X critica ley británica de seguridad en línea por limitar la libertad de expresión

En un comunicado oficial, la empresa de Elon Musk afirmó que son necesarios cambios para equilibrar los objetivos de seguridad con la protección de los derechos fundamentales

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X criticó no solo la presión regulatoria, sino también el limitado margen de tiempo para cumplir con las nuevas disposiciones. REUTERS/Dado Ruvic/Illustration

La plataforma X, propiedad de Elon Musk, ha expresado su preocupación ante la Ley de Seguridad en Línea del Reino Unido, señalando que su aplicación rigurosa podría tener un efecto represivo sobre la libertad de expresión. Aunque la normativa busca proteger a los menores y erradicar contenido ilegal, su implementación ha generado controversias por lo que muchos consideran un exceso regulatorio.

En un comunicado oficial, la empresa afirmó que se necesitan cambios significativos para equilibrar los objetivos de seguridad con la protección de derechos fundamentales.

Aprobada con la intención de hacer que internet sea un entorno más seguro, especialmente para niños y adolescentes, la legislación impone nuevas obligaciones a redes sociales como X, Facebook, TikTok y YouTube, así como a sitios de contenido pornográfico.

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X señaló que las plataformas siguen enfrentando amenazas de sanciones y multas. REUTERS/Clodagh Kilcoyne

Sin embargo, diversos sectores —incluidos defensores de la libertad de expresión, creadores de contenido y ciudadanos— han denunciado que el alcance de la ley ha sido tan amplio que ha llevado a la censura de contenido legal.

X criticó no solo la presión regulatoria, sino también el limitado margen de tiempo para cumplir con las nuevas disposiciones. Aunque ya ha implementado controles de verificación de edad, la compañía señaló que las plataformas siguen enfrentando amenazas de sanciones y multas, lo que fomenta la sobrecensura.

Asimismo, cuestionó el nivel de conocimiento público sobre las implicancias de la ley: “Es legítimo preguntarse si los ciudadanos británicos eran igualmente conscientes de la contrapartida que esto implica”, dijo la empresa.

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Elon Musk, director ejecutivo de SpaceX y Tesla. REUTERS/Gonzalo Fuentes/Foto de archivo

La postura del gobierno británico frente a las críticas de X

En respuesta a la postura de X, el gobierno británico ha defendido la legislación. Un portavoz oficial afirmó que es “demostrablemente falso” que la normativa limite la libertad de expresión, y aseguró que esta también impone “obligaciones claras e inequívocas” a las plataformas para salvaguardarla.

Por su parte, el secretario de Tecnología, Peter Kyle, desestimó las críticas, afirmando que quienes se oponen a la ley “están del lado de los depredadores”.

Mientras tanto, Ofcom, el organismo regulador, anunció investigaciones a cuatro empresas responsables de operar 34 sitios de contenido para adultos, en un esfuerzo por verificar el cumplimiento de las nuevas medidas.

Con posiciones tan enfrentadas, el debate sobre hasta qué punto debe llegar la regulación digital en nombre de la seguridad —y a qué costo— continúa en el centro de la discusión pública.

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Una bandera británica se ve ante el Parlamento en Londres, el jueves 23 de mayo de 2024. (AP Foto/Kin Cheung, Archivo)

¿Es confiable el sistema de verificación de edad que usa X?

Mientras que compañías como Meta han optado por implementar tecnologías de verificación de edad desarrolladas por terceros, la plataforma X ha adoptado una estrategia menos rigurosa y más flexible. Este enfoque, aunque práctico desde una perspectiva operativa, ha generado controversia entre expertos, quienes advierten sobre su fiabilidad.

A diferencia de los métodos basados en inteligencia artificial o reconocimiento facial, X confía en una serie de “indicadores de confianza” que, según especialistas, podrían resultar fácilmente manipulables. Algunos de los criterios que utiliza la plataforma para deducir la edad de los usuarios incluyen:

  • Edad previamente registrada: si en algún momento el usuario indicó tener menos de 18 años.
  • Documentos verificados anteriormente, si el usuario ya completó ese proceso en el pasado.
  • Antiguo sistema de verificación (“legacy”), que otorgaba un símbolo azul sin requerir identificación actual.
  • Fecha de creación de la cuenta, especialmente si esta fue abierta antes de 2012.
  • Distintivos grises o dorados, que usualmente identifican cuentas oficiales o de empresas.
 X confía en una
X confía en una serie de “indicadores de confianza” que, según especialistas, podrían resultar fácilmente manipulables. Crédito: FREEPIK

Sin embargo, varios de estos métodos presentan fallas evidentes: las cuentas antiguas pueden haber cambiado de dueño, las verificaciones pasadas no siempre fueron rigurosas y los distintivos pueden adquirirse pagando una suscripción.

Esta estrategia deja abierta la pregunta sobre cuán efectiva —y responsable— es la verificación de edad en X, especialmente en un contexto donde la protección de menores se ha vuelto un tema central en las legislaciones digitales.