—¿Quién me explica la mente masculina?
—Si querés te cuento.
Un mensaje de Twitter bastó para que naciera el amor. Incluso, cuando quien lo escribió no lo hizo con ese objetivo. Romina Pereiro estaba separada hacia rato del padre de sus hijas y venía de una serie de desamores. Y en aquella red social buscó hacer catarsis intentando comprender al sexo masculino.
¿Qué obtuvo a cambio? Un marido, una familia ensamblada y una historia de amor soñada durante cinco años. Quien le respondió aquel mensaje, pero de manera privada, fue Jorge Rial, a quien ella conocía por su nombre y su carrera en los medios. No en persona. Tampoco tenían contactos en común. Y hasta aquella noche, jamás habían hablado. Aunque él, claro, la seguía en Twitter. Es por eso que cuando vio ese tuit no dudó en responderle y demostrarle su interés.
“A ver qué me quiere decir este canchero...”, pensó la licenciada en nutrición ante el acercamiento del histórico conductor de Intrusos. “No fue un chat de levante, fue normal, divertido”, dijo ella luego del primer intercambio de mensajes. Antes de despedirse, él le pidió su número de teléfono. Y ella tuvo una pícara reacción: se rehusó a dárselo. No porque no quisiera, sino para que el periodista lo averiguara por otro lado. “Sabía que lo iba a conseguir”, se mostró confiada.
Y así fue. A la mañana siguiente -a las ocho, para ser más precisos- Jorge ya la estaba saludando. Hablaron por esa vía durante tres días. Por ese entonces, ella se recuperaba de una operación y estaba haciendo reposo en su casa, de manera tal que Jorge se volvió una compañía diaria. Hasta que le expresó que “era raro” hablar tanto con alguien sin conocerse en persona. “Nunca me había pasado”, dijo ella.
De inmediato, el conductor le propuso un encuentro. “Pero yo le dije de ir a desayunar porque no quería que sea algo romántico”, aclaró Romina. Al día siguiente, otra vez a las ocho de la mañana, estaban sentados en una confitería a la salida de un gimnasio, viéndose cara a cara por primera vez. “Ahí fue el flechazo”, contó la nutricionista quien se enamoró, literal, desde el momento en que el periodista la saludó: “Ya cuando me dijo ‘hola’ me di cuenta que había pegado onda”.
Aunque estaba enamorada, a Romina le costó entender el “nuevo mundo” al que estaba entrando. Es que si bien ella ya era parte del medio, la popularidad de Jorge era arrasadora. Y si bien sabía que una vez que blanquearan su romance, se expondría mucho más, recién lo terminó de comprender cuando sucedió.
Antes de que se hiciera pública la noticia, Romina le contó a su círculo íntimo sobre su relación. Al fin y al cabo, para ella Jorge Rial ya no era el famoso conductor, sino su pareja.
—Che, boluda, ¿nos sabés con quién estoy saliendo?
—¿Con quién? A ver...
—Con Jorge Rial.
—...
—¿Estás ahí?
—¿En serio? ¿Y qué onda?
La mujer celebró la alegría de su amiga, quien había encontrado el amor después de haber sufrido tanto. Y en Rial, Romina no solo encontró el amor sino también una familia que lograron ensamblar con sus respectivas hijas: ella es madre de Violeta y Emma -de su relación anterior con el periodista especializado en música, Gustavo Olmedo- y él es padre de Rocío y Morena, de su matrimonio con Silvia D’Auro. Además, en marzo de 2019 llegó Francesco -hijo de Morena y el futbolista Facundo Ambrosioni-. “Soy abuelastra”, anunció feliz por ese entonces la nutricionista.
“No es fácil estar al lado de él. Es una persona muy pública y, a veces, muy polémico. Hay gente que lo quiere, gente que no. Para mí, eso fue un mundo nuevo que tuve que aprender. Yo trabajé en los medios, pero siempre con un perfil muy bajo. Cuando empecé a estar de novia con él esperaba repercusión, pero no tanto”, dijo Romina Pereiro en PH Podemos Hablar sobre los comienzos de su relación, aquella que empezó bajo un hermetismo y de la que solo sabía el círculo íntimo de la pareja.
Hasta que ambos decidieron compartirlo públicamente en agosto de 2017. “Esta vez no quiero nada mediático”, alertaba el periodista sobre su nueva relación, la que buscaba proteger. Y así intentó llevarla durante el tiempo que estuvieron juntos. En octubre de ese mismo año, llegó el primer viaje en pareja: ¿El destino? Nueva York. Allí, además de recorrer la ciudad, disfrutaron de un recital de la popular banda Guns N’ Roses en el Madison Square Garden.
Luego compartieron más aventuras en familia, viajaron con sus hijas, apostaron a la convivencia y siguieron sumando anécdotas e historias. Hasta que llegó la propuesta de boda. “Hay que ser valiente para casarse dos veces”, resaltó Romina por las experiencias que ambos habían tenido anteriormente.
Dieron el sí en abril de 2019 en un salón de Villa Urquiza en una ceremonia íntima ante 90 invitados. Allí, se juraron amor eterno. “Gracias por hacerme recuperar las ganas de tener una familia. Por recuperar el amor, por sentirme amado, respetado y, sobre todo, cuidado”, le dijo Jorge a Romina, quien, emocionada, respondió: “Yo también estoy feliz de tener una familia. Este momento no me lo voy a olvidar nunca en mi vida”.
El 2020 fue un antes y un después para el mundo: la pandemia del coronavirus, de alguna y otra manera, marcó a la población. Y Jorge Rial no fue la excepción, según él mismo lo describió este jueves cuando anunció su separación. “A veces el amor profundo no alcanza, sobre todo en un año muy difícil como fue el anterior, donde la pandemia me partió psicológica y físicamente. Pensé que no iba a pasar, pero pasó. Uno se cree fuerte y no lo es, me pegó de lleno”, dijo en Argenzuela, su programa de Radio 10.
Sin dar mayores detalles sobre su separación -”la peleamos muchísimo”, aseguró-, Jorge Rial indicó que la crisis comenzó tiempo atrás y que decidió hacerlo público ahora porque estaba respetando los tiempos de su ahora ex esposa. “Estamos separados hace mucho, ahora se enteran porque es imposible, soy un tipo público. Como hay cierto acoso, sobre todo hacia Romina, lo digo para que la dejen en paz”, pidió públicamente.
Y, tal como le prometió en aquel altar cuando se casaron, el periodista ratificó su vínculo eterno con Pereiro. “Romina y yo somos familia y lo vamos a ser toda la vida. Sus hijas son mis hijas”.
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