investigadores encontraron que la envidia motivaba a algunos empleados a buscar el consejo de sus colegas envidiados. Los empleados envidiosos que actuaron de esta manera posteriormente lograron calificaciones más altas de desempeño laboral y mejores ventas que aquellos que no buscaron el consejo de aquellos a quienes envidiaban, encontró el equipo. “Paradójicamente, este beneficio en el desempeño ocurre cuando los envidiosos atienden y consultan con la fuente misma de su dolor: el objetivo envidiado”, escribieron Lee y Duffy.

A medida que avanzaban sus estudios sobre la envidia en el lugar de trabajo, Duffy se sorprendió de cuán habitual resultaba este sentimiento en ambientes laborales. Ciertamente, no se limita a situaciones de pares. “Los supervisores pueden envidiar a sus subordinados, lo que desencadena una supervisión abusiva o la superación personal, dependiendo de las personalidades y la calidez de la relación. Y no tiene que suceder cara a cara: conocer la promoción de un colega o el libro elogiado en LinkedIn puede ser suficiente para desencadenarlo”, sostuvieron los investigadores de Minnesota.

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