Un hombre de 31 años fue condenado el miércoles a 18 años y seis meses de prisión por el intento de homicidio de una joven en un comercio del barrio rosarino de Empalme Graneros en agosto de 2022.
El ataque dejó a la víctima, que en ese momento trabajaba en ese negocio, con una lesión en el tórax que la postró en una silla de ruedas de por vida y para los fiscales, el ataque estuvo vinculado a los conflictos que el novio de la víctima, un joven implicado en actividades delictivas, mantenía con sus enemigos.
La sentencia fue dictada por los jueces Aldo Bilbao Benítez, Hebe Marcogliese y Rodrigo Santana, al término de un juicio oral que comenzó el 27 de mayo.
El condenado, Claudio Jonatan Peralta, enfrentaba una solicitud de 20 años de prisión por parte de la fiscal Georgina Pairola, una pena casi idéntica a la finalmente impuesta según informó el portal Rosario3.
Cabe recordar que el intento de asesinato de Camila C., ahora de 20 años, ocurrió poco antes de la medianoche del 31 de agosto de 2022 en ese negocio denominado Facha, ubicado en Cullen 531 bis. Durante el juicio, Peralta admitió haber fingido ser cliente antes de disparar contra la joven desde la entrada del comercio.
Las imágenes del ataque se difundieron pocas horas después del incidente, mientras Camila luchaba por su vida. Fue trasladada al Hospital Carrasco y luego al Heca, donde las heridas en su clavícula y región dorsal paravertebral resultaron en una discapacidad permanente.
Peralta fue detenido esa misma noche por la policía mientras caminaba por Lucio V. López hacia Felipe Moré. Tras una persecución, fue capturado en una vivienda particular en Chaco al 700 bis, donde intentó esconderse.
La investigación reveló que el motivo del ataque estaba relacionado con las disputas de Ían D., el novio de la víctima, con otros delincuentes. Camila, ajena al mundo del crimen, fue atacada debido a estas rivalidades. Ían D. está actualmente en prisión por encubrimiento, tras ser detenido en junio del año pasado con un arma y una moto robada.
Y en un caso con características similares pero con un final más trágico, ocurrió a mediados de mayo pasado cuando Fabricio Santoro, un joven de 22 años de edad, fue condenado a catorce años y medio de prisión tras disparar contra el frente de un almacén en febrero de 2022 en la ciudad de Mar del Plata, matando a la hija del comerciante.
Esta condena, validada por el Tribunal Oral en lo Criminal N°4, incluye una pena previa de dos años de ejecución condicional impuesta a Santoro cuando era menor, dictada por el Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil.
Es de destacar que el acuerdo de juicio abreviado fue presentado por la fiscal Florencia Salas, quien lideró la investigación, y el abogado penalista Horacio Mariano Ayesa, encargado de la defensa y fue comunicado a los familiares de la víctima, con el consentimiento de la madre de Romina Gilardi, de 34 años de edad, quien aprobó el trámite y la pena pactada.
En la resolución de quince páginas, el juez Gustavo Fissore destacó la claridad de las pruebas que vinculaban a Francisco Santoro con el crimen.
Las declaraciones de testigos y el hallazgo del arma en la vivienda de su pareja fueron escenciales para la sentencia y el magistrado descartó cualquier eximente de responsabilidad penal y valoró como atenuante el buen concepto del acusado, como postuló la titular de la Unidad Funcional de Instrucción N°1. Sin embargo, también consideró agravantes como la nocturnidad del hecho y el daño extendido, dado que la víctima era madre de una adolescente menor de edad.
Según informó el portal marplatense 0223, el juez condenó a Santoro como autor penalmente responsable de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, imponiéndole una pena única de catorce años y seis meses de prisión y esta sentencia abarca tanto el crimen actual como la condena previa de dos años de ejecución condicional impuesta por el Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil N° 2.
Además, se ordenó el decomiso de la pistola calibre .22 marca Bersa modelo 64 y del material balístico, incluidos proyectiles y vainas secuestradas durante la Instrucción Penal Preparatoria y se dispuso la comunicación del fallo al Juzgado de Responsabilidad Penal Juvenil N° 2.