Orbitador europeo en Marte reveló si halló o no rastro de vida en ese planeta

El Trace Gas Orbiter ha estado en busca de metano que confirme o no la existencia de biomarcadores en Marte. ¿Los encontró?

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El Trace Gas Orbiter ha estado en la órbita de Marte desde el 2016.
El Trace Gas Orbiter ha estado en la órbita de Marte desde el 2016.

Marte se ha convertido desde hace siglos en uno obsesión para el ser humano. El conocido ‘Planeta Rojo’ no solo es el más cercano a la Tierra, sino que puede guardar en su superficie secretos de vida extraterrestre, con los cuales demostrar que el hombre no se encuentra solo en el universo.

Por esto, desde que se pudo enviar por primera vez un instrumento de investigación a la superficie marciana, lo primero que han hecho los científicos, tanto de la NASA como del resto del mundo, ha sido buscar rastros o marcas biológicas que puedan comprobar sus hipótesis. Hasta el momento, la teoría más aceptada de que en Marte pudo haber vida es la presencia de rocas con arcilla, un material que sí o sí se da tras el contacto de residuos inertes con el agua, un elemento, que por supuesto es esencial para cualquier ser viviente.

“Sí hubo agua, lo más seguro es que hubo vida”, es la tesis que defienden varios grupos de científicos hoy en día.

Ahora bien, algunos investigadores también han centrado sus esfuerzos en otro tipo de elementos que podrían, no solo demostrar un pasado con vida en Marte, sino un presente. Revelar que los seres vivientes de la Tierra tuvieron compañía hace miles de años sería un descubrimiento fascinante, pero hallar vida hoy en día sería un hito con el que hasta el más incrédulo se sorprendería.

Por esto, en los últimos años, varios robots enviados a Marte han destinado sus esfuerzos en buscar otra clase de biomarcadores (huellas de vida) como el metano, un gas que, poniendo como ejemplo la Tierra, es producido por seres vivos.

“El ‘misterio del metano’ en Marte ha estado en curso durante muchos años, con hallazgos contradictorios de misiones que incluyen Mars Express de la ESA (Agencia Espacial Europea) y el rover Curiosity de la NASA que capturaron picos y explosiones esporádicas de gas en la atmósfera de Marte, fluctuaciones tanto en la órbita como en la superficie del planeta, signos de gas que varían con las estaciones, o momentos en los que no observan metano en absoluto”, explicó la ESA en un comunicado.

Con base en investigaciones del pasado, se estimaba que Marte podría contar con al menos una presencia de metano de 0,2 y hasta 30 partes por mil millones en volumen (ppbv), es decir, que podrían existir unas 30 moléculas de este gas por cada mil millones de moléculas. Por su parte, en la Tierra este número es de casi 2000 ppbv.

Imagen del "róver" de la Nasa "Curiosity" explorando el cráter Gale en el planeta rojo, en busca de Metano. Foto: Nasa/Cedida por el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) del Ministerio de Defensa.  EFE
Imagen del "róver" de la Nasa "Curiosity" explorando el cráter Gale en el planeta rojo, en busca de Metano. Foto: Nasa/Cedida por el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) del Ministerio de Defensa. EFE

Sin embargo, en medio de un trabajo arduo y delicado realizado por la ESA, los últimos resultados arrojados por su orbitador, el Trace Gas Orbiter, no son para nada asombrosos. “Los primeros resultados del Trace Gas Orbiter (…) no detectaron metano, sino que calcularon que, si está presente, el gas debe tener una concentración máxima de solo 0.05 ppbv”, informó la agencia espacial.

“No encontramos ninguna señal del gas en absoluto, lo que sugiere que la cantidad de metano en Marte es probablemente incluso más baja de lo que sugieren las estimaciones anteriores”, indicó por su parte Franck Montmessin de LATMOS, Francia, y co-investigador principal de la Atmospheric Chemistry Suite (ACS) de Trace Gas Orbiter.

Ahora bien, estos hallazgos contrastan con la investigación del rover Curiosity de la NASA, que, desde que llegó en 2012 a Marte, ha detectado en varias ocasiones metano, con resultados que pueden ir desde las 0,5 ppbv hasta máximos de 20 ppbv.

En respuesta, Montmessin defendió a su equipo de trabajo al decir:

“El Curiosity mide justo en la superficie de Marte mientras el orbitador toma medidas unos pocos kilómetros más arriba (…) Entonces, la diferencia entre estos dos hallazgos podría explicarse por el hecho de que el metano quede atrapado en la atmósfera inferior o en las inmediaciones del rover”.

¿Quién tendrá la razón en esta situación?

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